Semana Santa 8vo.

La fiesta judía de la Pascua

El relato de la última cena

En la fiesta de Pascua, los judíos celebraban la liberación de la esclavitud de Egipto y la alianza que Dios hizo con su  pueblo en el Sinaí. La familia se reunía en torno a la mesa. En la cena se comía el cordero pascual, símbolo de la alianza. Lo acompañaban de panes ácimos (sin levadura), verduras o hierbas amargas (que recordaban el sufrimiento de la esclavitud) y vino. El padre de familia bendecía el pan y lo repartía entre todos los presentes. Lo mismo hacía con una copa de vino.

Durante la cena, el más joven de la comensales preguntaba: “¿Por qué esta noche es diferente de las demás noches?”. Entonces el padre recordaba a toda la familia  el origen y sentido siempre actual de la fiesta. La Pascua era a la vez recuerdo de la liberación, acción de gracias a Dios y renovación de la alianza que un día Yahvé hizo con los antepasados del pueblo de Israel.

Era la fiesta más importante para un judío. Se celebraba el 14 de nisán (equivalente a nuestros meses de marzo o abril)

Jesús, el Señor, la noche en que iba a ser entregado tomó pan y, después de dar gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo entregado por ustedes; hagan esto en memoria mía”. “Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; cuantas veces beban de él háganlo en memoria mía” (1 Cor 11, 23-26)

1 Cor 11, 23- 26

Mt 26, 26 – 29

Mc 14, 22 – 25

Lc. 22, 15-20

Jesús, el Señor, la noche en que iba a ser entregado tomó pan y, después de dar gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo entregado por ustedes; hagan esto en memoria mía”. “Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; cuantas veces beban de él háganlo en memoria mía”

Durante la cena, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y dándolo a sus discípulos, dijo: Tomen y coman; esto es mi cuerpo. Tomó luego un cáliz y después de dar gracias lo dio a los discípulos diciendo: - Beban todos de él, porque ésta es mi sangre, la sangre de la alianza, que se derrama por todos para el perdón de los pecados. Les digo que a partir de ahora no beberé más de este fruto de la vid hasta el día aquel en que beba con ustedes un vino nuevo en el reino de mi Padre.

Durante la cena, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió, lo dio a sus discípulos y dijo: Tomen, esto es mi cuerpo. Tomó luego un cáliz, pronunció la acción de gracias, lo dio a sus discípulos y bebieron todos de él. Y les dijo: -Ésta es mi sangre, la sangre de la alianza derramada por todos. Les asegura que ya no beberé más del fruto de la vid hasta el día aquel en que beba un vino nuevo en el reino de Dios

Y les dijo: - ¡Cómo he deseado celebrar esta pascua con ustedes antes de morir! Porque les digo que no la volveré a celebrar hasta que tenga su cumplimiento en el reino de Dios.

Tomó entonces un cáliz, dio gracias y dijo: - Tomen esto y repártanlo entre ustedes; pues les digo que ya no beberé del fruto de la vid hasta que llegue el reino de Dios, Después tomó pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: - Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes; hagan esto en memoria mía. Y después de la cena, hizo lo mismo con el cáliz diciendo: - Éste es el cáliz de la nueva alianza sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes.