Monografía exegética de Mateo 19:16-30
Enviado por cpineda1998 • 13 de Mayo de 2019 • Monografía • 5.260 Palabras (22 Páginas) • 723 Visitas
Monografía exegética de Mateo 19:16-30
Carolina Pineda Arcila
Christopher M. Hays, Ph.D.
Fundación Universitaria Seminario Bíblico de Colombia
Facultad de Teología
Medellín
Noviembre de 2017
Tabla de contenido
Introducción 2
Contexto literario 3
Exégesis secuencial 5
¿qué es lo bueno? (vv. 16-19) 5
Ser perfecto y amar al prójimo (vv. 20-21) 6
Limosnas y recompensa futura (v.21) 9
Los ricos y el reino de los cielos (vv. 22-24) 11
Solo Dios puede salvar (vv. 25-26) 12
Los verdaderos seguidores del Mesías (vv. 27-30) 13
Conclusión 14
Bibliografía 17
Introducción
En el presente estudio se busca exponer el mensaje central de la perícopa de Mateo 19:16-30. El autor quiere comunicar que la vida eterna se recibe al cumplir la ley por medio de dar los bienes por amor al prójimo necesitado y dejar todo para seguir a Jesús. Con base en la explicación del contexto literario, se podrá entender la inversión del estatus en el reino de Dios que se ve reflejada en la sección de Mateo 19:1-20:16. Se desarrollará una exégesis secuencial comenzando con la pregunta acerca de lo bueno que hay que hacer para obtener vida eterna y la respuesta de Jesús afirmada en el cumplimiento de la ley (vv.16-19). Se presentará el argumento de Jesús, donde relaciona el “ser perfecto” con dar limosnas y recibir recompensa futura (vv.20-21). Se estudiarán las maneras en que los judíos percibían la conexión entre las riquezas y la piedad o el favor divino (vv.22-24). Habrá un comentario referente al reino de los cielos y salvación en relación con dar limosnas, basado en la pregunta de sus discípulos: “¿quién podrá salvarse?” (vv.25-26). Llegado a este punto, se hablará de los discípulos como los verdaderos seguidores del Mesías resucitado y la inversión de estatus donde los últimos llegan a ser los primeros (vv.27-30). Habiendo expuesto la estructura del trabajo, se comenzará a continuación con el contexto literario.
Contexto literario
Con el propósito de entender el contenido de la perícopa de estudio, es sustancial comenzar por ubicar el pasaje en el libro de Mateo. Para lograr dicha comprensión, se propone un bosquejo dividido de la siguiente manera:
- Introducción: antecedentes del ministerio de Jesús (1:1-4:12)
- Comienzo del ministerio de Jesús: en Galilea[1] (4:12-10-42)
- Duda y oposición hacia el ministerio de Jesús (11:1-18-35)
- Ministerio de Jesús: en Judea y Jerusalén (19:1-25:46)[2]
- Inversión de estatus: Los primeros serán los últimos y los últimos los primeros (19:1-20:16)
- El divorcio (19:1-12)
- Los niños (19:13-15)
- El joven rico (19:16-30)
- Parábola de los viñadores (20:1-16)
- Predicción de su muerte (20:17-34)
- Jesús es recibido como el Mesías (21:1-22)
- Confrontación entre Jesús y los fariseos: Jesús los trata de hipócritas (21:23-23:39)
- Discurso de Jesús: La venida del hijo del hombre (24:1-25:46)[3]
- Crucifixión (26:1-27:60)
- Jesús resucita y se aparece a sus discípulos (27:61-28:20)
La perícopa de estudio se encuentra en la división mayor del ministerio de Jesús en Judea y Jerusalén (19:1-25:46), específicamente ubicada en la sección de Inversión de estatus (19:1-20:16). Esta división está después del discurso comunitario de Jesús (18:1-35).[4] En dicho discurso Jesús enseña cómo es la vida del reino de Dios[5] describiendo la actitud en cuanto a la humildad, el perdón, el pecado de otro y el cuidado de los pequeños.[6] Elementos como la humildad y el cuidado de los pequeños son relevantes para entender la división de Mt 19:1-20:16, puesto que en esta parte del libro se enseña sobre la inversión del estatus en el Reino.
El hilo conductor de la sección donde se ubica la perícopa de estudio (19:1-20:16) refleja la enseñanza del cuidado sobre los pequeños. Puede verse en la controversia sobre el divorcio (19:1-11), los niños (19:13-15), el joven rico (19:16-30) y los viñadores (20:1-16). Frente al divorcio, Jesús habla de los eunucos (19:11-12), personas menospreciadas en la cultura judía, para referirse a aquellos que son eunucos para el reino de Dios.[7] Además, se ve el cambio entre el estatus de la mujer y el hombre, se prioriza la protección de la mujer sobre el poder del hombre. Similar a la situación con los niños, quienes eran de bajo estatus en la sociedad judía, Jesús afirma que el reino de los cielos es de quienes son como ellos (19:14). De igual manera, el relato del joven rico y la parábola de los viñadores dicen que los primeros serán los últimos y los últimos los primeros (19:30; 20:16).
Con esta serie de perícopas, Mateo está invirtiendo el rol de los poderosos por el bajo estatus de los menospreciados. En otras palabras, el autor está manifestando el cambio entre los de alto estatus y las otras personas (los menospreciados y pobres) a quienes pertenece el reino.[8] El suceso con el joven rico contribuye a esta serie de eventos puesto que describe una alteración o inversión del estatus social de las personas y el lugar que ocupan los que obedecen a Jesús.[9]
Exégesis secuencial
¿Qué es lo bueno? (vv. 16-19)
La perícopa abre con un joven rico que se acerca a Jesús y le pregunta “¿qué bien haré para obtener la vida eterna?” (v.16, LBLA). Si se da un vistazo a la perícopa de Lucas y de Marcos (la fuente de Mateo), es importante resaltar que en los casos de Marcos y Lucas el hombre se dirige a Jesús como maestro bueno (Mc 10:17; Lc 18:18), mientras que en Mateo solo como maestro. Sin embargo, en la pregunta de Mateo el joven dice “¿qué bien haré?” (v.16), cuando en Lucas y Marcos solo dice “qué haré” (Mc 10:17; Lc 18:18). En Mateo, la respuesta de Jesús es refiriéndose a lo que es bueno, pero en Marcos y Lucas, la respuesta va enfocada en cuanto al que es bueno, que es solo Dios. Carson afirma que “una mayoría de eruditos sostienen que mateo ha transformado el intercambio de palabras porque, en su época posterior del escrito, la iglesia ya no podía vivir con la insinuación de que Jesús no estuvo libre de pecado”.[10] Puesto que los tres evangelios no dejan claro cuál es la posición de Jesús en cuanto a sí mismo, pueden dar a entender que él tampoco es bueno.
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