CAPÍTULO I NATURALEZA Y DEMENSION DEL PROBLEMA
Enviado por Williamgeds • 12 de Septiembre de 2016 • Tesis • 5.171 Palabras (21 Páginas) • 300 Visitas
UNIVERSIDAD PERUANA UNIÓN
UNIDAD DE POSGRADO DE TEOLOGÍA
FACTORES ASOCIADOS AL COMPROMISO MISIONERO EN LOS MIEMBROS
DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA EN SALTO - URUGUAY
EN EL 2016
PROYECTO DE TESIS
PRESENTADO EN CUMPLIMIENTO PARCIAL
DE LOS REQUERIMIENTOS PARA OPTAR EL GRADO DE
MAGISTER EN TEOLOGÍA
POR
GUILLERMO EFRAÍN DELGADO SORIANO
ÑAÑA, LIMA
MAYO 2016
CAPÍTULO I
NATURALEZA Y DEMENSION DEL PROBLEMA
Naturaleza del problema
La misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, es comunicar a todas las personas el Evangelio eterno del amor de Dios en el contexto de los mensajes angélicos de Apocalipsis 14:6-12; según revelados en la vida, muerte, resurrección y ministerio sacerdotal de Jesucristo, invitándolos a aceptar a Jesús como su salvador personal y a unirse a su Iglesia, y asistiéndolos y edificándolos espiritualmente en preparación para su breve regreso.[1] Esto tiene relación con las últimas palabras de Jesucristo “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” Mateo 28:18-20. Elena de White también dice: “Todo hijo e hija de Dios está llamado a ser misionero; se nos llama a servir a Dios y a nuestros semejantes”.[2]
Cada miembro de iglesia debiera convertirse en un dador de las bendiciones de Dios, “Es el plan del cielo que los que han recibido luz, la impartan a los que están todavía en tinieblas”.[3] Este privilegio, de llevar el evangelio a otros, constituye la característica básica de un hijo de Dios, “Si cada uno de vosotros fuere un misionero vivo, el mensaje para este tiempo seria rápidamente proclamado en todos los países, a toda nación, tribu y lengua…cada verdadero discípulo nace en el reino de Dios como misionero…todos pueden ser misioneros en su propio ambiente y vecindario”.[4] Se debe cooperar con la salvación de las almas, White menciona: “El hombre debe ser el medio de comunicación con el hombre”.[5]
La misión es clara, la necesidad de cumplirlo también, pero no todos se involucran en la gran tarea misionera con verdadero compromiso. Según el extracto de un libro de iglecrecimiento, menciona tres indicadores centrados en el aspecto del compromiso misionero, el primero es: una evangelización fructífera “los presupuestos, programas y líderes reflejan un fuerte compromiso hacia el alcance y la evangelización”[6]. El segundo indicador es: motivados por la gran comisión “…este compromiso con la misión guía los ministerios y las decisiones de la iglesia”[7]. El tercer indicador es: fundación de nuevas iglesias “…las congregaciones saludables están comprometidas a multiplicarse”.[8] Entonces, si existen indicadores en iglesias comprometidas, y al hablar de iglesias estamos haciendo referencia a los miembros, lleva esto a pensar que se podría investigar los factores asociados al compromiso misionero a nivel personal. Esto es lo que plantea nuestra investigación en cuestión.
En el Annual Statistical Report. Un informe mundial de crecimiento numérico de Iglesia Adventista del Séptimo Día, del año 2013, en la División Sudamericana habían 2, 263,194 miembros y ese mismo año se bautizaron 227, 461, se tiene como promedio aproximado de 1 bautismo por cada 10 miembros. La Unión Uruguaya, campo perteneciente a esta División, según los datos del 2013, la feligresía era de 8,000 y se bautizaron 415, se tiene como promedio aproximado de 1 bautismo por cada 19 miembros.[9] Analizando este resultado, si una iglesia tiene 80 miembros solamente 4 de ellos están comprometidos con la misión. Entonces ¿Cómo hacen esos pocos para cumplir con la misión? Ante tal realidad, deben existir factores asociados al compromiso misionero de estos pocos miembros exitosos que necesitan ser descritos para la elaboración de nuevas y específicas estrategias que fortalecerán el compromiso misionero de una mayor cantidad de miembros de la iglesia en Uruguay. Es lo que Jonhn Stott dice al hacer referencia a la actitud misionera en los cristianos: “Los cristianos no están llamados a constituir un círculo cerrado de personas que se admiran mutuamente y que no piensan sino en sí mismas. Por el contrario cada cristiano debe estar profundamente preocupado por sus semejantes y parte de su vocación cristiana es servir a estos en todo cuanto esté a su alcance”.[10] Si comparamos la participación de los miembros en general con esta cita, entonces están lejos de esta realidad.
En una de las entrevistas hecha a George Knight sobre el adventismo en el siglo XXI, él responde: “Lentamente, la iglesia se está secularizando, se va poniendo muy cómoda aquí en la tierra…creo que poco a poco hemos perdido ese sentimiento de ser peregrinos. Ya no tenemos esa conciencia de que Jesús volverá. Hemos comenzado a perder la confianza en nosotros mismos de que tenemos una misión especial en el mundo. Y cuando pierdes ese concepto de tener una misión especial, dejas de hacer evangelismo y te conviertes en una confesión religiosa común y corriente. En otras palabras, te conviertes en un monumento en vez de un movimiento” [11] referente a esto también, Elena de White menciona:
“Ha habido solo poco espíritu misionero entre los adventistas observadores del sábado…se me mostró que como pueblo somos deficientes. Nuestras obras no están de acuerdo con nuestra fe. Nuestra fe testifica que vivimos bajo la proclamación del mensaje más solemne y más importante que haya sido dado jamás a los mortales. Sin embargo, a la plena vista de este hecho, nuestros esfuerzos, nuestro celo, nuestro espíritu de abnegación, no guarda paso con el carácter de la obra”.[12]
Ante esta realidad Erton Köhler presidente de la Iglesia Adventista en Sudamérica, dice: “nuestro mayor desafío, sin embargo es mantener vivo el foco en la misión. No es fácil sacar a la iglesia de la zona de comodidad y llevarla a las calles o al testimonio personal”.[13]
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