Concilios Ecumenicos
Enviado por ErickJoel25 • 3 de Julio de 2013 • 3.549 Palabras (15 Páginas) • 747 Visitas
Los Concilios Ecuménicos
El Concilio de Jerusalén
Las raíces históricas de lo que es un concilio las hallamos en la Sagrada
Escritura. Concretamente, en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Es en el
capítulo 15. Cristo había subido a los cielos. Los apóstoles se habían
dispersado por toda Palestina y otras tierras lejanas, según el mandato del
Señor. Santiago el Menor era entonces el obispo de Jerusalén y los cristianos
aumentaban más cada día, en su mayoría hebreos. Sin embargo, otros muchos
paganos también querían ser seguidores de Cristo y pedían a los apóstoles ser
admitidos a la comunión eclesial.
Surgió entonces un conflicto: ¿Deberían los paganos ser circuncidados, ley
propia de los judíos, antes de hacerse cristianos? San Pablo viaja a Jerusalén
para visitar a Pedro, el primer Papa. Estudian el tema. Y Pedro convoca el
primer Concilio de la Iglesia, al que asistieron los obispos.
Desde entonces, la historia de la Iglesia registra veintiún concilios ecuménicos,
es decir, reuniones de todos los pastores de la Iglesia universal, convocados
por el Papa, a fin de estudiar una serie de problemas y cuestiones del momento
eclesial concreto. Los concilios, como ya ocurrió en Jerusalén, en el relato
referido, cuentan con la presencia invisible, pero cierta, del Espíritu Santo, que
inspira las decisiones. Siempre debe convocar y presidir los Concilios
Ecuménicos el Santo Padre.
¿Qué es un Concilio?
El Código de Derecho Canónico habla del Concilio Ecuménico en los cánones
337-341.
En el Concilio Ecuménico se ejerce de modo solemne la potestad del Colegio
de los Obispos; ésta se ejerce mediante acción conjunta de los obispos
dispersos por el mundo, promovida o libremente aceptada como tal por el
Romano Pontífice. Es a éste a quien corresponde, de acuerdo con las
necesidades de la Iglesia, determinar y promover los modos según los cuales
el Colegio de los Obispos haya de ejercer colegialmente su función para toda la
Iglesia.
El Papa es el único que puede convocarlo, presidirlo personalmente o por
medio de otros, trasladarlo, suspenderlo o disolverlo, y aprobar sus decretos.
También él determina las cuestiones para que también sean tratadas han de
ser aprobadas previamente por el Papa.
Tienen el derecho y el deber de asistir al Concilio Ecuménico, con voto
deliberativo, todos los obispos y sólo ellos. Pueden ser llamadas por el Papa
otras personas y a él corresponde determinar qué función han de desempeñar
en el Concilio.
Si fallece el Papa el Concilio se interrumpe hasta que el sucesor decida
continuarlo o disolverlo.
Los decretos en él promulgados tienen fuerza obligatoria sólo cuando los
aprueba el Papa juntamente con los padres conciliares y se promulgan con el
mandato del Romano Pontífice.
Relación de Concilios Ecuménicos
1.-Nicea: año 325
2.- I de Constantinopla: año 381
3.- Efeso: año 431
4.- Calcedonia: año 451
5.- II de Constantinopla: año 553
6.- III de Constantinopla: año 680
7.- II de Nicea: año 787
8.- IV de Constantinopla: años 869-870
9.- I de Letrán: año 1123
10.- II de Letrán: año 1139
11.- III de Letrán: año 1179
12.- IV de Letrán: año 1215
13.- I de Lyon: año 1245
14.- II de Lyon: año 1274
15.- Vienne: año 1311-1312
16.- Constanza: años 1414-1418
17.- Florencia (comenzó en Ferrara): años 1439-1445
18.- V de Letrán: años 1512-1517
19.- Trento: años 1545-1563
20.- Vaticano I: año 1870
21.- Vaticano II: años 1962-1965
Desglose de todos los Concilios
Primer Concilio Ecuménico: Nicea (año 325)
El primer Concilio de Nicea duró dos meses y doce días. Fue convocado para
combatir el arrianismo. Asistieron 318 obispos. El legado del Papa Silvestre fue
el español Osio, obispo de Córdoba. También estuvo presente el emperador
Constantino. Frutos de este Concilio fueron el Credo (Symbolum), la definición
de la divinidad del Hijo de Dios (homoousios), y la fijación de las fechas para la
celebración de la Pascua.
Segundo Concilio Ecuménico: Constantinopla (año 381)
Fue convocado por el Papa Dámaso. Asistieron 150 obispos. Condenó a los
seguidores de Macedonio, que negaba la divinidad del Espíritu Santo. Al Credo
le añadieron las cláusulas referentes al Espíritu Santo y todas las cláusulas
finales (Credo Niceno-constantinopolitano).
Tercer Concilio Ecuménico: Efeso (año 431)
Asistieron más de 200 obispos presididos por san Cirilo de Alejandría, en
representación del Papa Celestino I. Se definió la verdadera unidad personal
de Cristo, se declaró la maternidad divina de María (Theotokos) contra
Nestorio, obispo de Constantinopla, y se renovó la condena a Pelagio y sus
seguidores.
Cuarto Concilio Ecuménico: Calcedonia (año 451)
El Papa León Magno y el emperador Marciano presidieron a 150 obispos. Se
definió la doble naturaleza (divina y humana) de Cristo, contra las pretensiones
del Monofisismo.
Quinto Concilio Ecuménico: Constantinopla II (año 553)
Con Justiniano I reinante, el Papa Virgilio congregó a 165 obispos para
condenar los errores de Orígenes y algunos escritos de Teodoreto; de Teodoro,
obispo de Mopsuestia; y de Ibas, obispo de Edessa. Además, los padres
conciliares confirmaron los primeros cuatro concilios, especialmente el de
Calcedonia, cuya autoridad había sido contestada por algunos herejes.
Sexto Concilio Ecuménico: Constantinopla III (años 680-681)
El Papa Agatón preside un Concilio que reúne a los Patriarcas de
Constantinopla y Antioquía, a 174 obispos, y al emperador Constantino
Pogonato. Puso fin al Monotelismo, definiendo dos voluntades en Cristo, la
divina y la humana, como dos principios operativos.
Séptimo Concilio Ecuménico: Nicea II (año 787)
Impulsado por el emperador Constantino VI y su madre Irene, durante el
Pontificado de Adriano I que lo ratificó, reguló la veneración de las imágenes
sagradas. Asistieron entre 300 y 367 obispos.
Octavo Concilio Ecuménico: Constantinopla IV (año 869)
Adriano II junto a 102 obispos, 3 legados papales, 4 patriarcas, dieron a las
llamas
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