¿son Los Trastornos Mentales Un Invento?

¿Son los trastornos mentales un invento?

Se podría decir que los trastornos mentales son enfermedades que afectan la cotidianidad en la vida de una persona, así como su desarrollo bio-psicológico y relacional con la sociedad. Estos trastornos pueden tener su origen de determinadas maneras, como una predisposición para que el trastorno se detone al estar en ciertas circunstancias sociales o ya sea por la predisposición generada por herencia genética.

A continuación se vislumbrara el nacimiento del trastorno por estrés postraumático. Este trastorno nace de la variedad de problemas que presentan los veteranos de la guerra de Vietnam al retornar a la sociedad. Estos problemas incluyen: “alcoholismo, drogodependencia, violencia, irritabilidad, problemas de sueño, depresión, ansiedad, miedo y esquizofrenia paranoide” (González H. y Pérez M. 2007, Pág 56).

El cuadro de estrés postraumático queda constituido por síntomas persistentes en reexperiencias intrusas, conductas de evitación y activación aumentada. Los criterios exigen que la persona haya estado expuesta a un acontecimiento traumático, como la muerte de alguien cercano, amenazas a su integridad física o a la de los demás, estos síntomas deben durar al menos un mes alterando la vida cotidiana.

Bien pareciera, que en la actualidad la palabra estrés se ha convertido en un vocablo muy utilizado para expresar situaciones que suelen causar novedad, sensación de que no se controla la situación o una amenaza a la personalidad. Anteriormente el estrés se generaba porque la supervivencia se veía amenazada pero en estos tiempos es causado por la falta de tiempo, o porque abunda la información amenazante y continua en el medio que no da tiempo para reparar el organismo, dando como resultado un estrés crónico.

El estrés crónico se caracteriza porque conlleva cambios digestivos y genera dolor abdominal, seguidamente el cerebro pide algo bueno lo que hace que la persona beba, fume de manera ansiosa y finalmente este se puede convertir en un agente depresivo que genera cambios en la personalidad y en la memoria.

Por otro lado en cuanto a la depresión se tiene que se vuelve tan común o tan natural como tener gripa, de ahí que se desarrollen los primeros antidepresivos en la década del cincuenta. Fue el laboratorio Merck el que se interesó en 1961 en lanzar la amitriptilina para la depresión, distrubuyendo entre médicos y psiquiatras 50.000 ejemplares de un libro titulado Recognizing the depressed patient, esto hizo que la amitriptilina llegara a ser el preparado más vendido de su grupo.

Posteriormente en 1987 la agencia norteamericana obtiene la licencia para comercializar el Prozac, fármaco que a partir del marketing crea la sensación de seguridad y exención de efectos aditivos con respecto a los tranquilizantes. Es así como: “la cultura de la serotonina consiste en dar por hecho que el equilibrio de la serotonina explica el bienestar de las personas”. (González y Pérez, Pág 65)

La gente ha aprendido a plantear sus problemas de la vida en términos de depresión, y a la depresión en términos de neuroquímicos.

Se tiene entonces, que: “el sentir del paciente es cortado en el encuentro médico, es decir se rechaza el discurso del enfermo. De lo que dice el enfermo el médico no retiene sino lo que es pertinente al discurso médico. Lo demás se considera como anécdotas. Las palabras del enfermo ya no hablan de su enfermedad o de su persona, sino que se convierten en meros indicadores cuantificables de la enfermedad. Su sufrimiento es convertido en síntoma, en significante formulable y ubicable en el síndrome definido por la nosología, por tanto al enfermo se le convierte en un simple emisor de signos y síntomas”. (Fernández, Mauricio en introducción a la psicosemiología, Pág. 8)

Cabe preguntarse ¿si ha sido el marketing o la ciencia los generadores de los diferentes trastornos?

En resumidas cuentas el marketing es el proceso interno de una sociedad

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