Biblia Satanica
Enviado por Tonicius • 27 de Octubre de 2014 • 46.425 Palabras (186 Páginas) • 393 Visitas
Antón Szandor LaVey
La biblia satánica
México, D. R, 1975
Título original: The Satanic Bible Traducción: José María Cañas Primera edición
(e) 19C9 by Antón Szandor LaVey D.R. ©, 1975, por Ediciones Roca, S. A,
Pian de Ayala 4, México 17, D. F.
PARA DIANA
A: Bernardino Logara, que conocía el valor del dinero.
Karl Haushofer, un profesor sin cátedra.
Grigori Yefimovitch Rasputín, que conocía la magia
[de un niño.
Sir Basil Zaharoff, un caballero.
Allessandro Cagliostro, un pillo.
Barnabas Saúl, el eslabón con Monte Lalesh.
Ragnar Rcdbeard, cuyo poderío es justo.
William Mortensen, quien miró... y vio.
Hans Brick, que conoce la ley.
Max Reinhardt, un creador de sueños.
Orrin Klapp, el hombre caminante.
Fritz Lang, que hizo conmovedores cianotipos.
Friederich Nietzsche, un realista.
William Claude Dukinfield, que me ahorró un viaje
[al Tibet.
Phineas Taylor Barnum, otro gran gurú.
Hans Póelzig, que lo sabe todo.
Reginald Marsh, un gran artista.
Wilhelm Reich, que sabía algo más que hacer
[gabinetes.
Mark Twain, un hombre muy bravo.
Y a: Howard Hughes, James Moody, Marcello Truzzi, Adrían-Claude Frazier, Marilyn Monroe, Wesley Mather, William Lindsay Gresham, Hugo Zacchini, Jayne Mans- field, Frederick Goerner, C. Huntley, Nathanael West, Horatio Alger, Robcrt Ervin Howard, George Orwell, Howard Phillips Lovecraft, Tuesday Weld, H. G. Wells, hermana Marie Koven, Harry Houdini, Togare y los Nueve Hombres Desconocidos.
Indice
INTRODUCCION 13
PREFACIO 21
PROLOGO 23
LAS NUEVE AFIRMACIONES SATANICAS 25
(FUEGO) EL LIBRO DE SATAN
La diatriba infernal 27
I, El libro de Satán 31
(AIRE) EL LIBRO DE LUCIFER
La ilustración 37
T. ¡Se busca a dios vivo o muerto! 41
II. El dios al que adoras puedes ser tú mismo 47
III. Algunas pruebas de que estamos en lina
nueva edad satánica 49
IV. El infierno, el diablo y cómo vender el
alma 59
V. Amor y odio 69
VI. Sexualidad satánica 71
VII. j No todo lo que los vampiros absorben
es sangre! 83
VIII. Satisfacción de las pasiones... no com¬pulsión 89
IX. Sobre la elección de un sacrificio humano 97
X. La vida después de la muerte a través de
la satisfacción del ego 103
XI. Fiestas religiosas 109
XII, La misa negra 113
(TIERRA) EL LIBRO DE BELIAL
El dominio de la tierra 121
1. La teoría y la práctica de la írtagia sa¬tánica (definición y propósito) 125
II. Los tres tipos de rito satánico 131
III. “Descompresión intelectual” 137
IV. Los elementos utilizados en la realización
de la magia satánica 141
V. El rito satánico 151
(AGUA) EL LIBRO DE LEVIATAN
El mar furioso 163
I. Invocación a Satán 167
II. Invocación empleada para la conjuración
de la lujuria 169
III. Invocación empleada para la conjuración
de la destrucción 171
IV, invocación empleada para la conjuración
de la compasión 173
V. El lenguaje enochiano y las claves eno-
chianas 175
Introducción
por Burton H. Wolfe*
En el verano de 1966, unos cuantos periódicos del área de la Bahia de San Francisco empezaron a prestar aten¬ción a un conjunto de adoradores del Diablo dirigidos por Antón Szandor LaVey, que tiempos antes había tra¬bajado como domador de leones y había sido también or¬ganista. Su práctica de la magia negra no era nueva en el mundo. Tenía huellas de los diversos cultos del vudú, de un Club Fuego del Infierno que existió en Inglaterra en el siglo XVIII, de un círculo satánico presidido por Aleister Crowley en Inglaterra un siglo después y de la Orden Negra que desarrolló sus actividades en la Alema¬nia de los años veintes y de los treintas. Pero dos aspec¬tos que podemos observar en el grupo de San Francisco los hace diferentes de sus predecesores. En lugar de es¬tar adscritos al clásico coven satanista o a la ciencia de la brujería, ellos habían constituido blasfemantemcnte una iglesia: la Primera Iglesia de Satán. Al mismo tiem¬
* Autor de The Hippies y de The Satanists. Un artículo suyo titulado "La Iglesia que venera a Satanás", y que constituye el primer estudio completo de la moderna Iglesia satánica, apa¬reció en septiembre de 1968 en la revista Knight.
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po, practicaban su magia negra abiertamente, y no de un
modo clandestino.
En la Iglesia de Satán se celebraban ceremonias de boda, de bautismo o fúnebres, y a ellas era invitada la prensa. Ritos que se situaban dentro de la tradición de la magia negra eran escenificados a medianoche en la vieja y ennegrecida casa victoriana de LaVey, un edi¬ficio que resultaba incongruente entre todas las casas de estuco blanco y amarillo de un barrio de San Francisco ubicado a breve distancia de los acantilados que se alzan a lo largo del Golden Gate. De vez en cuando, el rugi¬do de un poderoso león que vivía en la casa ennegrecida con la familia LaVey (Antón, 39 años; Diane, su esposa, 26; su hija Karla, 17, y su otra hija Zeena, 6) resonaba en el silencio de la noche y asustaba a los vecinos, que se sentían ya inquietos por vivir tan cerca del Infierno.
De un modo u otro, todo era terriblemente provocati¬vo. Además, el Diablo ha tenido siempre "buena prensa”. Hacia 1967, los periódicos habían optado ya por enviar reporteros para que escribiesen sobre la Iglesia de Satán, que desde San Francisco se había extendido a través del Pacífico a Tokio, y a través del Atlántico a París. Cuan¬do se celebraba una boda o un funeral, durante cuyos ser¬vicios una mujer desnuda actuaba como altar de Satán, la Associated Press y otras agencias de noticias 6e halla-ban presentes para transmitir el acontecimiento y las es-candalosas fotografías a millares de periódicos. En otras partes de América, así como en Inglaterra, Francia, Ale¬mania, Africa y Australia, fueron organizados grupos afiliados a la Iglesia de Satán. Cuando no hacía aún un año que existía, la Iglesia de Satán había demostrado ya uno de sus mensajes principales: que el Diablo vive y es sumamente popular entre muchísimas personas.
Antón LaVey, a quien algunos de sus seguidores lla¬man el "Papa Negro", se había dado cuenta de ello dos décadas antes, cuando tocaba el órgano en los servicio' religiosos destinados a los componentes de una feria.
—Los sábados por la noche —dice,
...