Biografía Papa Francisco
Enviado por laura • 4 de Abril de 2015 • 2.943 Palabras (12 Páginas) • 212 Visitas
Jorge Bergoglio antes de ser Papa
Jorge Bergoglio, es hijo de Mario José Bergoglio (contador, empleado en el ferrocarril) y Regina María Sívori (ama de casa), matrimonio de inmigrantes italianos en Argentina, y que provenían del Piamonte.
Realizó sus estudios en la escuela secundaria industrial E.N.E.T Nº 27 “Hipólito Yrigoyen”, de donde egresó con el título de técnico químico.
En el año 1957, a los 21 años, Jorge Bergoglio decidió convertirse en sacerdote. Ingresó en el seminario del barrio Villa Devoto como novicio de la Compañía de Jesús y terminó sus estudios en el Seminario Jesuita de Santiago de Chile, ubicado en la casa de retiro de San Alberto Hurtado. En el seminario jesuita estudió Ciencias Clásicas y profundizó sus estudios de historia, literatura, latín y griego.
El 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote.
Desde fines de los años 60, Jorge Bergoglio estuvo ligado a la agrupación juvenil peronista, llamada Guardia de Hierro, que formaba parte de lo que se conocia como «Organización Única de Transvasamiento Generacional» (OUTG). Estas organizaciones se disolvieron como tales en 1974.
En 1973 el General de los jesuitas, Pedro Arrupe, le dio la orden a Bergoglio que la Compañía de Jesús debía dejar la administración de la Universidad del Salvador y entregar su dirección a una agrupación de laicos, lo cual hizo confiando en personas con quienes había compartido militancia. Por ello en 1974 nombró rector a Francisco José Piñón, quien ejerció el cargo hasta 1980, y en los demás cargos a ex militantes guardianes. El golpe de estado de 1976 encontró a la universidad en manos de los hombres de la OUTG.
El 1976 comienza una nueva dictadura militar en Argentina en el marco de la cual varios sacerdotes son víctimas de secuestros, torturas y muerte, especialmente los vinculados al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. En este escenario Bergoglio, como provincial de los jesuitas, tiene diálogo con sacerdotes en peligro o con otros que habían sido secuestrados, luego de su liberación.
El 20 de mayo de 1992, luego de una gran actividad como sacerdote y profesor de teología, fue consagrado obispo titular de Oca, para ejercer como uno de los obispos auxiliares de Buenos Aires.
El 3 de junio de 1997, cuando la salud de su predecesor en la arquidiócesis de Buenos Aires, el arzobispo Antonio Quarracino empezó a debilitarse, Bergoglio fue designado obispo coadjunto de la misma. El 28 de febrero de 1998, cuando Quarracino falleció, Jorge Bergoglio quedó en el cargo de arzobispo de Buenos Aires.
El 21 de febrero de 2001, el papa Juan Pablo II lo nombrò cardenal con el título de San Roberto Belarmino.
Como cardenal, Bergoglio fue parte de la Comisión para América Latina, la Congregación para el Clero, el Pontificio Consejo para la Familia, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Consejo Ordinario de la Secretaría General para el Sínodo de los Obispos y la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Por ser arzobispo de Buenos Aires era también miembro de la Conferencia Episcopal Argentina, de la que fue presidente en dos períodos consecutivos desde 2005 hasta noviembre de 2011, no pudiendo ser reelecto una vez más por no permitirlo el reglamento.
Como cardenal, Bergoglio fue conocido por su humildad, conservadurismo doctrinal y su compromiso con la justicia social. Un estilo de vida sencillo ha contribuido a la reputación de su humildad: vivía en un apartamento pequeño en vez de la residencia palaciega episcopal, renunció a su limusina y a su chofer en favor del transporte público, y cocinaba su propia comida. Disfrutaba de la ópera, el tango, y el fútbol, siendo socio del Club Atlético San Lorenzo de Almagro.
Durante el cónclave de 2005 parece que fue uno de los cardenales más votados, rivalizando con Benedicto XVI. Corrió el rumor de que pidió que no votaran por él, con lo que declinó el papado.
Durante el cónclave de 2013 se lo consideró como un candidato reformista, con edad y capacidad. A pesar de ello, no figuraba entre los papables más sonados.
Jorge Bergoglio en lo moral y en lo político
Disposiciones para recibir la Eucaristía
En una declaración conjunta de los obispos de América Latina, llamada "Documento de Aparecida", el entonces cardenal Bergoglio, presidió el equipo de redacción del Documento final. El texto dice entre otras cosas que: "Debemos atenernos a la coherencia eucarística, es decir, ser conscientes de que no pueden recibir la sagrada comunión y al mismo tiempo actuar con hechos o palabras contra los mandamientos, en particular cuando se propician el aborto, la eutanasia y otros delitos graves contra la vida y la familia. Esta responsabilidad pesa de manera particular sobre los legisladores, gobernantes y los profesionales de la salud".
Bergoglio también mantuvo una postura crítica hacia los sacerdotes que no bautizan a los niños nacidos de parejas no casadas o a los hijos de madres solteras, porque “apartan al pueblo del Dios de la salvación”.
Crítica a la pobreza y la desigualdad social
En el año 2009, siendo cardenal, Bergoglio participó en un seminario sobre Políticas Públicas, organizado por la Escuela de Postgrado Ciudad Argentina (Época), la Universidad del Salvador y la Universidad Carlos III de Madrid, donde participaron también el ex ministro español Tomás de la Quadra-Salcedo, el rabino Sergio Bergman (conocido por su militancia en el PRO, partido opositor al gobierno de Kirchner) y la senadora Hilda González de Duhalde, perteneciente a sectores del peronismo en la oposición, donde la intervención más sonada fue la del cardenal, que criticó la situación por la que atravesaba Argentina, reprochando al Gobierno lo que él consideraba como una falta de acción para frenar la pobreza en su país, situación que sería "inmoral, injusta e ilegítima", al ocurrir en una nación que posee las condiciones económicas necesarias para evitar esos daños. "En lugar de eso, pareciera que se ha optado por agravar más las desigualdades", opinó el entonces primado de la Iglesia católica argentina, para quien "los derechos humanos se violan no sólo por el terrorismo, la represión y los asesinatos, sino también por estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades". Ante esto, reclamó una respuesta "ética, cultural y solidaria" para saldar la deuda social con millones de argentinos, en su mayoría niños y jóvenes, y aseguró que es urgente luchar para cambiar las causas estructurales y las actitudes personales o corporativas que generan esta situación. Insistió en la alarmante
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