Don del Espiritu Santo
Enviado por ismael16ruiz • 25 de Junio de 2017 • Ensayo • 4.753 Palabras (20 Páginas) • 495 Visitas
Muchos son los “Regalos” que el Espíritu Santo va derramando sobre la Iglesia a lo largo de la historia y sobre cada uno de nosotros en particular durante nuestra vida aquí en la tierra. “Regalo” “cosa que se da gratuitamente en obsequio”. Y es que así actúa el Espíritu Santo en nosotros: obsequiándonos cosas gratuitas, es decir, que no hemos merecido.
Dios es nuestro creador y nos ha dado todas las cosas, incluida nuestra propia vida.
Tomad, Señor y recibid
toda mi libertad
mi memoria, mi entendimiento
y toda mi voluntad
Todo mi haber y mi poseer
vos me lo disteis
a vos Señor lo torno
Todo es vuestro
disponed a toda vuestra voluntad
Dadme vuestro amor y gracia
que ésta me basta
Mi libertad, mi me memoria, mi entendimiento, mi voluntad, mi haber y mi poseer (dones, frutos, carismas, virtudes) regalos del Espíritu Santo.
Todo viene de Dios, la vida, el amor, la felicidad, la paz, la fortaleza, la templanza, la fe, la fortaleza, el entendimiento, el discernimiento, todas nuestras fuerzas y pensamiento viene de Él.
Vamos a distinguir entre Don/Carisma/Talento/Fruto/Virtud
Don: Los 7 dones sobrenaturales del espíritu santo son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil que luego fructificaran en conductas que son los frutos. La vida moral de los cristianos está sostenida por los Dones del Espíritu Santo, estos son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil, para seguir los impulsos del Espíritu Santo.
Una persona dócil acepta con agrado hacer lo que se le manda (humilde, obediente) y que es fácil de educar (escucha).
Si la mayoría de las veces actuara el Yo, y únicamente el Yo, las situaciones de la vida −desde las más pequeñas hasta las más complejas− se tornarían un poco distintas. ¿A qué me refiero? Me molestaría mucho más, diría más tonterías, sería más egoísta, me costaría muchísimo más orar, comprendería mucho menos algunos misterios de la vida…. pero, hay una fuerza que habita en mi interior, que me mueve, me concentra, me hace pequeño y me engrandece; en conclusión, me hace mejor ser humano: El Espíritu de Dios que vive en mí, que no es otra cosa que el amor.
Los dones son algo permanente que los obtenemos con el bautismo y otros sacramentos
Temor de Dios
Ciencia
Consejo
Fortaleza
Inteligencia
Piedad
Sabiduría
Frutos
Fases de un árbol para que dé fruto
- Sembrar la semilla en tierra fértil (buen abono, riego)
- Cuidar del árbol en el crecimiento evitar plagas, enfermedad, fertilización
- Trabajos de campo: podar el arbolar (Quitar las hojas malas), cuidarlo de las malas hierbas, regarlo, cuidarlo del sol y/o sombra, etc.
- Floración
- Fruto
Un fruto es el producto final, perfecto, de un árbol maduro, que se inició con una semilla pequeña, la cual fue sembrada en un terreno previamente preparado, cuidándola, regándola, abonando el terreno, podando la planta.
Al consumir frutos podemos encontrar
Vitamina A
Calcio
Vitamina D
Vitamina B 12
Vitamina C
Hierro
Vitamina B6
Magnesio
Potasio
Sodio
Proteína
Es decir las frutas se encuentran en la cadena alimenticia por ser nutritivas y buenas para la salud
Pero al consumir comida chatarra podemos tener
Diabetes
Problemas Renales
Enfermedades Cardiacas
Obesidad
Problemas dentales
Osteoporosis
Cáncer
Es decir dañan al cuerpo
Lo mismo pasa con nuestra alma y cuerpo espiritual Galatas 5,16-26
Los frutos del Espíritu es el resultado natural, esperado del crecimiento del cristiano, su madurez, su asemejarse a Cristo, su plenitud en el Espíritu Santo. Todos los cristianos tienen la responsabilidad de crecer en la fe, y en desarrollar el fruto del Espíritu.
El fruto no se descubre como los dones, sino que se desarrolla por medio del andar con Dios y cediendo al Espíritu Santo. Mientras que los dones espirituales definen lo que el cristiano hace, los frutos del Espíritu ayudan a definir lo que el cristiano es.
El fruto del Espíritu es un requisito para el ejercicio efectivo de los dones espirituales. Los dones sin el fruto no valen nada, son como un neumático sin aire. Mientras los dones son orientados a una tarea, el fruto es orientado hacia Dios.
Los "frutos" son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna.
Amor/Caridad: El acto de amor de Dios y del prójimo. Es el primero de los frutos del Espíritu Santo, fundamento y raíz de todos los demás. Siendo El, la infinita caridad, o sea, el Amor Infinito, es lógico que comunique al alma su llama, haciéndole amar a Dios con todo el corazón, con todas las fuerzas y con toda la mente y al prójimo como a ti mismo. Donde falta este amor no puede encontrarse ninguna acción sobrenatural, ningún mérito para la vida eterna, ninguna verdadera y completa felicidad. Es lógico, también, que la caridad sea un dulcísimo fruto, porque el amor de Dios, es alcanzar el propio fin en la tierra y es el principio de esta unión en la eternidad.
Alegría/Gozo: El que nace del amor divino y bien de nuestros prójimos. Es el fruto que emana espontáneamente de la caridad, como el perfume de la flor, la luz del sol, el calor del fuego, da al alma un gozo profundo, producto de la satisfacción que se tiene de la victoria lograda sobre sí mismo, y del haber hecho el bien. Esta alegría no se apaga en las tribulaciones crece por medio de ellas. Es alegría desbordada.
Paz: Una tranquilidad de ánimo, que perfecciona esta alegría. La verdadera alegría lleva en sí la paz que es su perfección, porque supone y garantiza el tranquilo goce del objeto amado. El objeto amado, por excelencia, no puede ser otro sino Dios, y de ahí, la paz es la tranquila seguridad de poseerlo y estar en su gracia. Esta es la paz del Señor, que supera todo sentido, como dice San Pablo (Fil. 4,7) pues es una alegría que supera todo goce fundado en la carne o en las cosas materiales, y para obtenerla debemos inmolar todo a Dios.
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