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Herencia de Jehova son los hijos


Enviado por   •  2 de Marzo de 2020  •  Resumen  •  1.409 Palabras (6 Páginas)  •  744 Visitas

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LA HERENCIA SON LOS HIJOS

Salmo 127:3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.

Que es la Herencia:

Es un bien o bienes cedidos a un familiar o familiares cercanos.

Acá tenemos la idea que de herencia como un derecho.

También lo pensamos como algo que nos pertenece.

El concepto hebreo es muy distinto.

a. Cuando alguien recibía una herencia, era un privilegio.

b. Además, no recibía algo que le perteneciera. Tenía que administrarlo a nombre del dueño que se lo había heredado.

a. El que recibe una herencia, recibe un bien que no le pertenece.

b. Debe administrarlo a nombre de otro.

c. Debe dar cuenta de lo que hace con la herencia, que no le pertenece.

La herencia que Dios da se ha visto desde los tiempos del AT, el mandato divino del Señor cuando creó al hombre y la mujer fue reproducirse, fructificar y poblar la tierra. También vemos el caso de Abraham, un siervo de Dios de más de 90 años, y a quien por su fe, Dios le dio como herencia una gran descendencia, Génesis 15:5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.

Dios le prometió una descendencia a Abraham, aunque era imposible para un hombre de esa edad que fuera papá, pero no fue impedimento para que el Señor lo bendijera y es más, ha bendecido a sus generaciones.

Desde el AT tener hijos se consideraba de gran bendición, pero cuando una mujer era estéril se le consideraba que no la tenía y era mal vista. Cuando eso pasaba podía haber alteración en el hogar, reproches por la pareja e incluso podía llevar al divorcio.

Tal es el caso de Ana, una mujer que no podía quedar embarazada y sufría por su esterilidad, ella sufría por no poder engendrar en su vientre un ser, un hijo al que ella pudiera amar, cuidar y proteger. Sufría viendo que no podía darle descendencia a su esposo y a pesar de su sufrimiento, su clamor fue mayor porque en sus momentos de angustia y desesperación, clamo desde lo más profundo de su ser ofreciendo al Señor al fruto de su vientre si él le permitía quedar embarazada. La bendición del Señor fue tan grande que permitió que ella fuera madre de un gran siervo, el profeta Samuel.

Nuestros hijos son muy preciados para el Señor, son como un tesoro que nos es entregado para que nosotros lo administremos. Jesús manifiesta que de los niños es el reino de los cielos, también aseguraba que si no nos volvemos como niños no entraremos en el reino de los cielos. Por eso no debemos frenar el deseo de nuestros hijos de congregarse.

Como padres el tener hijos nos llena de alegrías, nos llena de amor y gozo, esos pequeños seres sacan lo mejor de cada uno de nosotros. Con ellos llegamos a tener experiencias muy especiales, el amor que ellos nos dan es inocente, desinteresado y puro.

Debemos dar gracias a Dios por nuestros hijos, por la obra que hace en nosotros por medio de ellos. La crianza de los hijos es una forma de poner en práctica la palabra de Dios ya que los debemos guiarlos por medio de los dones del Espíritu Santo que aparecen en Gálatas 5:22 que son amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.

Hay mandatos específicos para los padres, en proverbios 22:6 la palabra nos ordena ser guías de nuestros hijos…. Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartaré de él…. Como padres somos responsables de guiarlos por los buenos caminos y enseñarles la palabra de Dios, somos quienes deben sembrar en sus corazones la sana doctrina y prepáralos para que sean seguidores de Cristo.

Tenemos que tener en cuenta que somos responsables en la conducción y formación de nuestros hijos, no podemos hacernos los desentendidos en la formación de su vida como personas y mucho menos en su vida espiritual, ya que todo lo que hagamos con ellos se nos demandará.

La palabra también nos enseña que los hijos

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