Un ejemplo personal de la resiliencia es la vez que casi fallecí ahogado en el mar
Enviado por Carles Paucar • 6 de Junio de 2017 • Trabajo • 791 Palabras (4 Páginas) • 117 Visitas
Nombre: Carlos Paucar Haro
Curso: Tercer Semestre
Fecha: 16 de Mayo del 2017
Resiliencia
Un ejemplo personal de la resiliencia es la vez que casi fallecí ahogado en el mar.
Paso en vacaciones del colegio cuando cursaba el 4to curso, como todos los años fuimos de viaje con toda mi familia en el mes de agosto como regalo por habernos dedicado y pasar el año sin complicaciones, para relajarnos, el típico paseo familiar.
A mí me gustaba mucho salir a trotar en la mañana por la orilla del mar es así como paso lo siguiente, salí a correr en la mañana eran las 6:30 y no había mucha gente en la playa, así que inicie mi rutina de calentamiento, trote una hora hasta regresar al nivel del hotel y fue ahí donde todo empezó, como estaba agotado y estaba transpirando, no dude en meterme a bañar en la playa, como lo dije, no había mucha gente en la playa, eso me inquieto, pero sin embargo seguí dirigiéndome a la playa, al momento de entrar al agua sentía que cada vez el nivel de agua era más bajo y quería seguir ingresando más, hubo un momento en donde vino una ola y me hizo “revolcar” me golpee el hombro me sumergí demasiado, al darme cuenta ya el nivel de agua había crecido significativamente y ya no pisaba el suelo por lo que me mantuve a flote y otra vez me cobijo otra ola aún más grande, en ese momento me entro agua a la nariz, me desespere que quise nadar para poder ir a la orilla, pero era demasiado fuerte la corriente que me iba arrastrando aún más, de esa desesperación comencé a agitarme mucho, mis brazos y piernas estaban agotadas, pensé lo peor, cada vez la orilla me quedaba más lejos, pensé que iba a morir y la única opción que tenía era gritar ¡Auxilio! Para salvar mi vida, como no había gente a esa hora en la playa, pensé que mis gritos eran en vano porque no vi a nadie que me hubiera escuchado, hasta que de lejos observé que venían dos personas con un tronco, para mi buena suerte eran salvavidas, yo ya me estaba tragando demasiada agua, pero aun tenia fuerzas de seguir soportando un poco más, y fue así que me sacaron medio moribundo del mar, me acostaron en la orilla y solo escuchaba que me preguntaban si ¿estaba bien? Después de 10 min comencé a reaccionar mejor, ya estaba más consiente de donde estaba, así que me dieron primeros auxilios y me indicaron que el mar estaba con aguajes que incluso habían remolinos por esa razón había una bandera de color roja, algo que no sabía ni me había dado cuenta, me quede 2 horas sentado en la orilla pensando en ese instante q estuve a punto de morir y pensaba en todo, en mi familia, en Dios, en todas las cosas que me hubiera perdido si no sobrevivía.
Mis padres no sabían nada, no quería dañarles el paseo, desde ese momento ya no quise meterme a la playa por ninguna razón, mejor estaba pendiente de ellos para que no pasaran lo mismo, el ultimo día que estuvimos en la playa decidí contarle a mi familia, no me creían, pero mi mama si se asustó mucho y me abrazo fuerte.
Desde ese momento tuve miedo a la piscina y al mar, por nada del mundo quería ir a esos lugares, hasta que un día me invito mi novia a la piscina entonces no podía quedar mal con ella, así que decidí quitarme ese miedo, me encomendé en Dios y fui, el ambiente estaba lleno de algarabía, algo que me conmocionaba y a la misma vez me ponía los pelos de punta, mi novia se dio cuenta de que tenía temor a la piscina así que decidí contarle también lo que me había pasado, fue lo mejor que pude hacer, así gracias a mi voluntad de ingresar a la piscina y a la motivación que me supo dar mi novia, fui quitando poco a poco el miedo a esos lugares, hasta que en la Universidad tuve la materia de natación, si o si debía aprender a nadar y eso complementó para dejar de tener miedo a la piscina, aunque del mar no hablo mucho aun me cuesta entrar.
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