El proyecto de Jesùs.

ASPECTO DEL PROYECTO

CITAS BIBLICAS

¿QUÈ PASA?

ACTIVIDADES DE JESUS

LO QUE QUIERAS AGREGAR

Comunidad Modelo

Jesús nos invita a vivir en comunidad. Fuimos creados a su imagen y semejanza y por lo tanto hechos para vivir y lograr nuestra plenitud en relación con los otros. La Santísima Trinidad es una comunidad de amor entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y todos estamos llamados a formar comunidades donde reine la caridad fraterna.

Mc. 1,  16 ; Mt. 23, 8-10 ; Mt. 19, 7-12 ; Mt. 8, 20 ;  Mt. 19, 27  ; Jn. 13, 29  ; Jn. 15,15

Jesús podría haber anunciado su Reino Él sólo, pero quiso compartirlo con un grupo de hombres que eligió y los llamó a dejarlo todo por El, que son los apóstoles. En Mc. 1,  16 leímos cómo Jesús invito a seguirlo a Pedro y a Andrés y luego a Santiago y a Juan.

Este estilo de comunidad a la cual nos invita Jesús tiene características propias. Ni las mujeres, ni los niños eran tenidos en cuenta. Jesús pone a la mujer en igualdad con el hombre. Coloca al matrimonio como una comunidad de amor donde tanto el hombre como la mujer son sacramentados y por lo tanto el hombre debe respetarla. Al seguir leyendo vemos como Jesús también pide que dejen que los niños se acerquen a Él.

En relación a los bienes materiales leemos en el Evangelio cómo todo lo ponían en común.

La caridad como manifestación del amor es un ejemplo constante que nos da Jesús.

En la última cena podemos conocer lo que Jesús quiere de cada uno. Él,  que es Dios, se puso al servicio de los apóstoles, lavándoles los pies, como ejemplo de cómo tenemos que ser entre nosotros.

Pensamos en la importancia de las familias, cuando están unidas se ven más felices, cuando se separan intentan estar contentos pero se los nota tristes hasta que a veces pueden formarse nuevamente como familia, nos recuerda  que estamos hechos para vivir con otros y no solos.

La pedagogía liberadora de Jesús

Jesús quiere que utilicemos todas nuestras capacidades para la construcción del Reino y por eso  nos enseña a distinguir y criticar las actitudes que son contrarias a sus enseñanzas. Nos pide que seamos comprometidos, que vayamos con la verdad y defendamos nuestros valores.  

Lc 21, 1-4;Lc 13,1-5; Mt 6,26; Mc 6, 37; Mc 1, 22; Mt 22,15-18; Lc 8, 1-3; Mt 18,3; Mt 12 , 1; Lc 11, 1; Lc 6, 15-16

Este punto lo tuvimos que pensar mucho porque todavía nos cuesta tener una actitud crítica ante las cosas que nos propone la cultura, la moda, etc. Y porque no es lindo estar en contra de la corriente y muchas veces nos falta valentía para proponer lo que es correcto ante lo que la mayoría quiere hacer y no es constructivo. Entendemos que aceptar el proyecto del Reino no es fácil y que es importante estar formadas para distinguir las ovejas de entre los lobos.

Jesús es Maestro:

El uso de parábolas, que son cuentos para dejar enseñanza, ayuda a todos a comprender porque habla con palabras simples y ejemplos de la vida cotidiana. Les da a los apóstoles la oportunidad de hacer las cosas, guiándolos y mostrándoles que los problemas hay que solucionarlos. No hay autoridad mayor que la que nos da la coherencia entre lo que decimos y hacemos y Jesús habla con autoridad porque  Él es el primero ya que nadie le gana en amor y generosidad. Siempre está enseñando, en todo momento y en todo lugar, con la verdad y con valentía. Siempre orando.

La oración es la comunicación que nos acerca a Jesús nos permite sentir pensar y agradecer lo que nos está pasando.

Jesús nos da la vida

Jesús nos devuelve siempre la dignidad humana perdida. Nada es imposible para Jesús y hace nuevas todas las cosas, incluso nuestro pecado. Cuando recibimos su perdón, no sólo nos perdona, sino que su Gracias nos hace mejores que antes.

