Un Artículo De Opinión Sobre El pésimo Papel De Las Emociones Y Sentimientos Humanos Ante La Supremacia Del Materialismo Que Ha Contagiado El Mundo Capitalista

En la actualidad, el papel de las emociones y los sentimientos en las relaciones sociales está quedando enterrado ante la supremacía económica de este mundo capitalista y del bienestar.

En las familias del siglo XXI, la continua búsqueda de la felicidad se basa únicamente en conseguir unas buenas vacaciones. Cuanto más caras sean éstas, más felicidad para la familia. Se tiende a buscar el bienestar desde una perspectiva económica y no moral.

Igualmente en las parejas se está subestimando la im

portancia emocional. Muchas veces se quiere complacer a la pareja y ganarse su amor con regalos caros, con viajes espectaculares ... Cuando un simple detalle o un romántico paseo puede potenciar exponencialmente su felicidad.

La sociedad ha evolucionado movida por los intereses capitalistas y nos ha transformado en máquinas: identificamos un objetivo, valoramos las posibles vías de acceso y escogemos la más idónea. Nos hemos convertido a una ideología materialista donde el más rico es el más feliz, donde el más pobre es el más desgraciado ... Cuando realmente las cosas no son así.

Nos hemos convertido a una ideología materialista donde el más rico es el más feliz, donde el más pobre es el más desgraciado ... cuando realmente las cosas no son así

Entonces, cómo podemos cambiar esta forma de actuar y priorizar los sentimientos ante todo lujo material? Aquí surge otro problema ocasionado por los tópicos amorosos de la nueva comedia romántica. Este nuevo género audiovisual o literario ha establecido unas relaciones fantasiosas y paradisíacas que no son posibles en la realidad, un romance ideal donde todo parece ir "viento en popa" para el protagonista. Por eso, cuando parece que seguimos el camino adecuado, la notable diferencia entre nuestra propia experiencia y el tópico ficticio nos lleva a pensar que no hacemos lo correcto, nos desvía el rumbo y nos bloquea la creatividad.

Personalmente, pienso que la única solución es aislarse de todo y ser uno mismo a la hora de actuar y relacionarse con las personas. No relacionar el bienestar con el dinero, no creer en la posibilidad de comprar la felicidad y no esperar que el amor se gane a golpe de talonario. Todos podemos cambiar esta nueva jerarquía emocional y convertirnos en personas, desarrollar nuestra empatía y la originalidad y empezar a creer en un mundo más sensible y emocionante.

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