ÉTICA EN LA SOCIEDAD ACTUAL.
Enviado por jasonredondo • 16 de Abril de 2016 • Ensayo • 1.249 Palabras (5 Páginas) • 334 Visitas
ÉTICA EN LA SOCIEDAD ACTUAL
La comunidad del anillo, una red de prostitución masculina dentro del gremio policial y diplomático del país; y las 99 denuncias contra funcionarios y soldados de la ONU por abuso sexual contra menores de edad y mujeres durante misiones internacionales en África, son dos de los más recientes escándalos a nivel nacional e internacional que evidencian la crisis ética de la actualidad. Si pasan cosas tan impactantes y atroces en los organismos de control, entonces ¿Qué tanto nos puede sorprender las faltas morales cometidas por ciudadanos del común?, muchos pensarían que ya nada nos debería sorprender, pero desde mi punto de vista este podría ser un pensamiento pesimista e individualista, dado que la ética es general, y los actos inmorales son cometidos por personas de todos los niveles sociales en todas partes del mundo.
La reflexión en todo lo anterior es que la ética como doctrina del buen vivir en la sociedad nos compromete a todos, pero debe nacer primero de manera individual, por tanto si requiere una mejora en la conducta de la sociedad y evitar que sucedan casos como los mencionados al principio, deberíamos reflexionar acerca de cómo está mi conducta moral actuando en la sociedad, bien lo dice Savater (SAVATER, 1991)‘Ser humano consiste en tener relaciones con otros seres humanos’[1], para referirse al hecho de que las demás personas son quienes hacen que yo me comporte en la sociedad, y que dé a medida de lo que reciba, es decir, que de confianza, respeto, tolerancia o solidaridad si es lo que recibo, o por el contrario que de mal trato, insultos, agresiones y quejas si es lo que recibo.
He aquí donde radica la importancia de la ética, a nivel personal es lo que me permite a mi como ser humano reflexionar ante cuales son los comportamientos morales que debo elegir para llevar una buena vida en la sociedad sin afectar a los demás, me permite tener buenas relaciones con mi familia, amigos, dar y recibir afecto por parte de ellos.
Pero la ética no solo abarca el campo personal, sino también el campo profesional, que diría yo que es donde hay más falencias en la actualidad y que están demostrados a través de hechos como los falsos positivos, la parapolítica, las chuzadas, corrupción en todos los niveles y un sinfín de actos que dejan en consideración el tipo de personas que se está formando en los centros de enseñanza. Es por ello, considero que la ética profesional como asignatura debe ser promovida en todos las instituciones de educación superior y asegurar que los lineamientos de esta cátedra estén dirigidos a la formación integral de profesionales con capacidad de asumir una posición crítica antes los hechos antiéticos que se viven en la sociedad, profesionales con moral orientada hacia el respeto de los Derechos humanos, hacia la protección ambiental y hacia la búsqueda de soluciones pacíficas en materia de conflictos.
Además, los aportes del aprendizaje de esta doctrina proveen al profesional de muchos beneficios. Bien lo dicen dos profesores destacados de la Universidad de Nueva Orleans ‘La ética en los negocios no debe ser considerada como una opción para una organización, si no como un requerimiento para alcanzar el éxito’ (PAYNE & DIMANCHE, 1996)[2]. De este modo como profesional en negocios internacionales considero que nuestros objetivos deben estar encaminados al alcanzar un desarrollo empresarial para las organizaciones a través de los intercambios comerciales en mercados internacionales y direccionamiento de los negocios en el extranjero, pero todo ello con una conciencia moral por los países, conciencia moral por las empresas, consciencia moral por los interlocutores comerciales y consciencia moral por mis ideales como profesional. Digo conciencia moral atendiendo la definición de Horacio Martínez que apunta ‘Conciencia moral es la conciencia en cuanto establece una valoración de la conducta humana y dice lo que se debe hacer o evitar según los valores interiorizados y las normas aceptadas por las personas’ (MARTINEZ, 2011).[3] Es decir saber qué debo hacer porque sé que es bueno y saber que no hacer porque sé que es malo, llevándolo a campo profesional podría ser por ejemplo aceptar un soborno, falsificar contratos, sobre costear un flete, y demás actos que me podrían traer beneficios económicos o placeres personales, pero que atentarían contra mi conciencia moral como profesional.
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