Mc 6, 34-35; Mc 1,32-34; Lc 7,13; Mt 9,36 ; Mt 11,28; Mc 1, 40-41; Mc 9, 38-40; Mt 28,10; Mt 8,17;

Jn 10,10

Jesús vino a combatir el mal  y a darnos las herramientas para estar fuertes para resistirlo. El amor es mucho más fuerte que el mal que hay en la tierra. Cristo recoge todos nuestros problemas y dolores y los transforma en vida, vida en abundancia.

El combate que hace Jesús contra el mal es diferente al que esperaban los Judíos que querían que los liberara del poder de los Romanos.

Jesús trae una liberación que comienza en el corazón de cada hombre. Es una invitación personal a que en nuestro corazón habite el amor.

Recordamos cuando Jesús nos dice que debemos hacer en cada persona el rostro de El cuando tuve hambre me diste de comer, cuando tuve sed me diste de beber, cuando tuve frio me abrigaste

Jesús dignifica a la mujer

Como ya vimos Jesús vino a dignificar a los enfermos, a los niños, a las viudas y los marginados, como así también a las mujeres.

Este lugar nuevo que le da a la mujer, lo vemos también en su resurrección cuando se hace presente ante María Magdalena. En el caso de la suegra de Pedro que cura, vemos la invitación de poner sus dones al servicio de la comunidad.

Lv 15, 19-27; Lv 12, 1-5; Mc 1, 29-31; Mc 7, 24-30; Lc 8, 1-3; Mc 15, 40-41; Jn 20, 16-18; Mt 19, 10-12

En una cultura que discriminaba a la mujer por el solo hecho de serlo, Jesús le viene a dar un lugar especial en la construcción de su Reino, con su Madre como ejemplo para todas las mujeres.

Jesús cuenta con la ayuda de todos para construir el Reino y eso incluye a las mujeres que tienen su modo para aportar al mundo, y por eso las convierte en discípulas y en profetas, para anunciar al mundo su Palabra y denunciar con valentía lo que está mal. Jesús dignifica a la mujer.

Nos acordamos de la marcha “ni 1 menos” y como la sociedad poco a poco reivindica la igualdad de género. Pero más aún nosotros como cristianos sabemos del importante rol de la mujer  en la vida.

Jesús revela el rostro cariñoso de Dios

Volvemos a la importancia de la oración para la construcción de su Reino y cómo Jesús nos va revelando como es nuestro Dios, que es un papá bueno, que nos perdona e invita a perdonar.

Mc 14,36  Gál 4,6; Mt 5,45-48; 6,1; Jn 3,35 ;   Jn 6,28  

Mt 11,27   Lc 15,11-32

La idea de un Dios que es padre era inaceptable para los judíos, no sólo nos habla de Su Padre, sino que en Padre Nuestro se refiere como Abba, o sea papito. Para los judíos Dios es el ojo por ojo, el vengativo, el que pone condiciones. Bajo las enseñanzas de Jesús conocemos a un Padre bueno que nos ama por sobre toda su creación y nos soñó a cada uno desde toda la eternidad

Si nosotros confiamos en nuestros padres porque nos aman, cuanto más confiaremos en nuestro Dios que es un Padre perfecto. Esto es lo que Jesús nos enseñó, a sentirnos confiados en el amor de Dios que nos ama sin condiciones, que nos perdona siempre que estamos arrepentidos y como en la parábola del hijo pródigo, sale corriendo al camino y llena de besos al hijo que estaba perdido y ahora lo ha encontrado.

No tenemos que tener miedo de Dios por lo que pudimos hacer, debemos hacer lo mejor que podemos sabiendo que si nos equivocamos él nos perdonará nos aconsejará y nos ayudará a no equivocarnos más.

Jesús combate las divisiones injustas

Jesús quiere que seamos unidos entre todos, y como vimos antes, que el servicio sea nuestra característica. Si nos servimos los unos a los otros, nadie se va a sentir más importante que el otro. Nos invita a anunciar su Palaba a todos.

