Como se transfiere el pecado

¿Cómo se transfiere el pecado?

                                                                Por  Daniel pico Currea

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido (Isaías 53:4).

Para entender la trasferencia de pecados hay que echarle un vistazo a lo que se hacía en el santuario terrenal, el cual fue construido para mostrarnos el plan de salvación, donde según la causa o pecado, existía varios tipos de ofrendas, tales como holocaustos, la ofrenda de harina, ofrenda de paz, la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa. Cada vez que se ofrecía un sacrifico el pecador colocaba sus manos sobre la cabeza de la víctima y allí  confesaba sus pecados y  luego la degollaba, de ahí en adelante el sacerdote era quien se encargaba de la ceremonia.

Es decir, la transferencia del pecado era así: pecador - animal - sacerdote - santuario, donde  quedaban registrados hasta el Día de la Expiación (Yom Kippur), cuando era declarada la aceptación por parte de Dios de los sacrificios ofrecidos durante todo el año (Levítico 16).

La señora White lo dice de esta manera:

“El pecador arrepentido traía su ofrenda a la puerta del tabernáculo, y colocando la mano sobre la cabeza de la víctima, confesaba sus pecados; así, en un sentido figurado, los trasladaba de su propia persona a la víctima inocente. Luego mataba al animal con su propia mano, y el sacerdote llevaba la sangre al Lugar Santo y la rociaba ante el velo, detrás del cual estaba el arca que contenía la ley que el pecador había violado. Con esta ceremonia, y en un sentido simbólico, el pecado era trasladado al Santuario por medio de la sangre. En algunos casos no se llevaba la sangre al Lugar Santo; pero el sacerdote debía comer la carne, tal como Moisés ordenó a los hijos de Aarón, diciendo: “La dio él a vosotros para llevar la iniquidad de la congregación”. Levítico 10:17. Las dos ceremonias simbolizaban por igual el traslado del pecado del hombre arrepentido al Santuario”.1

Acorde con lo que dice  White, Roy Adams comenta lo siguiente:

“Esta transferencia se llevaba a cabo mediante dos actos simbólicos. En el primero, el penitente ponía sus manos sobre la cabeza del animal víctima/representante y confesaba sus pecados sobre él. En esta forma, la contaminación pasaba simbólicamente del penitente al animal víctima/representante. En el segundo acto simbólico, el animal víctima era muerto y su sangre rociada o asperjada en un área designada del santuario”.2

De acuerdo con lo dicho  Haskell dice que “al confesar su transgresión, el pecador la transfería simbólicamente al cordero. Entonces el cordero moría en lugar del pecador…en algunos sacrificios, la sangre no se llevaba al interior del santuario… cuando la sangre no se llevaba al interior del santuario, el sacerdote comía una porción de la carne de la víctima en el lugar santo (Levítico 10:18)”.3

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