Apartemonos del mal
Enviado por camilex1 • 8 de Enero de 2016 • Apuntes • 608 Palabras (3 Páginas) • 328 Visitas
Apartémonos del mal
4. a) ¿Qué odio deben cultivar los cristianos? b) ¿Cómo considera Jehová la conducta pecaminosa? (Véase la nota.)
4 Las Escrituras indican que “el temor de Jehová significa odiar lo malo” (Proverbios 8:13). Un léxico bíblico define tal odio como la “actitud ante objetos y personas a los que uno se opone, detesta y desprecia, y con los que evita todo tipo de contacto o relación”. Por consiguiente, el temor de Dios implica sentir aversión o repugnancia hacia lo que es malo a sus ojos (Salmo 97:10).* Nos mueve a rehuir la maldad, tal como el miedo instintivo nos lleva a retirarnos de un precipicio. “En el temor de Jehová uno se aparta de lo malo”, dice la Biblia (Proverbios 16:6).
5. a) ¿Cómo fortalecemos el temor piadoso y el odio al mal? b) ¿Qué nos enseña al respecto la historia de la nación de Israel?
5 Si meditamos en los daños que acarrea el pecado, reforzaremos nuestro temor saludable y odio al mal. La Biblia nos asegura que segaremos lo que sembremos, según lo hagamos con miras a la carne, o al espíritu (Gálatas 6:7, 8). Por ello, Jehová enumeró con toda claridad las consecuencias inevitables de desoír sus mandamientos y abandonar la adoración verdadera. Sin la protección divina, la pequeña y vulnerable nación de Israel quedaría a merced de vecinos poderosos y crueles (Deuteronomio 28:15, 45-48). Las Escrituras refieren con detalle los trágicos frutos de su desobediencia “para amonestación de nosotros”, es decir, para que aprendamos la lección y cultivemos temor piadoso (1 Corintios 10:11).
6. ¿Qué ejemplos bíblicos podemos examinar para aprender el temor piadoso? (Véase la nota.)
6 Además de relatar qué le ocurrió a Israel como nación, la Biblia narra las vivencias de seres humanos que se dejaron arrastrar por los celos, la inmoralidad, la codicia o la soberbia.* Algunos sirvieron por años a Jehová, pero llegaron a un momento crucial en el que su temor piadoso no tuvo la fuerza precisa, de modo que cosecharon amargos frutos. Al meditar en tales casos, se fortalecerá nuestra resolución de no caer en los mismos errores. ¡Qué triste sería esperar a que nos ocurriera alguna tragedia para tomar a pecho los consejos divinos! A diferencia de lo que suele creerse, aprender por experiencia propia —sobre todo la que se obtiene al ceder al desenfreno— no es la mejor forma de aprender (Salmo 19:7).
7. ¿A quién invita Jehová a su tienda simbólica?
7 Otra poderosa razón para cultivar el temor de Dios es el deseo de proteger nuestra relación con él. Tememos desagradarle porque valoramos muchísimo su amistad. Ahora bien, ¿a quién considera Jehová su amigo y por ello lo invita a su tienda simbólica? Solo al “que está andando exento de falta y practicando la justicia” (Salmo 15:1, 2). Si apreciamos el privilegio de tener tal relación, haremos todo
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