Consuelo Pizarro
Enviado por consupizarro • 29 de Agosto de 2012 • 296 Palabras (2 Páginas) • 545 Visitas
jkdhjkasdhkjasdhkajdshakjsdhaksjdhakjdhaksjdhskjdhaskjdhaskjsdhakjadhaksdnducta cuando reflexionas un poco sobre ella. La mejor respuesta que se te ocurre a la pregunta ¿Por qué hago eso? Pues bien, uno de los tipos de motivación que reconoces es el de que yo te mando que hagas tal o cual cosa. A estos motivos les llamaremos órdenes. O también el ver que tú alrededor todo el mundo se comporta así habitualmente: llamaremos costumbres a este tipo de motivos. Los puntapiés a la lata, por ej, el motivo parece ser la ausencia de motivo, el que apetece sin más, la pura gana, llamado capricho. Dejo de lado los motivos más crudamente funcionales, es decir los que te inducen a aquellos gestos que haces como puro y directo instrumento para conseguir algo.
Cada uno de esos motivos inclina tu conducta en una dirección u otra, explica mas o menos tu preferencia por hacer lo que haces frente a las otras muchas cosas que podrías hacer.
Levantarte para ir al colegio es más obligatorio que lavarte los dientes o ducharte. Cada tipo de motivo tiene su propio peso y condiciona a su modo. Las órdenes sacan su fuerza del miedo, el afecto, la confianza, por tu bien. Las costumbres en cambio vienen más de la comodidad no contraria a otros, y a las modas. Las órdenes y las costumbres tienen una cosa en común: parece que vienen de fuera, que se imponen sin pedirte permiso, los caprichos te salen de dentro.
Solo disponemos de cuatro principios de moral:
1. El filosófico: haz el bien por el bien mismo, por respeto a la ley.
2. El religioso: hazlo porque es la voluntad de Dios, por amor a Dios.
3. El humano: hazlo porque tu bienestar lo requiere, por amor propio.
4. El político: hazlo porque lo requiere la prosperidad de la sociedad, por a
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