El Poder Transformador De La Fe Y El Carácter
Enviado por ferpelaez • 21 de Septiembre de 2014 • 2.581 Palabras (11 Páginas) • 270 Visitas
Una vida recta y constante produce un poder y una fortaleza interiores que resisten permanentemente la influencia corrosiva del pecado y la transgresión.
Play
Cuando la fe se entiende y se utiliza apropiadamente, tiene resultados de alcance extraordinario. Ese tipo de fe puede transformar la vida de una persona de actividades diarias sentimentales y corrientes a una sinfonía de gozo y felicidad. El ejercicio de la fe es vital para el plan de felicidad del Padre Celestial. Pero la verdadera fe, la fe para salvación, se centra en el Señor Jesucristo, es la fe en Sus doctrinas y enseñanzas, fe en la guía profética del ungido del Señor, fe en la capacidad de descubrir características y rasgos escondidos que pueden transformar la vida. Verdaderamente, la fe en el Salvador es un principio de acción y poder.
La fe es un elemento básico fundamental de la creación. Estoy seguro de que el Salvador Jesucristo utiliza la fe en Su capacidad para actuar bajo la dirección del Padre Celestial. El Maestro la utilizó para crear las galaxias más remotas así como para componer los quarks, las partículas de materia más pequeñas que conocemos en la actualidad. Sin embargo, tengo fe de que aún hay elementos básicos más pequeños en la maravilla de la creación.
La fe en el futuro se demuestra cuando una pareja se sella en el templo. Los integrantes de ella comprenden que por medio de la obediencia a las enseñanzas de Jesucristo y al plan de felicidad de nuestro Padre Celestial, pueden tener una vida dichosa juntos; ellos reconocen que cuando vengan los desafíos que procuran ser oportunidades de progreso, hallarán formas, impulsados por el Espíritu Santo, para superarlos de modo que sean productivos y edifiquen el carácter.
La fe y el carácter están íntimamente relacionados. La fe en el poder de la obediencia a los mandamientos de Dios forjará fortaleza de carácter que estará a tu alcance en tiempos de urgente necesidad. Ese tipo de carácter no se obtiene en momentos de grandes desafíos o tentaciones; allí es cuando se deberá utilizar. El ejercicio de la fe en los principios verdaderos edifica el carácter y, el carácter fortalecido expande tu capacidad para ejercer más fe. Como resultado, aumenta tu capacidad y confianza para superar las pruebas de la vida. Cuanto más se fortalezca tu carácter, mayor será tu capacidad de beneficiarte al ejercer el poder de la fe; descubrirás cómo la fe y el carácter interactúan para fortalecerse mutuamente. El carácter se teje pacientemente con los hilos de los principios, la doctrina y la obediencia puestos en práctica.
El presidente Hugh B. Brown dijo: “Dondequiera en la vida que haya grandes valores espirituales disponibles para el hombre, sólo por fe se pueden adquirir. El hombre no puede vivir sin fe, puesto que en la aventura de la vida el problema principal es la edificación del carácter, que no es el producto de la lógica, sino de la fe en ideales y la devoción sacrificada hacia ellos” (en Conference Report, octubre de 1969, pág. 105). Ejercemos la fe al obrar. José Smith dijo que “la fe es un principio de acción y de poder” (Leales a la Fe, 2004, pág. 90).
Llegamos a ser lo que queremos ser, al ser constantemente, cada día, lo que queremos llegar a ser. Un carácter recto es una manifestación preciada de lo que estás llegando a ser. Un carácter recto es más valioso que cualquier otro objeto material que poseas, cualquier conocimiento que hayas obtenido por medio del estudio o cualquier meta que hayas logrado, sin importar lo valorados que sean por la humanidad. En la vida venidera, se evaluará tu carácter recto para determinar cuán bien utilizaste el privilegio de la vida mortal.
Ni Satanás ni ningún otro poder pueden destruir ni menoscabar tu carácter en crecimiento; sólo tú puedes hacerlo por medio de la desobediencia. Un carácter excelente se convierte en cenizas sin valor cuando lo erosiona el engaño o la transgresión.
Un firme carácter moral resulta de las decisiones correctas y constantes durante las dificultades y pruebas de la vida. Dichas decisiones se toman confiando en cosas en las que se cree y que, cuando se actúa en consecuencia, las mismas se confirman.
¿Cuáles son algunos de los principios habilitantes sobre los cuales se basa la fe?
• Confiar en Dios y en Su buena disposición para brindar ayuda cuando sea necesario, no importa cuán difíciles sean las circunstancias.
• Obedecer Sus mandamientos y una vida que demuestre que Él puede confiar en ti.
• Ser sensible a los tenues susurros del Espíritu Santo.
• Poner en práctica con valentía la inspiración recibida.
• Paciencia y comprensión cuando Dios permite que te esfuerces para que progreses y cuando las respuestas llegan poco a poco durante un largo lapso de tiempo.
“La fe es las cosas que se esperan y no se ven; por tanto, no contendáis porque no veis, porque no recibís ningún testimonio sino hasta después de la prueba de vuestra fe” (Éter 12:6). Por eso, cada vez que pruebes tu fe —o sea, actúes con dignidad según una impresión— recibirás la evidencia confirmadora del Espíritu. Al caminar hacia el límite de tu entendimiento, internarte en las penumbras de la incertidumbre y ejercer la fe, serás guiado a encontrar soluciones que de otra forma no hallarías. A pesar de la firmeza de tu fe, Dios no siempre te recompensará de inmediato de acuerdo con tus deseos. Más bien, Dios te responderá con lo que, según Su plan eterno, sea lo mejor para ti, en el momento de mayor provecho. Agradece que a veces Dios te deje esforzarte por mucho tiempo antes de que llegue la respuesta. Eso hace que tu fe aumente y se desarrolle tu carácter.
El fundamento del carácter es la integridad. Un carácter digno fortalecerá tu capacidad para reconocer la guía del Espíritu y ser obediente a ella. El ejercicio constante de la fe establece un carácter firme. Un fundamento seguro de tu carácter en formación es hacer que Jesucristo y Sus enseñanzas sean el centro de tu vida.
Tu felicidad en la tierra, al igual que tu salvación eterna, requieren muchas decisiones correctas, ninguna de las cuales es difícil de tomar. Juntas, esas decisiones forjan un carácter resistente a las influencias corrosivas del pecado y la transgresión. Un carácter noble es como una preciada porcelana hecha de materia prima selecta, moldeada con fe, trabajada cuidadosamente mediante actos constantes de rectitud y forjada en el horno de experiencias que elevan el espíritu. Es un objeto de gran belleza y de valor incalculable; sin embargo, puede dañarse en un instante mediante la transgresión, y entonces requerirá un esfuerzo prolongado y doloroso para
...