El Mundo De Jesús
Enviado por Gabypsico • 29 de Abril de 2014 • 3.598 Palabras (15 Páginas) • 236 Visitas
EL MUNDO DE JESÚS
1.-
ESCRIBAS.- En la época del Nuevo Testamento los escribas eran los intérpretes profesionales de la Ley en las sinagogas judías. La primera mención del título aparece en Esdras 7,6, donde se describe a Esdras como un "escriba versado en la Ley de Moisés". El significado de esto se establece en el versículo 10: "Porque Esdras había aplicado su corazón a escrutar la Ley de Yahveh, a ponerla en práctica y a enseñar en Israel los preceptos y las normas.” Esta descripción, sin duda, se aplica a los escribas posteriores de esa época. Eran hombres piadosos, que a través del amor a la Ley Divina se ocuparon en la recopilación, edición y estudio de la literatura sagrada de los hebreos y a explicarla al pueblo. Los primeros escribas, como Esdras mismo, pertenecían a la clase de los sacerdotes y levitas (Esd. 7,12; Neh. 8,7.13, 2 Cró. 34,13), que originalmente eran los intérpretes oficiales de la Ley, pero a diferencia de otros deberes sacerdotales, el estudio y la exposición de la Sagrada Escritura podían ser realizados por laicos piadosos, y así poco a poco la profesión de escriba se diferenció del sacerdocio, mientras que el segundo se mantuvo principalmente ocupado con las cada vez más numerosas funciones rituales y de los sacrificios.
FARISEOS.- En contraste con los saduceos, los fariseos eran en su mayoría hombres de negocios de la clase media, y por lo tanto estaban en contacto con el hombre común. Los fariseos eran tenidos por el hombre común, en una estima más alta que los saduceos. Aunque ellos eran una minoría en el sanedrín, y mantenían un número minoritario de posiciones como sacerdotes, ellos parecían controlar las decisiones, haciendo del sanedrín algo más importante de lo que lo hicieron los saduceos, nuevamente debido a que tenían el apoyo de la gente.
Religiosamente, ellos aceptaban la Palabra escrita como inspirada por Dios. Para el tiempo del ministerio terrenal de Jesucristo, esto habría sido lo que es ahora nuestro Antiguo Testamento. Pero ellos también le concedían igual autoridad a la tradición oral, e intentaban defender su posición diciendo que ésta se remontaba hasta Moisés. Esto no era nada más que legalismo. Estas tradiciones se habían desarrollado a través de los siglos, y se añadían a la Palabra de Dios, lo cual está prohibido (Deuteronomio 4:2;Apocalipsis 22:18-19), y los fariseos buscaban obedecer estrictamente estas tradiciones junto con el Antiguo Testamento.
GENTILES.- designa colectivamente a las naciones distintas de los judíos. La base de esta distinción es que, como descendientes de Abraham, los judíos se consideraban a sí mismos, y de hecho lo eran antes de la venida de Cristo, el pueblo escogido de Dios. Debido a que las naciones no judías no adoraban al Dios verdadero y a menudo incurrían en prácticas inmorales, el término Gôyîm (gentiles) tiene a veces significado despectivo en las Sagradas Escrituras, en el Talmud, etc. Desde la difusión del cristianismo, la palabra gentiles designa, en fraseología teológica, a aquéllos que no son ni judíos ni cristianos.
PROCURADOR.- Tenía el supremo poder militar, aunque dependía del Legado romano de Siria. Nombraba al Sumo Sacerdote y también podía destituirlo y adem{ás tenía el poder de retirar la propiedad privada a los ancianos. Era también el agente de finanzas del emperador romano. Recogía la totalidad de los impuestos que los judíos tenían que pagar al fisco imperial romano. Bajo sus órdenes estaban los recaudadores de impuestos, respaldados por sus soldados. La justicia ordinaria la ejercía el Sanedrín, pero el Procurador romano se reservaba la ejecución de la pena de muerte. Residía en Cesárea, pero en las fiestas acudía a Jerusalén y vivía en la ciudadela militar, en el ángulo nordeste del Templo con la guarnición romana, una cohorte de Jerusalén. Era un sitio estratégico desde donde era fácil controlar a la multitud que acudía al Templo.
PUBLICANO.- Publicano, en los Evangelios, se deriva de publicanus de la Vulgata, y significa un miembro o empleado de las compañías financieras romanas que arrendaba la recolección de impuestos. Desde el tiempo de la República el estado romano se libró del problema de cobrar los impuestos en las provincias usando el método de ponerlos en subasta por una suma alzada. El licitador más alto recibía autorización para exigir la suma de la provincia en cuestión. Tal sistema brindaba amplia oportunidad para las exacciones rapaces de parte de la compañía y sus oficiales, y a menudo los abusos eran intolerables. Debido a éstos y más, quizás, debido al odio natural e impotente de los judíos a la supremacía romana, los judíos que se lucraban sirviendo así a los gobernantes extranjeros eran objeto de la execración de sus paisanos. En los relatos evangélicos los encontramos como una clase habitualmente unida a la de los “pecadores” y a los “paganos”.
SADUCEOS.- Durante el tiempo de Cristo y la era del Nuevo Testamento, aquellos que eran saduceos, eran aristócratas. Ellos tendían a ser ricos y mantenían posiciones de poder, incluyendo la de los jefes sacerdotales y el sumo sacerdote, ocupaban la mayoría de los 70 lugares del concilio gobernante llamado el Sanedrín. Trabajaban duramente para mantener la paz, mediante la aceptación de las decisiones de Roma (Israel en este tiempo estaba bajo el dominio de Roma), y de hecho ellos parecían estar más ocupados con la política que con la religión. Por estar amoldados a Roma, y ser la clase rica privilegiada, ellos no se relacionaban bien con el hombre común, como tampoco el hombre común tenía una alta opinión de ellos. El hombre común se relacionaba mejor con aquellos que pertenecían al partido de los fariseos. Aunque los saduceos ocupaban la mayoría de los lugares en el sanedrín, la historia indica que muchas veces ellos tenían que estar de acuerdo con las ideas de la minoría farisea, nuevamente, porque los fariseos eran populares entre las masas.
Religiosamente, los saduceos eran más conservadores que los fariseos en un área importante de la doctrina. Los fariseos concedieron a la ley oral la misma autoridad que a la Palabra de Dios escrita, mientras que los saduceos consideraban que solo la Palabra escrita era de Dios. Los saduceos trabajaron arduamente para preservar la autoridad de la Palabra de Dios escrita, especialmente los Libros de Moisés (Génesis a Deuteronomio). Mientras que ellos pudieran ser elogiados por esto, definitivamente no eran perfectos en cuanto a su punto de vista doctrinal.
SAMARITANOS.- Son un grupo étnico y religioso que se considera descendiente de las doce tribus de Israel. Hablan árabe o hebreo moderno. Para sus ceremonias religiosas utilizan el hebreo samaritano o el arameo samaritano. El pueblo
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