Concilio Vaticano II Declaración "Gravissimum Educationis"
Enviado por lara121247 • 24 de Marzo de 2013 • 1.038 Palabras (5 Páginas) • 1.152 Visitas
Sobre la educación cristiana
Esta declaración trata de la juventud, esperanza de la iglesia.
La educación se concibe, como la formación de la personalidad humana en orden a su último fin y al bien de la sociedad.
La iglesia debe reconocérsele a todo nivel la capacidad de educar y como Madre tiene derecho a dar a sus hijos una formación específicamente sobrenatural.
Todos los centros de enseñanza, se ha de atender a la formación profana y a la par a su formación cristiana, que debe estar iluminada por la fe.
Sumario
1. Derecho universal a la educación
2. Derecho a una educación cristiana
3. Los responsables en la educación
4. Medios para una educación cristiana
5. Importancia de la escuela
6. Obligaciones y derechos de los padres y del Estado
7. Educación moral y religiosa
8. Las escuelas católicas
9. Diferentes clases de escuelas católicas
10. Universidades y Facultades católicas
11. Facultades de ciencias sagradas
12. Impulsar la coordinación en la enseñanza
Preámbulo
La educación de los jóvenes y hasta una cierta y continua formación de los adultos se van haciendo más asequibles y más urgentes.
Los maravillosos progresos de la técnica y de la investigación científica, los nuevos medios de comunicación social, ofrecen que a veces disfrutan de más tiempo libre en sus ocupaciones, la oportunidad de acercarse con mayor facilidad al patrimonio con relaciones más estrechas.
La Santa Madre Iglesia tiene un papel que desempeña en el progreso y en el desarrollo de la educación. Por lo que el santo Sínodo declara unos principios fundamentales:
1. Todo hombre tiene un derecho inalienable a una educación adecuada con el fin de fomentar la verdadera unidad y la paz en el mundo.
El Santo Concilio declara que tanto los niños como los adolescentes tienen derecho a que se les estimule a apreciar los valores morales y a aceptarlos con adhesión personal.
2. Todos los cristianos tienen derecho a una educación cristiana. La cual no sólo busca la madurez de la persona humana, sino que vayan dándose cuenta cada vez más del don de la fe que han recibido; que aprendan a adorar a Dios Padre en espíritu y en verdad, sobre todo en las acciones litúrgicas y así lleguen al hombre perfecto y colaboren en el crecimiento del Cuerpo Místico.
3. Los padres tienen la gravísima obligación de educar a la prole. La familia es la primera escuela de las virtudes sociales que necesita toda sociedad. Por medio de la familia se van introduciendo insensiblemente en la sociedad civil y en el pueblo de Dios.
El deber de dar educación necesita la ayuda de toda la sociedad.
La tarea de educar corresponde por título particular a la iglesia, porque tiene la misión de anunciar a todos los hombres el camino de la salvación, de comunicar la vida de Cristo a los creyentes y ayudarles con una atención continua para que puedan alcanzar la plenitud de esta vida.
4. La iglesia busca los medios que le son propios; entre ellos, el primero es la instrucción catequética.
5. La escuela tiene una importancia peculiar. Despierta el sentido de los valores, prepara para la vida profesional y, al dar origen a un trato amistoso entre alumnos de diverso carácter y condición, fomenta la disposición a comprenderse mutuamente.
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