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Autoridad Y Sumision


Enviado por   •  5 de Octubre de 2013  •  8.530 Palabras (35 Páginas)  •  766 Visitas

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LA IMPORTANCIA DE LA AUTORIDAD

La obra de Dios en Su trono, el trono de Dios está establecido sobre la autoridad. Todo fue creado por medio de la autoridad de Dios., y todas las leyes naturales mantienen su cohesión por medio de Su Autoridad. Es fácil ser perdonados del pecado que está en contra del poder de Dios, pero no es fácil ser perdonados del pecado que eta en contra de la Autoridad de Dios, debido a que pecar contra la Autoridad de Dios es pecar contra El mismo.

Satanás llego a ser quien es debido a que fue más allá de la Autoridad de Dios., El quería competir con Dios y oponérsele. Así que, la causa de su caída fue la rebelión. Violar la autoridad de Dios es rebelión, y es un problema más serio violar su santidad. La Rebelión se relaciona con la violación de principio y por esa razón no es fácil que se perdone. Por consiguiente si queremos servir a Dios, no podemos violar la autoridad., pues si lo hacemos estamos aplicando el principio de Santanas.

Debemos encontrarnos cara a cara con la autoridad de Dios para darnos cuenta de lo que significa dicha autoridad. Antes de que Pablo se diera cuenta de lo que significaba esta autoridad, quiso erradicar la iglesia de la tierra. Pero después de encontrarse con el Señor cuando iba hacia Damasco, comprendió que es difícil dar coces contra el aguijón (autoridad de Dios). Cayó en tierra, reconoció a Jesús como Señor y se sometió a las instrucciones de Ananías. Pablo se encontró con la autoridad de Dios.

La mayor exigencia que Dios hace al hombre no es que lleve la cruz, ni que dé ofrendas, ni que se consagre, ni que se niegue al yo, sino que se someta a Él. Solamente prestar atención y obedecer honra de una manera absoluta a Dios y exaltan su voluntad. La obediencia es la otra parte de la autoridad. A fin de obedecer, es necesario quitarnos de en medio. Una persona no puede obedecer en su propio yo. Solamente se puede obedecer viviendo en el Espíritu. La obediencia es la expresión más alta de nuestra respuesta a la voluntad de Dios.

La oración que el Señor elevó en Getsemaní es la mejor expresión de la sumisión a la autoridad de Dios. La sumisión de nuestro Señora la autoridad de Dios va mucho más allá de Su sacrificio en la cruz. La voluntad de Dios es absoluta mientras que ir a la cruz no lo es. Cuando la sumisión proviene de conocer la voluntad de Dios, es una sumisión a la autoridad. Si no hay oración ni esta uno dispuesto a conocer la voluntad de Dios., no podrá sujetarse a la autoridad. Nuestro servicio a Dios no debe ser un sacrificio voluntario ni la negación de nuestro yo. , sino el cumplimiento de Su voluntad. Pasar por alto la autoridad de Dios es pasar por alto a Dios mismo, por consiguiente la Biblia dice que la rebelión es como el pecado de adivinación y la obstinación como ídolos e idolatría.

En el Universo existen dos grandes acciones: creer para ser salvo, y someterse a la autoridad. En otras palabras, confiar y obedecer. Vivir sin ley significa hacer a un lado la autoridad de Dios., lo cual es pecado. La transgresión se relaciona con la conducta., mientras que vivir sin ley tiene que ver con la actitud y con los motivos del corazón. La edad presente es una edad rebelde., el mundo está lleno de pecados de rebelión. Inclusive la inicua eta a punto de manifestarse. Al mismo tiempo, la autoridad va siendo cada vez mas desplazada en el mundo al final, toda la autoridad será desechada y lo único que quedara será un reino de rebeldía. Por consiguiente, existen dos principios en el universo: la autoridad de Dios y la rebelión de Satanás. No podemos servir a Dios y al mismo tiempo tomar el camino de la rebelión, adoptando un espíritu de rebelión. Cuando el hombre se encuentra con la autoridad de Dios y es azotado por ella, sus ojos serán iluminados. Podrá discernir no solo lo que hay en si mismo sino en otros también. Sabrá quien es rebelde y quien no lo es.

Ejemplos de rebelión en el Antiguo testamento

Después de que Dios creó a Adán, le dio algunas instrucciones. Le ordenó que no comiera del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Dios puso a Adán bajo cierta autoridad para observar si se sometería a ella. Dios confió toda creación a la autoridad de Adán, para que él la administrara y tuviera la autoridad de toda la creación. Dios puso a Adán bajo Su propia autoridad para que aprendiera a someterse a la autoridad. Solo quienes se someten a la autoridad pueden ejercer autoridad.

Al principio. Dios creó primero a Adán, y después a Eva. El decidió que Adán fuera la Autoridad y que Eva se sometiera a dicha autoridad. Dios dispuso que uno fuera la autoridad y que el otro se sometiera, la autoridad depende del orden o la secuencia de precedencia. El que es creado primero tiene la autoridad. En donde nos encontremos, debemos determinar quien tiene la autoridad y someternos.

La caída del hombre se produjo por la falta de sometimiento a la autoridad. Eva no consultó con Adán, y tomo la decisión sola. Vio que el fruto era bueno para comer y agradable a los ojos así que, tomo la decisión por su propia cuenta. Después de extender su mano para coger el fruto., ella primero pensó y luego cayó en la tentación. Ella no sólo violo el mandamiento que Dios le había dado, sino que también paso por alto la autoridad de Adán. Al rebelarse contra la autoridad delegada, se rebelo contra Dios. Adán también le hizo caso a Eva lo cual fue peor, ya que desobedeció la orden directa de Dios. Como resultado, Adán también hizo a un lado la autoridad de Dios y se rebeló.

La obra de un cristiano en su totalidad debe provenir de la sumisión. Nada debe ser hecho por iniciativa propia, ya que todo debe ser una respuesta de nuestra parte. Debemos adoptar una posición pasiva en nuestras acciones., es decir, todo lo que hagamos debe iniciar en Dios y no en nosotros.

Cuanto más sumiso sea el hombre, menos actuará por su cuenta. En el comienzo de la búsqueda del Señor por parte del hombre, se ve mucha actividad y poca sumisión. A medida que avanza, sus actividades disminuyen y al final queda solamente la sumisión. El hombre no debe hacer nada basándose en el conocimiento del bien y del mal. Solo debe actuar en obediencia.

Toda autoridad provine de Dios porque todo fue dispuesto por El. Encontrarse con la autoridad de Dios es lo mismo que encontrarse con Dios.

Nuestra posición debe ser mantenernos bajo la autoridad de otros y al mismo tiempo ejercer autoridad. A parte de Dios, todas las personas incluyendo al Señor Jesús, tienen que someterse a las diferentes autoridades que rigen en la tierra. Debemos reconocer la autoridad en dondequiera que estemos. En donde quiera que nos encontremos, lo primero que debemos determinar es quien tiene la autoridad. Si uno sabe a quién debe someterse, espontáneamente

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