Catequesis sobre la Virgen de Guadalupe
Enviado por Eduardo Alonso Arce Gutiérrez • 12 de Noviembre de 2019 • Tarea • 1.170 Palabras (5 Páginas) • 665 Visitas
Catequesis de la virgen de Guadalupe para adultos.
C.I San Pablo
equipo 1
Buenos días/tardes queridos hermanos de esta(e) comunidad/grupo (nombre de la comunidad/ grupo), somos seminaristas de la diócesis de tabasco, casa C.I. venimos en nombre de Cristo Nuestro Señor a compartirles sobre la devoción de Nuestra Señora del cielo la virgen María en su advocación de Guadalupe. Por eso vamos a iniciar con una oración.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Señor Jesucristo, te pedimos que nos permitas conocer a tu santísima Madre la siempre virgen María de Guadalupe, desde tu lugar de Hijo amado, para que alcancemos a conocerla como nuestra Madre espiritual, y nos cubra con su manto así como a san Juan Diego. Amén.
Canto Guadalupano: “La Guadalupana”
¿Cómo vive usted el día 12 de Diciembre donde celebramos a la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre de nuestro Señor Jesucristo?
¿Qué representa para usted el acontecimiento Guadalupano?
¿Quién es la virgen de Guadalupe para usted?
La virgen María:
Dios escogió para ser Madre de su Hijo a una hija de Israel, una joven judía de Nazaret en Galilea, a “una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María” (Lc 1,26-27)
La Virgen María tiene un papel especial y único en el misterio de nuestra Redención.
El “sí” que Ella pronunció en la Anunciación cambió verdaderamente el rumbo de la historia, pues hizo posible la Encarnación del verbo y la irrupción de Dios en nuestra historia, que se transformó en historia de Salvación.
Madre:
María es también nuestra madre espiritual por que Cristo mismo nos la entregó estando en la cruz (Jn 19, 26-27). Así nadie en el mundo puede ser huérfano espiritual, ni puede extraviarse en los caminos de Jesús, estando firmemente sostenidos de ella.
María de Guadalupe.
Los acontecimientos narrados en el Nican Mopohua (que en náhuatl significa “aquí se narra”), nos indican que del 9 al 12 de diciembre de 1531, se apareció al indio Juan Diego, la santísima virgen María, en el cerro del Tepeyac, para indicarle que transmitiera al Obispo de la Ciudad de México-Tenochtitlan, Fray Juan de Zumárraga, su voluntad de que en dicho cerro le fuera construida una “casita” (templo) en su honor. “[…] Yo soy la perfecta siempre virgen María, Madre del verdaderísimo Dios por quien se vive […] Mucho quiero, mucho deseo que aquí se me levante mi casita sagrada en donde lo mostraré, lo ensalzaré al ponerlo de manifiesto.”
Explicación:
La virgen María de Guadalupe, se presenta como la “perfecta siempre virgen María”, revelando así su identidad como la madre de Jesús, la misma que Él nos dejó; también manifiesta más adelante la fe en un único Dios verdadero. Pide la construcción de un templo en el Tepeyac, no para exaltarse a sí misma, sino para transmitir a los habitantes de américa la buena nueva de la salvación por Jesucristo su hijo.
“E inmediatamente en su presencia se postró; le dijo: -Señora mía, Niña, ya voy a realizar tu venerable aliento, tu venerable palabra; por ahora de Ti me aparto, yo, tu indito-.”
Explicación:
Juan Diego responde con amor y entrega, confía plenamente en la palabra de la virgen, y al instante se propone realizar la voluntad revelada; no hay espacio para la duda y la ociosidad.
“Le respondió (el Obispo), y le dijo: -hijo mío, otra vez vendrás, aún con calma te oiré, bien aún desde el principio miraré, consideraré la razón por la que has venido, tu voluntad, tu deseo-.”
Fray Juan de Zumárraga por el contrario, pospone el mensaje de la virgen, hace oídos sordos a la petición que le envía en boca de Juan Diego, y deja para después la acción salvífica de la palabra de Dios.
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