EL MATRIMONIO
Enviado por ynes14 • 15 de Mayo de 2013 • 2.529 Palabras (11 Páginas) • 415 Visitas
EL MATRIMONIO
INTRODUCCIÓN
En la actualidad existen un gran número de matrimonios. Muchas son las personas que asumen la responsabilidad de unir su vida a otra mediante este vínculo de amor; sin embargo, somos testigos, también, de los incontables divorcios presentes en todo el mundo.
En América, según la website de anuncios y temas matrimoniales Publi-boda, cada hora se llevan a cabo 10 matrimonios y al mismo tiempo 15 incurren en la separación; esto sea, tal vez, por la falta de conciencia y educación en este tema y porque no se sabe el verdadero sentido de esta unión, la cual implica muchos deberes y derechos otorgados a los cónyuges.
En el Perú la situación no es diferente, las estadísticas de la “Encuestas Demográficas y de Salud Nacional” (Endes), indica que solo en la última década los divorcios y separaciones se incrementaron en un 51,52%. Esto es realmente preocupante ya que en nuestro país no se está desarrollando una cultura de aceptación mutua y compresión conyugal y esto no ayuda para el mejoramiento de nuestra situación actual.
Ante todo esto me he planteado la siguiente interrogante: ¿Qué implica verdaderamente casarse y qué significa el matrimonio?
Es importante, por todo lo antes mencionado, establecer pautas y condiciones para que una pareja se encuentre en verdadera condición de adquirir este sacramento y así poder saber todo lo referente a él; ya que solo el matrimonio es la llave a la formación de una verdadera familia, la cual siempre se mantendrá unida y en relación con Dios.
Para ello he tomado en cuenta, los siguientes aspectos que servirán de ayuda para el mejor entendimiento del tema a tratar: la sexualidad humana y su naturaleza, el amor conyugal, la definición del matrimonio, el sí y el pacto matrimonial, los tipos de matrimonio, sus fines o bienes, y los problemas en relación a él tanto en la indecisión de concretarlo como los que se dan dentro de convivencia conyugal.
EL MATRIMONIO
Antes de hablar a profundidad acerca del matrimonio he tomado conveniente mencionar a la sexualidad humana y destacar que ella es plenamente racional y personal; que expresa la donación amorosa de la persona entera; y que está inscrita por Dios.
Según Yépez, la sexualidad humana consta de 4 elementos fundamentales, los cuales se pueden combinar de muchas maneras; sin embargo solo una de estas es la que logra que sea perfecta, ya que todos los elementos se encuentran correctamente situados. Esta fórmula es la familia de fundación matrimonial. ¿Pero cuáles son estos 4 elementos tan importantes e indispensables? El primero es la diferencia de sexos: el segundo se resume en la atracción mutua entre ellos, su recíproca complementariedad y su consiguiente unión; el tercero es la dimensión conyugal y familiar que inevitablemente tiene esta unión y por último, pero no menos importante, la libertad, la cual envuelve a todas las demás y es la más decisiva. Con el lenguaje de esta sexualidad estamos manifestando la donación y entrega plena al ser amado, la cual por sí es valiosa por el hecho de pertenecer a la intimidad de lo humano y no solo por cumplir una determinada función biológica reproductora. Es importante también destacar, como indica Yépez, que el hecho que de que la sexualidad humana esté condiciones de dar origen a una nueva vida humana se debe al hecho de que esta en condiciones también de crear una comunión de amor.
En esta oportunidad he tomado como tema de investigación al tercer elemento, el cual consiste en la realización del amor conyugal, que se le denomina matrimonio.
El amor conyugal, que es un tipo de relación interpersonal que se caracteriza por ser un amor de amistad entre un varón y una mujer y llevado al extremo del don de sí; y que sirve de vínculo afectivo- sexual para su nacimiento, subsistencia y perfección, funda la vida común de una pareja al crear la comunidad conyugal. García Cuadrado indica que, si este amor fuera una unión de prueba sería como un sonrisa falseada por una reserva interior; el amor conyugal es mucho más que eso; es un contigo para siempre; es la única manera que de existe una verdadera familia. Prometer y comprometerse significa incluir en el futuro un este amor presente.
Al mismo tiempo Yépez destaca que esta unión conyugal no queda fundada hasta que los amantes lo decidan y comprometan su amor conyugal total compartiendo toda una vida juntos entregando así todo su ser y todo su poder ser, allí nace el matrimonio.
El matrimonio es un compromiso voluntario y libre de los contrayentes mediante el cual deciden quererse y entregarse el uno con uno y para siempre en exclusividad, que implica la no aceptación de un tercero en la relación; y en permanencia que se resume al desarrollo de la exclusividad a lo largo del tiempo. Se sabe que solo el amor exclusivo y perpetuo es un amor total y que solo este amor llena de verdad a la persona. Esta exclusividad y permanencia vienen dadas por las consecuencias de la vida conyugal que son los hijos. Sin embargo, el modo de realizarlo dista de ser automático o fácil; principalmente el amor conyugal debe construirse sobre la voluntad no sólo sobre el sexo y el sentimiento afectivo, ya que si se liga solo a ello lo que se obtiene es una vida sexual satisfactoria y esta debe ser desinteresada. En otras palabras el amor como gozo deja de serlo si no se convierte en el amor como tarea. Si no aprendemos a convivir con quien vivimos podemos dejar de amarlo, el afecto y el enamoramiento se diluye y se entra al crisis al darse cuenta que el sexo es para el amor conyugal y no al revés. Los esposos deben entregarse de forma plena y amarse verdaderamente, compartir y aceptarse; así podrán tener siempre un matrimonio feliz.
Según Yépez, el sí matrimonial es un compromiso y una expresión de libertad, lo que hace entender que estos dos conceptos no se oponen, sino que el compromiso es tan solo la realización de la libertad a lo largo del tiempo. Y así no incurrir en la errónea concepción de la libertad y pensar que esta significa estar libre de compromisos o de deberes; la libertad se actualiza cuando se autodetermina o se autodestina hacia un fin que se desee libremente, el cual estamos dispuestos a alcanzar porque que de ello depende nuestra felicidad.
Por otro lado, Yépez expresa que, el pacto matrimonial consiste en el consentimiento de ambas partes y se define como el acto de voluntad por el que el varón y la mujer se dan y se aceptan de manera plena y perpetua. Él permite la fundación de la primera comunidad humana, la familia; la cual está fundamentada en la estabilidad y monogamia. En esta comunidad deben primar los mismos fines y valores y se deben compartir los medios para logarlos. Ante esto
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