El Bautismo
Enviado por lunahuana • 30 de Septiembre de 2013 • 2.206 Palabras (9 Páginas) • 266 Visitas
EL BAUTISMO
Para las comuniones católicas, como la Iglesia Ortodoxa, para otras iglesias orientales (Iglesia Armenia, Iglesia Etíope, etcétera), para la Iglesia Católica Romana y para la Comunión Anglicana, así como para el protestantismo clásico (luteranismo, presbiterianismo,metodismo y otros), el bautismo se considera un sacramento.
Las iglesias de la Reforma Radical o anabaptistas (bautistas, menonitas) y el cristianismo fundamentalista lo consideran no un sacramento sino una Ordenanza de Cristo.
El término griego bá•pti•sma se refiere al proceso de inmersión, es decir, sumergirse y emerger; se deriva del verbo bá•ptō, “sumergir”.1
Elementos simbólicos: agua bendita, cirio, óleo, etc.
Inicialmente se impartía sólo a adultos pero desde el siglo IV se empezó a impartir a niños, bajo la garantía y compromiso de la fe de sus padres. El ministro ordinario del sacramento es un ministro ordenado (Obispo, Presbítero o Diácono) o un bautizado cuando hay ausencia de ministro ordenado o, en casos muy particulares, cualquier persona (incluso un no bautizado) que lo imparta con la intención y en el modo con que lo administra la Iglesia.
Algunos que se oponen al bautismo de infantes enseñan que en vista del hecho de que ‘oír la palabra’, ‘abrazarla de buena gana’ y ‘arrepentirse’ preceden al bautismo en agua (Hch 2:14, 22, 38, 41), y de que el bautismo requiere que la persona tome una decisión solemne, está claro que se debe tener por lo menos suficiente edad para oír, creer y tomar esa decisión. 2
EL RITO Y LA CEREMONIA ESENCIALES DEL BAUTISMO
El bautismo consiste (en la iglesia católica) en una ceremonia en que una persona que ha de unirse a la comunidad cristiana entra en contacto con el agua de cualquiera de estas tres maneras: inmersión, ablución (derramamiento) o aspersión.
INMERSIÓN
La inmersión era la forma primitiva generalizada, y pervive en la etimología de la propia palabra bautismo. De ello dan testimonio arqueológico las grandes «fuentes bautismales» del arte paleocristiano en numerosos templos cristianos en oriente y occidente, tanto los que siguen activos como los que yacen en estado de ruina. La inmersión sigue siendo la forma obligatoria en la Iglesia Ortodoxa y en todas las iglesias orientales (aún las que están unidas a Roma), así como en la Reforma Radical y en el Cristianismo Fundamentalista.
ABLUCIÓN O DERRAMAMIENTO
La ablución o derramamiento es la forma generalizada en el Catolicismo Romano; sin embargo, en estas mismas comuniones eclesiales la inmersión ha sido revalorada como un signo más expresivo del significado del bautismo, y se practica ampliamente en numerosas diócesis y parroquias. Es un hecho que tanto el Misal Romano (católico romano) como el Libro de Oración Común(anglicano) recomiendan la inmersión como la forma más apropiada para el bautismo.
ASPERSIÓN
La aspersión consiste en salpicar con agua; se trata de una forma autorizada sólo para casos de emergencia extrema (y nunca como forma regular), por las iglesias que reconocen la ablución como administración válida del bautismo.
A partir del Concilio de Nicea (325, d.C.), la ceremonia (acto) de la inmersión o ablución es obligatoriamente triple, y el rito (palabras) del bautismo propiamente dicho, se centra en la invocación de la Trinidad sobre la persona que ha de ser bautizada (candidato o bautizando), con variantes según el rito de cada iglesia:
«Es bautizado el siervo de Dios (nombre...), de Jesuscristo, Amén», como ejemplo del rito bizantino de la iglesia ortodoxa y otras orientales.
«(Nombre...), Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.», es el ejemplo básico del cristianismo occidental.
Algunas iglesias fundamentalistas acuden exclusivamente a los datos del Nuevo Testamento, y aplican el bautismo únicamente con la fórmula «En el nombre de Jesús». Este es un punto de discusión teológica que tiene qué ver con el concepto de Dios Padre, de Cristo y del Espíritu Santo, que se tenga en cada denominación.
Y el método de bautizar enseñado y ejemplificado es el de inmersión solamente ya que va ligado estrechamente al significado.
En realidad el concepto del bautismo se hace sobre el efecto de la inmersión, es decir, «sepultando» a la persona en el agua, tal como lo dejó como enseñanza Jesucristo, y se puede ver en Marcos 1:10: «Cuando salió del agua», ya que, para salir del agua, necesariamente Jesucristo tuvo que sumergirse en el Río Jordán. El apóstol Pablo, en Romanos 6:4, lo confirma al decir: «Pues, por el bautismo fuimos sepultados junto con Cristo para compartir su muerte y, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la Gloria del Padre, también nosotros hemos de caminar en una vida nueva», y lo vuelve a repetir en Colosenses .12. «Esta circuncisión de Cristo es el bautismo. Al recibirlo, ustedes fueron sepultados con Cristo y también fueron resucitados por haber creído en el poder de Dios, que resucitó a Cristo de entre los muertos».
MATERIA
La materia remota del sacramento del bautismo es el agua verdadera y natural. Simboliza la regeneración a la vida espiritual porque es el principio de la vida natural. Indica purificación y vida nueva. El agua usada en la celebración del sacramento ha de estar bendita obendecirse durante el rito. La materia próxima con tres modalidades que son consideradas válidas: la inmersión, el derramamiento y la aspersión.
FORMA
En Occidente la forma es «Yo te bautizo en el nombre...». En Oriente en cambio y queriendo subrayar la eficacia del sacramento independiente del ministro se usa: «El siervo de Dios, es bautizado...». También se discutió si era necesaria la mención a la Trinidad o bastaba bautizar en nombre del Señor Jesús. El Concilio de Florencia de 1439 declaró la necesidad de la fórmula trinitaria, teniendo en cuenta las palabras de Jesús: «... Y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo».
Es de notar que en épocas recientes se han visto dentro de la Iglesia Católica clérigos que innovaron con otras formas bautismales y que han llegado a poner en duda la validez con la que el sacramento fue administrado. Un caso reciente se observó con la Declaración de la Congregación para la doctrina de la fe del 1 de febrero del año 2008 en el que se declaró que los bautismos administrados bajo la fórmula «I baptize you in the name of the Creator, and of the Redeemer, and of the Sanctifier» (Te bautizo en el nombre del Creador, y del Redentor, y del Santificador) y «I baptize you in the name of the Creator, and of the Liberator, and of the Sustainer» (Te bautizo
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