Abrahán: Un Hombre Valiente
Enviado por leomos • 11 de Abril de 2014 • 958 Palabras (4 Páginas) • 364 Visitas
Abrahán observa a sus familiares y siervos preparándose para el viaje a Canaán (Génesis 12:1-5). Son muchos los que dependen de él, y de seguro siente el peso de la responsabilidad. ¿Cómo va a satisfacer sus necesidades en una tierra desconocida? ¿No sería mucho más fácil ocuparse de ellos en la próspera y fértil región de Ur, donde abundan el agua y el pasto? ¿Qué pasará si él enferma o muere en el país adonde se dirige? ¿Quién cuidará de su familia? Es posible que a Abrahán le hayan asaltado algunas de estas preocupaciones. Aun así, no permite que sus temores lo paralicen. Está resuelto a obedecer los mandatos de Dios pase lo que pase. Su valentía es extraordinaria.
¿QUÉ ES LA VALENTÍA? Es la cualidad de la persona fuerte y decidida, capaz de afrontar situaciones peligrosas o difíciles. No hay rastro de cobardía ni de timidez en ella. Claro, eso no quiere decir que nunca tenga miedo. Lo que ocurre es que Dios le da valor para actuar pese a sus temores.
¿CÓMO MANIFESTÓ ABRAHÁN ESTA CUALIDAD? Estuvo dispuesto a ir contra la corriente. La sociedad en la que se crió adoraba un sinnúmero de dioses e imágenes. Pero él no dejó de hacer lo que estaba bien por miedo a lo que pensaran los demás. Con mucho valor optó por ser diferente y adorar a un solo Dios: Jehová, “el Dios Altísimo” (Génesis 14:21, 22).
Antepuso su adoración al Dios verdadero a sus preocupaciones materiales. Prefirió sacrificar su cómoda vida en Ur y dirigirse al desierto, convencido de que Dios no lo abandonaría. Es probable que con el paso del tiempo recordara algunas de las comodidades que tenía en Ur. Aun así, nunca dudó de que Jehová satisfaría todas sus necesidades y las de su familia. Consideraba a Jehová el Ser más importante de su vida, y eso le dio valor para obedecer sus mandatos.
¿QUÉ NOS ENSEÑA SU EJEMPLO? Para empezar, que debemos ser valientes y obedecer a Dios, aunque quienes nos rodeen hagan lo contrario. La Biblia dice que quienes se ponen de parte de Jehová pueden toparse con oposición, quizá procedente de algunos amigos y parientes bienintencionados (Juan 15:20). Pero como estamos convencidos de que lo que sabemos de Dios es verdad, no nos da miedo defender con respeto nuestra postura (1 Pedro 3:15).
Además, Dios promete satisfacer las necesidades de quienes demuestran fe en él. Así que si confiamos en esta promesa, tendremos valor para centrarnos más en lo espiritual que en lo material (Mateo 6:33). Veamos cómo lo ha hecho una familia de nuestros días.
Aunque Doug y Becky tienen dos hijos pequeños, querían mudarse a un país donde hubiera necesidad de proclamadores del consolador mensaje bíblico. Tras analizar el asunto detenidamente y orar a Dios, decidieron seguir adelante con sus planes. “Iba a requerir mucho valor mudarnos con los niños sin saber cómo nos iría —admite Doug—. Así que cuando empezamos a barajar esta posibilidad, estudiamos el caso de Abrahán y Sara. Nos ayudó mucho reflexionar
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