Doctrina Mormona

Pocas prácticas son de una perversión tan grande de la verdadera doctrina cristiana, como lo es el bautismo de infantes, porque la filosofía en la que se basa, niega la eficacia de la expiación de Cristo. El bautismo de los infantes asume que todos los hombres nacen del pecado y que deben ser limpiados de este pecado original por medio del bautismo; es decir que esta práctica niega una de las verdades básicas del evangelio: quot;Que el Hijo de Dios ha expiado el pecado original, por lo que los pecados de los padres no pueden recaer sobre 1a cabeza de los niños, porque éstos son limpios desde la fundación del mundo.quot; (Moisés 6:54.) El bautismo es volver a nacer espiritualmente dentro del reino de Dios (es decir en la Iglesia sobre la tierra y en el reino celestial) y siendo que los niños están ya vivos en Cristo por causa de su sacrificio expiatorio, no necesitan volver a nacer a las cosas espirituales. Más aún: el bautismo sigue al arrepentimiento para la remisión de pecados, los niños pe- queños no pueden pecar, por lo que no tienen necesidad de arrepentirse, de lo que resulta que la falsa práctica del bautismo de infantes no tiene ningún valor. (Doctrina de Salvación, vol 2,pág. 46.) Entre una serie de denuncias sobre el bautismo de infantes Mormón dice: quot;Es una solemne burla a los ojos de Dios que bauticéis a los niños pequeños .... he aquí te digo que el que supone que los niños pequeños tienen necesidad del bautismo se halla en la hiel de la amargura y en las cadenas de la iniquidad, porque no tiene fe, ni esperanza, ni caridad; por tanto, si perece mientras tenga tal pensamiento, tendrá que ir al infierno. Porque terrible es la iniquidad de suponer que Dios salva un niño a causa del bautismo, mientras que otro debe perecer porque no tuvo bautismo. ¡Ay de aquellos que pervierten de esta manera las vías del Señor! porque perecerán, salvo que se arrepientan. (Moro.

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