Tu Ganas , Yo Gano

CAPÍTULO I

TÚ GANAS/ YO GANO

En este capítulo aprendí acerca de la actitud que debemos de tener ante la manifestación de un conflicto sobre algunas formas de enfrentar los conflictos como lo son las retiradas, que son la manera más fácil de evadir el problema; la supresión, es permanecer callado, ahorrándose las opiniones y dejar el tema a la deriva; el yo gano tú pierdes, es más que nada el querer solamente yo imponer mis reglas y soluciones; el pacto, es una de las formas que resultan bien acertadas de empezar a resolver un problema; el tú ganas/ yo gano: todos ganamos, es la manera más adecuada de todos obtener un provecho para ambos o todos ante una problemática, llegando a un acuerdo sin represalias, quedando todos satisfechos, también nos habla sobre los dilemas del enfoque tú ganas/ yo gano, que no nada más es ponerse a discutir para acertar a resolver, sino optando por la manera más correcta y mejor, conversando con las frases y palabras más adecuadas, tomando en cuenta las perspectivas de las personas con las que tenemos ese conflicto llegando así a encontrar el punto objetivo de de las diferencias para lograr las similitudes apropiadas.

Además de que debo priorizar a fortalecerme a mí misma, en lugar de tratar de debilitar a la otra persona, pues ya que el estar al ataque de alguien más sería como desperdiciar mi tiempo en cuestiones absurdas, que en vez de mejorar me ahogan el vacío y me impiden superarme.

Por lo que concluyo que el enfoque tú ganas/yo gano lo comienzo a aplicar en mi vida de manera general, es decir me refiero a aplicarlo en todas aquellas ocasiones en las que tenga un conflicto con alguien, pues creo que es una de las formas que me resultan más apropiadas para obtener lo que yo quiero en tanto así como la otra persona, consiguiendo el mejor convenio para ambos, sin discutir ni abnegándole el derecho de obtener lo que quiere el otro.

CAPÍTULO II

RESPUESTA CREATIVA: ¿PROBLEMAS O DESAFÍOS?

Aquí aprendí a transformar un problema en una oportunidad para extraer lo mejor de la situación y tomarlo como aquello que la vida me proporciona para mejorar en algo.

Lo primero que debo de hacer es empezar a cambiar la reacción que me ocasionó esta situación convirtiéndola en respuesta, en una respuesta que sea la correcta, pues si me dejo llevar solo por lo que mi temperamento está emitiendo, la situación se saldrá de mi control y no podre hacer uso de mi control para solucionarla, luego paso a reconocer la situación de la magnitud que es, sin autoengañarme a mí misma, ni darle el margen que yo quiero sino el que tiene por propia naturaleza, esto para centrarme el punto fijo que hay que tratar, como tercer paso pienso en qué puedo aprender de dicha cuestión presentada para que así contribuya a mejorarme en mi personalidad, como último paso procedo a transformar el conflicto en oportunidad posicionándome en afirmaciones, en puntos positivos que manifiesten comprensión hacia la otra persona, con el mejor lenguaje y que no quede nada más en un me gustaría hacerlo, sino accionando por conseguirlo, haciendo uso de valores como la tolerancia, el respeto hacia el otro, poniéndome en el lugar de él para ver sus necesidades antes de comenzar a tratar el tema, para saber cómo hacerlo y conectándome con lo que piensa él o ella para ambos ver el problema como la oportunidad de mejorar y negociar y que ambos nos beneficiemos.

Así que consumo el capítulo con esta frase: si se me está presentando un inconveniente hay que utilizarlo para transformarlo en una oportunidad para sacarle el mejor jugo sustancioso y perfeccionarme un poco más.

CAPÍTULO III

EMPATÍA: ¿ESTIMULAR O CORTAR LA COMUNICACIÓN?

Considero que hacer que la charla empatice comienza primeramente por mí y no por los demás, pues al estar conversando voy a comenzar por optar los siguientes puntos clave como: respetar a los demás tanto como sus opiniones, no tatar de dominarles manipulándolos para que piensen igual que yo, valorar sus decisiones, respetar sus valores y su experiencia. Tratar de mejorar técnicas, cuestionarse en que es lo que no funcionó y obrar para cambiarlo, la verdadera comunicación es donde se obtiene la mejor respuesta.

En mi vida rutinaria yo me enfocaría a darle esa estimulación a la comunicación por medio de los sentimientos, de la comprensión, escuchando a las personas que me rodean y aunque haya diferencias en los temas que se traten inclinarse por hacer una convivencia agradable, dando mis puntos de vista y aconsejando a esa persona pero con límite, de no sobrepasarme cohibiéndola para que piense igual que yo, y en caso de presentarse un problema dando la preferencia y prioridad a la relación en vez que al problema.

El escuchar activamente a alguien me da la seguridad de que estamos en confianza, de que yo lo entiendo y sé que él me puede comprender como yo lo estoy haciendo, por lo que se fortalece la relación y lo logramos introduciéndonos del todo en el tema del que estamos hablando, preguntando, corroborando y resumiendo. También hay que afirmar en vez de negarse o responder con indiferencia para no llegar a la inflamación es decir el exaltarse ante la percepción de algo que no estoy del todo convencida de creerlo como ella o él quiere que lo crea.

Me considero que en este capítulo estoy satisfecha, pues ya que si empatizo con las personas con las que trato, pero aun me falta para mejorar mis las relaciones con ellas, por lo que aplicaré las tácticas que ya mencioné y que den el mejor resultado, aunque recalco que eso depende de mí.

CAPÍTULO IV

ASERTIVIDAD ADECUADA

El ser asertivo consta de un poco de esfuerzo pues ya que rápidamente podemos caer en complicaciones por no razonar bien las cosas, yo considero que antes de ponerme en una posición de ira o de negación tengo que ver explicar cómo yo veo las cosas de en lugar de decir cómo deberían de ser, pues el que yo no esté tan de acuerdo en cómo son no me justifica que quiera cambiarlas solo al modo que a mi gustarían que fueran.

El adquirir la habilidad de tratarlas depende solo de mí, y esto a través de una gran tolerancia, el tener la habilidad inconscientemente de responder de la mejor manera a este tipo de situaciones nos da un mejor panorama para ser asertivos ante la vida.

Cuando yo actúo como consecuencia obtendré una respuesta, pero conforme a la acción, esta será tan asertiva o des asertiva como yo la quiera, así que primero comenzaré a ser autoafirmativa para llegar a ser asertiva, cuando logre este aspecto en mí y esté ante un problema en el que yo crea que tengo la razón voy a ver más allá de lo que yo considero para saber si sí la tengo, sin subestimarme

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