Lc 10,29-37   Lc 7,6-10   Mt 15,21-28   Mc 2,15-17  Mt 23,23-24; Mt 7,13-23  Mc 2,27; Jn 7,23 Lc 16,19-31  Mt 10,25

Jesús viene a traer la paz y unión entre todos. Los judíos estaban acostumbrados a marcar las diferencias, entre ricos y pobres, sanos y enfermos, Romanos y Judíos, Judíos y Samaritanos, paganos y hombres de fe. Jesús enseña como en la parábola del buen Samaritano que mi próximo es aquel que me necesita y que no puedo pasar de largo.

Para dar su amor, Jesús no hace distinciones entre las personas de ningún tipo. Todos somos hijos de Dios.  Anuncia que las divisiones ya no estarán entre las conocidas por los Judios, sino por defender las verdades del Reino. Nos prepara para ser valientes y remar contra la cultura del facilismo, de la falta de compromiso, de la búsqueda de riqueza y poder.

Pensamos en el Bulling y las veces que nosotros mantenemos una actitud pasiva, para terminar con el debemos involucrarnos.

Jesús convive con los marginados y los acoge

Jesús vino a traer su amor a todos y eso incluye a los marginados, a los débiles. Dios habita en los corazones de todos y de un modo especial en aquellos que más lo necesitan, hace su templo en ellos.

Mt 21,31- 32; Lc 7,37-50; Jn 8,2-11 Lc 7,2-10; 17,16; Mc 7,24-30; Jn 4,7-42  Mc 1,32-34; Mt 8,17; 19,13-15; Lc 8,1-3  

Mt 5,3; Lc 6,20.24; Mt 11 , 2 5 - 26

Como lo dijimos antes, son muchos los que estaban marginados socialmente, incluso los enfermos que se los veía como merecedores de ese castigo. Los paganos no habían recibido las enseñanzas de Jesús, también eran discriminados, como los pobres.

Jesús para todos ellos tiene un lugar de privilegio, y anuncia en el sermón de la montaña que serán recompensados en el cielo. Jesús recibe a los que nadie quiere recibir, como a los pecadores como en el caso de Zaqueo, que le pide que lo invite a su casa.

Su ayuda esta para todos, no importa su condición social, si no que les pide que crean, que aporten su fe para obrar los milagros que aliviaron y confortaron a tantos que estaban abandonados por la sociedad.

Todos debemos ayudar a quien tenemos cerca, no solo lo material también están los trabajos de la escuela, los compañeros que están enfermos etc.

Jesús desenmascara la falsedad de los poderosos

Un profeta es quien anuncia y denuncia lo que está mal y Jesús es un Profeta que siempre fue con la verdad y denuncio la injusticia y la mentira. Para Jesús la ley más importante es la ley del amor.

Mt 23,1-36; Lc 11,37-52; 12,1; Mc 11,15-18  Lc 16,31; 6,24; 12,13-21; Mt 6,24; Mc 10,25  Mt 9,38

Jesús con su mensaje de amor tiene cada vez más seguidores y eso provoca resentimiento y envidia en muchos sectores que temen perder poder. Jesús antepone la ley del amor ante las otras leyes religiosas como la del Sabat que no podían trabajar y Jesús realizó milagros en sábado y le recriminaban por eso.

Ni sus apóstoles lo comprendían a veces y Judas creyó que podía forzarlo en su poder para liberar a su pueblo de los Romanos, si lo vendía al Sanedrín.

Jesús enfrenta con valentía a los que le recriminan cuando no cumple con la ley de los judíos y lo ponen muchas veces a prueba y siempre la respuesta de Jesús es el amor. Denuncia la hipocresía de los fariseos preocupados por cumplir con los preceptos pero vacíos de amor.

Jesús nos quiere líderes de su Reino, que seamos valientes para anunciarlo y defender lo que es justo, que no nos dejemos engañar por el facilismo y la mentira.

La propuesta no es fácil pero con la ayuda de Dios todo es posible y por eso es tan importante la oración.

Cuando hacemos algo por el otro, debemos respetar las diferencias y hacerlo de corazón, porque muchas veces nuestros compañeros necesitan ayuda, y no podemos ver el rostro de Jesús en cada uno de ellos.

O también cuando queremos “figurar” para quedar bien o cumplir con lo que debemos hacer, tenemos que hacerlo sintiéndolo.