Benedicto
Enviado por Drako2705 • 28 de Agosto de 2012 • 851 Palabras (4 Páginas) • 370 Visitas
11 mensajes de Benedicto XVI a los jóvenes
Benedicto XVI se ha dirigido en multitud de ocasiones a los jóvenes. No sólo en las jornadas mundiales de la juventud, sino en sus viajes pastorales por todo el mundo.
En todos estos encuentros repite una misma idea: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva.» (Benedicto XVI, Deus caritas est, 1).
1. Vuestra misma edad es una gran riqueza
Los años que estáis viviendo son los años que preparan vuestro futuro. El ‘mañana’ depende mucho de cómo estéis viviendo el ‘hoy’ de la juventud. Mis queridos jóvenes, tenéis por delante una vida, que deseamos sea larga; pero una sola, es única: no la dejéis pasar en vano, no la desperdicies.
2. Dios no quita nada
La felicidad que buscáis tiene un nombre: Jesús de Nazaret. Os repito lo que dije al principio de mi pontificado: “Quien deja entrar a Cristo en la propia vida, no pierde nada, nada, absolutamente nada de lo que hace la vida libre, bella y grande. Sólo con esta amistad se abren realmente las grandes potencialidades de la condición humana. Sólo con esta amistad experimentamos lo que es bello y lo que nos libera”.
3. Cristo sólo desea que seáis realmente felices
Id a su encuentro en la santa Eucaristía, id a adorarlo en las iglesias y permaneced arrodillados ante el Sagrario: Jesús os colmará de su amor y os manifestará los sentimientos de su Corazón. Si os ponéis a la escucha, experimentaréis de modo cada vez más profundo la alegría de formar parte de la Iglesia, que es la familia de sus discípulos congregados por el vínculo de la unidad y del amor.
4. Es necesario que tengáis a Jesús como uno de vuestros amigos más queridos,
más aún, el primero
Es necesario que tengáis a Jesús como uno de vuestros amigos más queridos, más aún, el primero. Así veréis cómo la amistad con Él os llevará a abriros a los demás, a quienes consideráis hermanos, manteniendo con cada uno una relación de amistad sincera. En efecto, Jesucristo es precisamente “el amor de Dios encarnado".
5. Compromiso con el prójimo
"Porque aun siendo muchos, somos un solo pan y un solo cuerpo, pues todos participamos de un solo pan", dice san Pablo (1 Co 10, 17). Con esto quiere decir: puesto que recibimos al mismo Señor y él nos acoge y nos atrae hacia sí, seamos también una sola cosa entre nosotros. Esto debe manifestarse en la vida. Debe mostrarse en la capacidad de perdón. Debe manifestarse en la sensibilidad hacia las necesidades de los demás. Debe manifestarse en la disponibilidad para compartir. Debe manifestarse en el compromiso con el prójimo,
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