VIVIENDA Y COMPORTAMIENTO HUMANO

VIVIENDA Y COMPORTAMIENTO HUMANO

Por: JAIDIVE CARDOZO

PSICÓLOGA. FUNDACION BARRIO TALLER

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Las condiciones socio-culturales que determinan el modus vivendi de los colombianos en general y de los pobladores de sectores marginales en particular, hacen que haya muy poca oportunidad de reflexionar en el espacio “en el que toca vivir”. Este determina en gran medida el comportamiento de las personas el cual se caracteriza cada vez más, por la carga permanente de agresividad, no sólo en el lenguaje sino fundamentalmente, en la actitud frente a las diferentes actividades y relaciones que se desarrollan cotidianamente.

Por tal razón, se pretende hacer una aproximación de los diferentes elementos que caracterizan la vida en las comunidades marginales, en lo que tiene que ver con la vivienda, la forma como se comparte el espacio y la proyección total que éstos tienen en la vida social del barrio.

Se intenta analizar la influencia del uso del espacio de la vivienda en el comportamiento de los habitantes de barrios populares, cuyas problemáticas obedecen a una serie de factores, los cuales están determinados por las características que le son propias a la comunidad: Cultura, identidad, idiosincrasia, personalidad, etc.

Se trata entonces de que los profesionales cuyo interés se centra en el trabajo comunitario accedan al conocimiento de sus pobladores a través de una serie de categorías como la autogestión, participación, cooperación, integración, liderazgo, entre otras, tomando como punto de partida sus características y necesidades, basándose en respeto hacia sus temores, angustias y sobre todo a sus deseos de supervivencia. En este sentido es que el trabajo del profesional, con su bagaje científico técnico y el saber popular de los pobladores se funden, con el fin de construir una adecuada calidad de vida, es decir una vivienda, un espacio mejor que contribuya a disminuir las condiciones de hacinamiento y sus consecuentes problemáticas; conductas agresivas, promiscuidad, dificultades en las relaciones familiares e interpersonales, baja autoestima y valoración entre otras.

Para ello se hace necesario realizar un análisis de las características de la comunidad y sus habitantes, de la conformación de sus viviendas del hábitat urbano y popular, de la influencia del espacio en las relaciones sico-sociales y del trabajo interdisciplinario en las comunidades, para finalmente encontrar los elementos que involucren activamente tanto a los profesionales como a los habitantes de los barrios populares en el proceso de la autoconstrucción de una vivienda óptima, a través de la metodología investigación acción-participante, contribuyendo así al mejoramiento físico y sicológico al que tienen derecho los individuos, expresando su totalidad a través de la unicidad, ya que la concepción que el individuo tiene acerca de sí mismo y de las relaciones que establece con su entorno, están mediatizadas por el espacio ambiente en que se desarrolla. Ese espacio que está impregnado de un color y de una forma, pero también de una sonrisa y un dolor en realidad es un factor físico y psicológico importante en la vida.

La comunidad es un escenario abierto, en el cual confluyen un sinnúmero de necesidades, de intereses y valores característicos de un determinado grupo de personas, grupo que en su constante transformación imprime un sello particular que debe buscar siempre crecimiento y desarrollo colectivo e individual mostrando la participación, integración y cooperación, generando así un trabajo en equipo que trascienda a procesos autogestionarios, es decir, a la toma de conciencia de las necesidades más sentidas y relevantes y al planteamiento de alternativas viables de solución, soluciones con una dinámica estructurada

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