DEPORTES DEL MEDIOEVO
Enviado por camilo18092010 • 6 de Abril de 2014 • 625 Palabras (3 Páginas) • 183 Visitas
I. — La caballería
Al joven señor, del que se deseaba hacer un caballero, hasta los doce años se le educaba en la cortesía y le instruían sobre los grandes hechos de los caballeros célebres; practicaba asimismo la equitación y esgrima. A partir de los doce años acompañaba a los caballeros a las cacerías y a la guerra. Después de los quince años, por lo general, era armado caballero. Como el efebo antiguo, al recibir sus armas hacía el juramento de amar a su país, de ser valiente, fiel a la palabra dada, generoso y defensor de la justicia y el bien. Entonces tomaba parte en los torneos, en las justas y en los hechos de armas. Las justas enfrentaban a dos caballeros; las normas, que debían observarse y que disminuían los riesgos, hacían que los caballeros las prefiriesen a los torneos, verdaderas batallas que ponían frente a frente a dos tropas de caballeros organizadas por regiones o, incluso, naciones. En estos encuentros el peligro era grande y las heridas, a menudo mortales. Se cuenta de un torneo que acarreó la muerte de sesenta caballeros.
II. — La palma
El famoso código de Las Partidas, también de Alfonso el Sabio, promulgado hacia el año 1265, menciona asimismo el juego de la pelota, prohibiendo a los clérigos jugar a ella; lo cual da fe de la enorme popularidad de que gozaba.
La palma se ha jugado de distintas maneras, casi siempre según la disposición de los emplazamientos en donde se podía jugar, y se ha transformado con el perfeccionamiento del material utilizado por los jugadores. El terreno se dividía en dos campos de desiguales dimensiones o que comportan dificultades diferentes; uno, por consiguiente, más ventajoso que el otro. El equipo que ocupa el campo más difícil no podrá cambiar de campo hasta haber obtenido una o dos cazas, es decir, cuando haya logrado enviar la pelota a un punto determinado o cuando el adversario haya fallado la recepción de la pelota en ciertas condiciones. La láctica consistirá, pues, para unos en conservar el mejor campo; para los otros en pasar a él. En el exterior los dos campos estaban separados solamente por una línea trazada en el suelo.
III. — La «soule»
Como la palma, la soule se jugaba de distintas maneras, pero jamás se unificaron sus reglas, ni tan sólo en lo que concierne a las dimensiones del terreno o en el número de jugadores que componen un equipo, pues en el curso del juego no era cuestión de frenar el ardor de los adversarios. La soule del otro equipo, la llevaba roja. Allí Ronsard, que estaba en el equipo del rey, lo hizo tan bien, que Su Majestad dijo en voz alta que él había sido la causa de la ganancia obtenida en la victoria». Por su parte, el poeta no ha dejado de celebrar la habilidad deportiva de su real compañero en su himno De Henri deuxiesme.
La soule, que había sido practicada desde principios del siglo XII, decayó al mismo tiempo que la palma; tradiciones locales
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