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Espiritualidad emocionalmente sana


Enviado por   •  10 de Diciembre de 2019  •  Ensayo  •  3.448 Palabras (14 Páginas)  •  425 Visitas

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Capitulo 1 – Cómo reconocer la espiritualidad de la punta del iceberg

En este capítulo nos habla sobre los peligros de no ser emocionalmente sanos, el autor nos da ejemplos que vivió él, antes de ser llamado al ministerio y durante el ministerio.

Él se dio cuenta de que en muchas ocasiones no actuaba maduramente, tratando de vivir una vida doble, es decir, ser uno en la casa y otro en la iglesia. Vemos como el no dejar el pasado atrás puede afectar la relación con los que nos rodean.

Se empeñaba en querer ser agradable ante los demás y tener una buena imagen como Cristiano, y que esto era una muestra de que no era maduro espiritualmente ni emocional y que su vida de cristiano no estaba transformando importantes áreas de su vida.  El relato sigue diciendo sobre los problemas que tuvo anteriormente seguían afectando su vida, a pesar de tener ya un ministerio establecido. Vemos también que la salud emocional y espiritual deben ir juntas, y que en la mayoría de las iglesias hablan acerca de ser maduros espiritualmente, sin darle tanta importancia a lo emocional.

Algo que me di cuenta en este capítulo es que muchos de los pastores dejan a un lado el lado emocional, y que esto llega a afectar mucho en el ministerio y en las relaciones que tenemos con las demás personas. Ahora veo que debo dejar atrás todo lo malo que he vivido ir a las profundidad de cosas que me han afectado anteriormente, porque esto no va a ayudarme para nada ni ahora, ni en el futuro.

Es importante para mí el no vivir una doble vida, tratar a las otras personas con amor cuando por dentro tengo heridas y dolores, tratar a mi pareja de una forma correcta tanto frente a las personas, como en persona, tratar bien a las personas a quienes estoy ministrando y así hacerlo con aquellos que viven conmigo aquí en el seminario, en mi congragación y fuera de ella, en todo momento mostrar que de verdad soy un cristiano y que no estoy fingiendo, dejar de arrastrar mi pasado y vivir un mejor presente.

Capítulo 2 – Los diez principales síntomas de la espiritualidad emocionalmente enferma.

Este segundo capítulo nos muestra una lista de diez cosas que son señal de que tenemos una espiritualidad emocionalmente enferma. En ocasiones queremos escapar de sufrimientos y nos llenamos de actividades de Dios y que en muchas ocasiones hace que ignoremos áreas dañadas en nuestras vidas e ignoramos sentimientos que nos hace pensar que estamos mal. Nos enseña también que debemos dejar ciertas cosas malas que hacen que no crezcamos y que esto es difícil ya que hay cosas en el pasado que no podemos dejar a un lado y que siguen afectando el presente. Vemos de igual manera que no debemos llevar una doble vida porque esto afecta el ministerio y a las personas que nos rodean. También que debemos reconocer que somos débiles a pesar de tener muchos otros dones.

En lo personal esos fueron algunos puntos que más me llamaron la atención, lo he vivido y muchas veces es difícil reconocer que estoy mal y que estoy enfermo, en algunas ocasiones he dejado que el pasado siga afectando mi vida y mi relación con los demás, pero a la vez esto hace que yo quiera mejorar ciertas áreas de mi vida. Ahora me doy cuenta de que no debo huir de mis sentimientos, en lo personal soy muy llorón, soy sensible y eso es bueno porque muchas veces le he llorado a Dios, a veces reclamado y sacado toda la frustración e impotencia, y esto me ha ayudado a sanar algunas cosas que me han sucedido, y hace que quiera buscar más la dirección de Dios porque sé que soy débil a pesar de tener ciertas habilidades y que no puedo hacer las cosas a mi manera, necesito la dirección de Dios para seguir adelante y ver lo que tiene en el futuro. Aprendí también que, así como vivo en lo personal, debe ser un reflejo en un lugar público (en el ministerio), sabiendo que a Dios no le agrada una doble vida, y lo que él busca es que mis emociones estén firmes y la convicción de hacer mejor las cosas, porque todos los días depende completamente de él.

Capítulo 3 – El antídoto radical: salud emocional y espiritualidad contemplativa.

Este capítulo nos da una enseñanza muy práctica.

Nos pone un ejemplo de cómo debemos hacer una balanza en cuanto a nuestras actividades que tenemos diario, y que como por dentro tenemos un deseo grande de poder pasar tiempo con Dios pero por las ocupaciones nos desviamos de lo que de verdad debemos hacer, pasar tiempo con Jesús. Nos habla de cómo la salud emocional y la espiritual contemplativa, yendo de la mano, puede desatar una revolución en nuestra vida, dejando que Dios pueda formarnos como los hijos que quiere tener.

Nos habla de los deseos que normalmente tenemos como hijos de Dios. Es obvio que queremos pasar tiempo con él, pero hay una lucha constante a la que nos enfrentamos.

Ahora que he estado en el seminario y en el ministerio he visto la lucha de querer estar con Dios y hacer otras cosas es muy fuerte, hay tanto por hacer, la beca, trabajo diario, limpieza, etc. hace que me mantenga inquieto y ocupado, tengo tanto que hacer en tan poco tiempo, pero me he dado cuenta de que al menos debo apartar un tiempo, aunque sea pequeño, pero de corazón para estar a solas con Dios.

La historia de Marta y María es muy aplicable para mi ahora, porque estoy como María, anhelando escuchar al maestro y ser guiado, pero a la vez estoy pensando como Marta, ya que hay tanto por hacer. Y lo que veo que Jesús me dice es que como María, he escogido la mejor cosa, estar a los pies del maestro. Debo hacer un cambio rápido, un cambio que afecte de manera significativa mi vida, un cambio que ponga en primer lugar a Dios, un cambio drástico en el que permita a Dios que me transforme a su imagen y semejanza, anhelando siempre tener un tiempo con él, es difícil porque tenemos luchas contras la bestia, contra distracciones del pasado que en ocasiones sigo arrastrando y con la bestia de hoy que sigue dando lata a mi vida.

Capítulo 4 – Conócete a ti mismo para que puedas conocer a Dios.

Este capítulo trata de algo que normalmente como Cristianos no queremos ver, Nos dice que debemos conocernos a nosotros mismos. Esto nos confronta porque ni nosotros nos conocemos a nosotros mismos. Pablo Dice que debemos quitar el ropaje de nuestra anterior vida, algunos otros pensadores decían que como es que queremos conocer a Dios si no hemos conocido nuestro interior, queriendo alcanzar a Dios y nosotros estando lejos al mismo tiempo. Otro dijo que nadie puede conocer a Dios si no se conoce primero a sí mismo.

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