Deficiencias Sensoriales
Enviado por zazilqueb • 29 de Septiembre de 2013 • 1.710 Palabras (7 Páginas) • 280 Visitas
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a mayoría de las personas que ven y oyen sin dificultad no podrían imaginar la vida sin estas habilidades. La visión y la audición, son vitales para sobrevivir, para la salud y para la calidad de vida. Con la pérdida de uno solo de esos sentidos, la movilidad, la comunicación y el aprendizaje resultan mucho más difíciles. Cuando ambos sentidos están dañados o se presentan discapacidades adicionales, y no somos capaces de utilizar alternativas funcionales, todos los aspectos de la vida se ven afectados.
Este capítulo presenta información básica sobre los trastornos visuales y auditivos, y el modo en que éstos afectan a niños con discapacidades múltiples. Identifica procedimientos de evaluación adecuados, que pueden proporcionar la intervención de un equipo con una imagen clara de la naturaleza y extensión de las pérdidas sensoriales. Describe métodos de prevención y tratamiento. Discute las implicaciones educativas y los daños sensoriales de niños con discapacidades múltiples. También explora el papel que desempeñan los miembros de los equipos interdisciplinarios con el fin de maximizar la actuación funcional del niño.
DEFICIENCIAS SENSORIALES ENTRE
NIÑOS CON DISCAPACIDADES MÚLTIPLES
Incidencia
Las estimaciones del número de niños con discapacidades múltiples y con daños visuales y/o auditivos, son claramente poco consistentes e imprecisas. Esto se deriva de las diferencias en las definiciones utilizadas para algunas discapacidades así como de las diferencias en los procedimientos utilizados para la obtención de las muestras. Según el Estudio Anual de Niños y Jóvenes con Deficiencias Auditivas (Wolf y Harkins, 1986), el 30,2% de los alumnos con problemas de audición, informaron que sufrían problemas adicionales, de los cuales el 9,5% tenían dos o más discapacidades. Sin embargo, reconocieron que hay dos grupos que tienen importantes malformaciones que distorsionan la luz que penetra en el ojo. El iris, que se abre y se cierra para controlar la cantidad de luz que entra en el ojo, puede estar dañado y puede dejar penetrar una cantidad de luz insuficiente o excesiva. El cristalino, que centra la luz al entrar en el ojo, puede volverse opaco, no dejando paso a la misma. Toda o parte de la retina, que transforma el patrón de luz en impulsos químicos y eléctricos, puede estar dañada de modo que cree puntos ciegos o limite el campo de visión. Los receptores débiles en la retina pueden requerir luz adicional para su visión. Las Vías Ópticas, que transportan los impulsos visuales al cerebro, pueden estar dañadas, limitando severamente la visión. El visual cortex, que es un área situada en la parte posterior del cerebro y traduce las imágenes visuales, puede estar dañado restringiendo o eliminando la visión (Bach-y-Rita, 1972). Incluso cuando todos estos componentes estén funcionando adecuadamente, existen centros más altos en el cerebro que pueden tener dificultades al utilizar la información visual. Para la intervención, es importante que todos los miembros del equipo interdisciplinario comprendan la naturaleza especifica de los daños que sufre el niño y sus implicaciones. Por ejemplo, dos alumnos pueden tener una visión del 20/180, pero uno tiene una deficiencia visual causada por aniridia (carencia congénita del iris), y el otro por una atrofia óptica (degeneración del nervio óptico). El primer alumno verá mejor cuando se aumente la iluminación mientras que el otro cuando se disminuya (Sims-Tucker y Jensema, 1984). Debido a que los diferentes defectos visuales requieren intervenciones especificas, el especialista en visión desempeña un papel importante en la preparación de los otros miembros del equipo para satisfacer mejor las necesidades de cada niño.
Audición.
La pérdida de audición puede clasificarse según el grado de la misma, edad en la que se inició, causa del daño, o estructuras afectadas. Por supuesto, existen factores como son las demandas del entorno, los otros sentidos de la persona y a menudo factores adicionales de carácter severo que tienen impacto en la deficiencia auditiva, dando como resultado habilidades y necesidades especificas. Por ejemplo, la habilidad para comprender el lenguaje oral puede diferir entre dos niños que tengan idéntica pérdida auditiva, dependerá de sus cualificaciones visuales y cognitivas así como el entorno social en el que viven.
Grado de Pérdida.
Cuando una persona es sorda, la audición está dañada hasta tal punto que él o ella no pueden comprender el lenguaje oral sólo a través del oído, tanto si utiliza como no aparatos auditivos. Cuando una persona es dura de oído, la audición está dañada hasta un punto en el que resulta difícil, pero no imposible, la comprensión del lenguaje oral sólo a través del oído, tanto sí se utilizan como no aparatos auditivos (Moores, 1987). El grado de pérdida puede clasificarse según la frecuencia del sonido (Herzios o Hz [ciclos por segundo]) y los niveles de intensidad (Decibelios o dB) que requiere el individuo para escuchar el lenguaje oral u otros sonidos (Moores, 1987). El grado de pérdida auditiva puede diferir según las frecuencias, pero normalmente se presta atención particular a las pérdidas entre los 500-200 Hz. porque esta frecuencia es crítica para discriminar el habla.
Los individuos con pérdidas de audición media (Nivel 1, 35-54 dB) pueden oír la mayor parte del habla así como muchos otros sonidos de su entorno, pero en general se beneficiarían de modificaciones en las aulas, incluyendo en muchos casos la amplificación. La logopedia y entrenamiento auditivo
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