El impacto de ser servicial, como lo fue Jesús, en tiempos de Covid-19
Enviado por valyer • 8 de Noviembre de 2020 • Ensayo • 1.800 Palabras (8 Páginas) • 316 Visitas
El impacto de ser servicial, como lo fue Jesús, en tiempos de Covid-19
Vivimos en un mundo donde estamos más acostumbrados a que nos sirvan que a servir. Esta es la enseñanza que hemos aprendido de la sociedad. ¿Cuántas veces no te has enojado por un mal servicio en un restaurante o en un hospital? Para el mundo el ser servido es más importante. Se nos ha enseñado que el que manda paga, y que por esto; es más importante ser servido que servir. El que sirve es considerado de menor categoría. Es relegado, pisoteado y menospreciado, y a veces sin ser digno siquiera de recibir un gracias.
Jesús dijo que es mejor dar que recibir. Con esto él estaba expresando que el dar es servir, mientras que recibir, es ser servido. No es malo recibir, pero es más bienaventurado dar. Al Jesús referirse que es más bienaventurado dar que recibir, se refería principalmente que al dar debemos siempre actuar con amor y respeto con el prójimo como si estuviéramos dándole al mismo Dios.
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”
– Colosenses 3:23
En estos tiempos de Covid-19 es muy difícil dar a los demás. Además de estar pasando por una de las crisis económicas mas grande a nivel mundial, también estamos pasando por grandes etapas de depresión y ansiedad. En estos estados es muy difícil ser servicial con los mas necesitados. Todos estamos pasando por situaciones difíciles y se complica mucho más que antes la ayuda humanitaria porque todos necesitamos de ella, unos mas que otros. Sin embargo, esto no es excusa para que desaprovechemos este tiempo en casa y en familia para imitar el ser servicial como, Jesús nos enseña en las escrituras, y trabajemos en nuestra santidad.
Hoy en día, y sobre todo en tiempos de Covid-19, el encontrar personas amables, entregadas, caritativas y sobre todo serviciales nos traen la alegría y la tranquilidad que necesitamos en nuestra vida, como lo es encontrar una red Wifi sin el logo del candadito cerrado. Así como sentimos paz, calma y serenidad al encontrar una red wifi sin contraseña en un momento de desesperación al querer comunicarnos con alguien porque nos quedamos sin señal para alguna urgencia, es el mismo sentimiento que nos invade al momento de encontrarnos con personas dispuestas a colaborar con la mejor disposición y mucho mejor es el sentimiento si se nota la honestidad y buena actitud de esa persona al querer hacerlo. ¿Por qué no ser de esas personas que le traen paz y serenidad al mundo en tiempo de pánico? ¿Por qué no ser luz en toda esta oscuridad?
En una de sus parábolas, Jesús cuenta la historia de un hombre que iba de Jerusalén a Jericó cuando le caen encima unos ladrones que lo despojan de todo lo que lleva y lo dejan medio muerto. Luego que pasan a su lado un sacerdote y un levita, sin inmutarse y pedir ayuda. Un samaritano, individuo de un grupo étnico despreciado por los judíos de aquella época, se compadece del viajero y lo traslada a un mesón de un pueblo vecino. Al día siguiente, el Samaritano le dio el dinero al dueño de la posada y le dijo: “Cuídeme bien a este hombre. Si el dinero no alcanza para los gastos, a mi regreso yo le pagaré lo que falte.” El prójimo es cualquiera que necesite nuestro amor y servicio. Jesús dice “Trata a los demás como tú quieres ser tratado” – Mateo 7:12
Ahora bien, seguramente estás pensando ¿cómo podemos ayudar nosotros desde casa a los más necesitados? si no podemos tener contacto alguno con el mundo exterior y mucho menos ayudar a los que están sin trabajo y hogar, así como lo hizo el samaritano con el viajero.
Al señor pedirnos que seamos humildes y serviciales no se refiere únicamente a ayudar a los mas necesitados, también hace referencia a que lo apliquemos en nuestra vida diario, con nuestros conocidos, amigos y sobre todo con la familia. Muchas personas malinterpretan que el ser servicial es solo ser voluntario en ancianatos, llevar mercados a familias de escasos recursos, donar dinero a fundaciones y/o teletones, pero la realidad es que, aunque eso hace parte de como ser servil, no es la esencia de la virtud.
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.” Pedro 1:8-9
Debemos de vivir en armonía los unos con los otros. Eso quiere decir que nosotros debemos de hacer nuestra parte para vivir en paz, en armonía con todos los hombres. La palabra armonía es con la cual se describe la palabra orquesta, cuando cada instrumento toca su sonido, éste se hace con armonía.
“En el mundo hace falta tanta empatía. No sabemos qué es lo que está pasando en la vida de las otras personas hasta que no nos lo dicen. Así que actuemos, hablemos y estemos como si esto hará la diferencia en la vida del otro. Una simple escucha, una simple palabra, un simple hombro, la simple presencia, puede ser todo para la otra persona.
Hacen falta personas, personas que no se imaginen las situaciones de los demás, sino que las sientan como suyas.
Hacen falta personas, personas que cambien él lo siento por él te siento. Hacen falta personas
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