Conversaciones Con Dios
Enviado por luedblra • 7 de Marzo de 2012 • 11.074 Palabras (45 Páginas) • 566 Visitas
(LIBRO UNO) NEALE DONALD WALSCH. Este libro fue pasado a formato Word para facilitar la difusión, y con el propósito de que así como usted lo recibió lo pueda hacer llegar a alguien más.HERNÁN Para descargar de Internet: BIBLIOTECA NUEVA ERa
Rosario – Argentina
Adherida al Directorio PROMINEO
FWD: www.promineo.gq.nu
CONVERSACIONES CON DIOS
(1º PARTE)
http://www.conversationswithgod.org/
INTRODUCCIÓN.
Esta usted a punto de vivir una extraordinaria experiencia. Está a punto de mantener unaconversación con Dios. Sí, sí. Lo sé... eso no es posible. Probablemente piense (o le hanenseñado) que eso no es posible. Ciertamente, se puede hablar a Dios; pero no con Dios. Es decir:Dios no va a contestar, ¿no es eso? ¡Al menos no en la forma de una conversación normal y corriente!
Lo mismo pensaba yo. Pero luego me <<ocurrió>> este libro. Y lo digo literalmente. No se trata deun libro escrito por mí, sino que me ha <<ocurrido>> a mí. Y cuando lo lea, le <<ocurrirá>> a usted,ya que todos alcanzamos la verdad para la que estamos preparados.
Probablemente, mi vida sería mucho más fácil si hubiera mantenido silencio acerca de todo esto.Pero esa no fue la razón de que me ocurriera. Y cualesquiera que sean los inconvenientes que ellibro pueda causarme (como ser tildado de blasfemo, de impostor, de hipócrita por no haber vividoestas verdades en el pasado, o - lo que tal vez sea peor - de santo),ya no me es posible detenerel proceso. Ni hacer lo que quiera. He dispuesto de ocasiones para apartarme de todo este asuntoy no las he aprovechado. Respecto a este material, he decidido basarme en lo que me dice miinstinto, más que en lo que me pueda decir la mayoría de la gente.
Dicho instinto me dice que este libro no es un disparate, el exceso de una frustrada fantasíaespiritual, o simplemente la auto-justificación de un hombre frente a una vida equivocada. ¡Oh,bueno! ¡Pensé en todas estas cosas: en cada una de ellas! Así que di a leer este material aalgunas personas cuando era todavía un manuscrito. Se emocionaron. Y lloraron. Y rieron por laalegría y el humor que contiene. Y, según me dijeron, sus vidas cambiaron. Se sintierontraspasados. Se sintieron poderosos. Muchos dijeron que se sintieron transformados.
Fue entonces cuando supe que este libro era para todo el mundo, y que debía publicarse; porquees un don maravilloso para todos aquellos que realmente quieren respuestas y a quienesrealmente les preocupan las preguntas; para todos aquellos que han emprendido la búsqueda de laverdad con corazón sincero, alma anhelante y espíritu franco. Y eso significa, más o menos, todosnosotros.
Este libro aborda la mayoría de las preguntas - sino todas - que siempre nos hemos formuladosobre vida y amor, propósito y función, personas y relaciones, bien y mal, culpa y pecado, perdón yredención, el sendero hacia Dios y el camino hacia el infierno... todo. Trata directamente de sexo,poder, dinero, hijos, matrimonio, divorcio, vida, trabajo, salud, el más allá, el más acá... todo.Explora la guerra y la paz, el conocimiento y el desconocimiento, el dar y el recibir, la alegría y lapena. Examina lo concreto y lo abstracto, lo visible y lo invisible, la verdad y la mentira.
Se podría decir que este libro es <<la última palabra de Dios sobre las cosas>>, aunque a algunaspersonas esto les puede resultar algo difícil, especialmente si piensan que Dios dejo de hablarhace 2.000 años, o que, si Dios ha seguido comunicándose, lo ha hecho únicamente con santos,curanderas o alguien que haya estado meditando durante treinta años, o bien durante veinte, o, porponer un mínimo decente, durante diez (ninguna de estas categorías me incluye).
Lo cierto es que Dios habla a todo el mundo. Al bueno y al malo. Al santo y al canalla. Y, sin duda,a todos nosotros. Usted mismo, por ejemplo. Dios se ha acercado a usted muchas veces en suvida, y esta es una de ellas. ¿Cuántas veces ha escuchado este viejo axioma: <<Cuándo elestudiante está preparado, aparecerá el profesor>>? Este libro es nuestro profeso
Poco después de que este material empezara a <<ocurrirme>>, supe que estaba hablando con Dios. Directa y personalmente. Irrefutablemente. Y que Dios respondía a mis preguntas en proporción directa a mi capacidad de comprensión. Es decir, me respondía de un modo, y con un lenguaje, que Dios sabía que yo entendería. Esto explica en gran medida el estilo coloquial de la obra y las referencias ocasionales al material recogido de otras fuentes y experiencias previas de mi vida. Ahora sé que todo lo que me ha acontecido siempre en mi vida procedía de Dios, y en ese momento se unía, se conjuntaba, en una magnífica y completa respuesta a cada una de las preguntas que siempre tuve. Y en algún momento del recorrido me di cuenta de que se estaba produciendo un libro; un libro destinado a ser publicado. En realidad, durante la última parte del diálogo (en febrero de 1993) se me ordenó específicamente que se produjeran tres libros, y que: 1.El primer volumen tratara principalmente de temas personales, centrado en los desafíos y oportunidades de la vida de un individuo. 2.El segundo se ocupará de temas más generales, relativos a la vida geopolítica y metafísica del planeta, además de los retos a los que se enfrenta hoy el mundo. 3.El tercero tratará de las verdades universales de orden superior, así como de los desafíos y oportunidades del alma. Este es el primero de los libros, terminado en febrero de 1993. En aras de la claridad debo explicar que, puesto que transcribí este diálogo a mano, subrayé o señalé con un círculo determinadas palabras o frases que me llegaban con un énfasis especial - como si Dios las hiciera retumbar -; en la composición tipográfica estas palabras y frases aparecen en cursiva y subrayadas. Tengo que decir también que, tras haber leído y releído la sabiduría contenida en estas páginas, estoy profundamente avergonzado de mi propia vida, que ha estado marcada por continuos errores y fechorías, algunos comportamientos sumamente vergonzosos, y algunas opciones y decisiones que, sin duda, otros consideran perjudiciales e imperdonables. Aunque experimento un profundo remordimiento por el hecho de que haya sido a través del dolor de otras personas, siento una indecible gratitud por todo lo que he aprendido en mi vida, y considero que todavía tengo que aprender por medio de los demás. Pido disculpas a todos por la lentitud de este aprendizaje. Sin embargo, Dios me alienta a perdonarme a mí mismo mis propias faltas y a no vivir en el temor y la culpa, sino seguir intentando siempre - no dejar de intentarlo - vivir
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