Tres Principes De Serendip
Enviado por Beltran1996 • 1 de Octubre de 2014 • 1.006 Palabras (5 Páginas) • 281 Visitas
LOS TRES PRINCIPES DE SERENDIP
El discípulo miró al maestro en la profundidad de la tarde. Y le pregunto:
- "Maestro, ¿es bueno para el sabio demostrar su inteligencia?"
- "A veces puede ser bueno y honorable permitir que los hombres te rindan honores."
- “¿Sólo a veces?”
- “Otras puede acarrearle al sabio multitud de desgracias. Eso es lo que les sucedió a los tres Príncipes de Serendip, que utilizaron distraídamente su inteligencia. Habían sido educados por su padre, que era arquitecto del gran Shá de Persia, con los mejores profesores, y ahora se encaminaban en un viaje hacia la India para servir al Gran Mogol, del que habían oído su gran aprecio por el Islam y la sabiduría. Sin embargo, tuvieron un percance en su camino.”
- “¿Qué les pasó?”
- “Una tarde como esta, caminaban rumbo a la ciudad de Kandahar, cuando el mayor de ellos afirmó al ver unas huellas en el camino: “Por aquí ha pasado un camello tuerto del ojo derecho".
- El alumno pregunto “¿Cómo pudo adivinar semejante cosa con tanta exactitud?”
- “Había observado que la hierba de la parte derecha del camino, la que daba al río, y por tanto la más atractiva, estaba intacta, mientras la de la parte izquierda, la que daba al monte y estaba más seca, estaba consumida. Por lo tanto el camello no veía la hierba del río.”
- El alumno pregunto de nuevo “¿Y los otros príncipes eran tan sabios?”
- Dijo el maestro “El mediano, que era más sabio, comento: “pero le falta un diente al camello.”
- El alumno pregunto asombrado “¿Y cómo podía saberlo?”
- El maestro dijo “La hierba arrancada mostraba pequeñas cantidades arrancadas, masticadas y abandonadas.”
- “¿Y el tercero?”
- “Era mucho más joven, pero aún más perspicaz, y, como es natural, en los hijos pequeños, más radical, al estar menos seguro de sí mismo. Dijo: “el camello está cojo de una de las dos patas de atrás. La izquierda, seguro"
- “¿Cómo lo sabía?”
- “Las huellas eran más débiles en este lado.”
- “¿Y ahí acabaron las averiguaciones?”
- “No. El mayor, picado en esta competencia, afirmó: “por mi puesto de Arquitecto Mayor del Reino que este camello llevaba una carga de mantequilla y miel.”
- “Pero, eso es imposible de adivinar.”
- El maestro dijo “El mayor se había fijado en que en un borde del camino había un grupo de hormigas que comía en un lado, y en el otro se había concentrado un verdadero enjambre de abejas, moscas y avispas.”
- “Se trata de un difícil reto para los otros dos hermanos.”
- “El hermano de estatura mediana bajó de su montura y avanzó unos pasos. Era el más mujeriego del grupo por lo que no es extraño que afirmara: "En el camello iba montada una mujer". Y se puso rojo de excitación al pensar en el pequeño y grácil cuerpo de la joven, porque hacía días que habían salido de la ciudad de Djem y no habían visto ninguna mujer aún.”
- El alumno asombrado pregunto “¿Cómo pudo saberlo?”
- “Se había fijado en unas pequeñas huellas de pies sobre el barro del costado del río.”
- “¿Por qué había bajado? ¿Tenía sed?”
-
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