CARTA A UN PACIENTE RENAL: ERES LA FUERZA Y LA TENACIDAD ECHA VIDA

CARTA A UN PACIENTE RENAL: ERES LA FUERZA Y LA TENACIDAD ECHA VIDA.

Mis queridos pacientes y amigos: muchos son las noches en las que no puedo dormir pensando en que valientes son, en que no quería irme sin antes decirles y escribirles que son la mejor enseñanza que eh podido vivir a lo largo de estos años.

Les confieso que he caminado muchos días hacia mi casa lentamente con la imagen de alguno de ustedes en mi cabeza son muchas las anécdotas que puedo contar.

Como enfermero eh visto muchas caras llegar en busca de medicación y luego verlas dejar de existir donde la vida acaba su razón.

Tu tortura día por medio un viaje por el miedo y el dolor, viaje que a veces lo afrontas con paz o con temor.

Vi muchos querer abandonar y muchos sufrir el dolor de no poder decir ya no quiero más.

Los he visto irse a causa del líquido perdido a un lugar feo y al que le tienen miedo, allí la boca no tiene risas, sino que funciona a la orden de un reflejo, las fuerzas abandonan, las luces se pagan y solo recuerdan que vives algo tan difícil que sientes no soportarlo. A medida que la solución comienza a ingresar a tus venas vuelves, pero ya tu cara de guerrero(a) incansable se ha ido, tu pensamiento está perdido tan solo eres un prisionero(a) más de ese fantasma al que siempre le has huido.

Te he visto llorar, los he escuchado decir: qué difícil es vivir amarrados a una máquina, esa que hace de vida o a su vez quizás alarga nuestro dolor.

Me he sentado contigo a escucharte hablar de la felicidad familiar esa que hace olvidarte de la realidad.

Te he regalado dos minutos de mi tiempo a colocarte ese canal que quieres o no sé si en verdad la quieras o en su efecto solo la quieres para poder dormir.

Como enfermero no eh podido quitar tu sufrimiento solo he pasado saliva y te he recordado lo fuerte que eres al caminar en contra del viento.

Eh vivido contigo días felices, recibí tus consejos me hiciste feliz. Aquí es donde me impresiono y me emociono; como puedes dar tal alegría habiendo tanto dolor, vives y sueñas deseando y anhelando ese día que al despertar ya no tengas que viajar más y no volver escuchar esa voz que da una orden de ingresar al salón.

Te he visto dormir y es como si volaras a un lugar donde no tienes necesidad de esa bomba giratoria y donde se acaba el dolor, pero por desgracia se ha solapado con hacerte volver al aquí y a él ahora para ver que tal va tu presión.

DIOS cada día me enseño con ustedes a ver la vida de otra manera, a que a pesar de todo son las personas más espectaculares y fuertes del universo.

“A veces, también Jesús nos deja, a usted y a mí, que "luchemos remando", hasta darnos cuenta de la necesidad que tenemos de él. Al hacer esto, le da a nuestra fe una oportunidad de crecer y madurar. Pero podemos estar seguros de una cosa: Él siempre nos está viendo. Cuando sus propósitos se cumplan y sea el momento apropiado, él calmará el tempestuoso mar y nos guiará seguros a la distante orilla.”

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