Asistencia A La Misa

Algunas personas tratan muy deportivamente sus formas exteriores, olvidando que están ante Jesús presente, vivo y resucitado. Podremos estar en gracia de Dios, ser piadosos, pero nuestra manera de vestirnos y de comportarnos son el primer testimonio que damos de amor al Señor y a la comunidad y tal vez estemos escandalizando a los demás o dando un mal testimonio con nuestras maneras y/o modales. Esta es una buena frase de la dirección espiritual: "No solo hay que ser, también hay que parecer". Da vergüenza que en las Iglesias encontremos chicles pegados en las bancas, personas desplayadas en las sillas del templo como si estuvieran en una sala de tv, personas que dejan sus celulares encendidos en la Misa y no solo eso sino que lo responden en plena celebración o chatean en medio del sermón sin el más mínimo escrúpulo. Algunos jovencitos se besan apasionadamente en la Iglesia, mientras uno que otro asiste a la Misa recién levantado con el pelo parado o se pone a roncar en la banca. Otros asisten en pantaloneta, con el balón de fútbol, se fuman su último cigarrillo antes de que comience la santa Misa o asisten a la celebración con hedor a alcohol y con la resaca de la fiesta del día anterior. Algunas mujeres asisten a la celebración con amplios escotes y cortas minifaldas para luego pasar a comulgar como si estuvieran en un desfile. Los feligreses peleando con las esposas por mirones y ¿el pobre cura qué? Y qué me dices de los niños inquietos que se encaraman en el altar y salen corriendo en plena misa riéndose o gritando y sus papás ni se inmutan!!! Bebés llorando a grito herido desconcentrando a toda la gente. O las personas que llevan al perrito a Misa, porque no había quien lo cuidara en la casa. etc etc etc. Y eso sin contar con aquellos que llegan tarde a la Eucaristía y se "pasean" todo el templo buscando donde sentarse. Los que llegan durante la homilía o incluso en la consagración y pasan a comulgar sin ninguna preparación previa, y también aquellos que les gusta recibir la comunión en la mano, y cuando se retiran no revisan sus manos y hay que detenerlos para que no "boten" a Nuestro Señor al piso y lo terminen pisando, se enojan porque es una “imprudencia”. Entra por un oído y sale por el otro

Creo querido amigo, que Dios merece respeto, ¿si te invitaran a una comida, asistirías en pantaloneta y sudando? no creo. ¿Pegarías un chicle en un sofá? te sacan de la casa! Por ser Dios quien es, crees que podemos maltratarlo con nuestro comportamiento? debería ser todo lo contrario, para Dios lo mejor, nuestra mejor ropa, de ahí el término: "pinta Dominguera" nuestra mejor actitud, nuestro mejor comportamiento.

Los pobres sacerdotes en el momento en el que le llaman la atención a la comunidad al respecto, terminan siendo los malos de la película, no es tarea fácil educar a los fieles. Acuérdate de esa frase: PARA DIOS LO MEJOR.

...