Teoría y crítica del conocimiento de la arquitectura

Samantha Alejandra Peredo Soriano Bañuelos

Arq. Sarahi Morales Mata

Teoría y crítica del conocimiento de la arquitectura

7 de mayo del 2017

Ensayo

 Arquitectura politeísta y monoteísta en distintas culturas

La arquitectura ha sido para el hombre un medio para expresar sus creencias y venerar a sus dioses, utilizando elementos arquitectónicos tales como ornamentos y columnas para representar sus cualidades y atributos.

El propósito de este ensayo es analizar las características de las construcciones creadas con fines religiosos y como los elementos arquitectónicos sirven como herramienta y lenguaje para representar la espiritualidad y creencias de algunas culturas a través de los tiempos.

Arquitectura Politeísta

Se entiende como politeísmo a la creencia y adoración de muchos dioses. Típicamente, estos dioses se distinguen por funciones particulares, y a menudo toman características humanas.

        El templo es conocido como monumento capital de la cultura griega, esta construcción era utilizada para venerar a sus dioses más no se utilizaba como espacio para ceremonias o cultos si no para colocar una estatua del dios al que pertenecía el templo. En su fachada cuenta con una cubierta inclinada a dos aguas con un plano triangular o frontón cuyo fondo se denomina tímpano y los conocidos ordenes clásicos griegos, entendiendo como orden a un sistema de proporciones y sucesión de las diversas partes del soporte y de la techumbre adintelada.[pic 1]

[pic 2]

Se dan tres modos o estilos diferentes de órdenes clásicos: dórico, jónico y corintio.

El orden dórico es el más sobrio de formas, con proporciones más robustas y austera decoración. El fuste de la columna arranca del estilóbato que eleva el edificio del terreno, este es estriado y tiene un ligero ensanchamiento en su parte central, el tránsito entre la parte superior de la columna y el capitel se establece a través de una moldura llamada collarín, el capitel consta de una almohadilla de sección parabólica y el ábaco que es prisma de base cuadrada y plana. La techumbre constituye al entablamento que tiene tres partes: arquitrabe, friso y cornisa. El arquitrabe es liso y está constituido por triglifos y metopas.

        El orden jónico es más esbelto y tiene mayor riqueza decorativa, la tradición griega cuenta que se crea en el templo de Artemisa en Éfeso para dar a la columna la delicadeza del cuerpo femenino imitando en las volutas los rizos de su peinado. La columna descansa sobre una base moldurada compuesta de una losa cuadrada, el fuste carece de éntasis y el friso es liso.

        El orden corintio parte de la leyenda de una joven de corinto fallecida, la diosa Agea hace brotar hojas de acanto y rosas a su alrededor y estas son imitadas y puestas en el capitel mencionado, la columna también descansa sobre una base con molduras, el fuste carece de éntasis, el friso es liso aun que puede recibir decoración y el frontón también tiene tímpano.

[pic 3]

Las características de estos órdenes nos sirven como lenguaje para entender algunas características físicas del dios a quien está dedicado el templo. Ejemplo de esto, el Partenón que es uno de los templos griegos más conocidos, ubicado en la Acrópolis y consagrado a la diosa Atenea Parthenos, este templo es de los más antiguos dóricos y es utilizado este orden debido a las características de Atenea, quien simboliza la fuerza bruta y el valor de los héroes y es elegida como protectora y patrona de las ciudades. Este templo fue construido en agradecimiento a su protección contra los persas, los dos frontones del templo reproducían los temas del nacimiento de Atenea y el combate entre esta diosa y Poseidón, en las metopas de su parte exterior se presentan cuatro temáticas que simbolizan las victorias y la capacidad de Atenas de vencer a sus enemigos (Amazonomaquia, Gigantomaquia, Centauromaquia y la Illiupersisamazonas)^[1]. A lo largo corre un friso de estilo jónico en el que se representa una procesión que se tenía cada cuatro años, las Panateneas, en la que un amplio cortejo acudía a entregar a la diosa un peplo^[2] bordado por las jóvenes de la ciudad. Todo eso es propio de la polis ateniense y de sus valores cívicos, de su organización y de sus costumbres. El friso es símbolo, por tanto, de la propia ciudad de Atenas y pretende demostrar su supremacía en el mundo helénico.

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