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Enviado por miguel2318 • 12 de Febrero de 2015 • 5.984 Palabras (24 Páginas) • 139 Visitas
REDEFINIR LO RELIGIOSO:
UN ENSAYO DE REFLEXIÓN A PARTIR DEL ESTUDIO DE
LA ESPIRITUALIDAD EN ALCOHOLICOS ANONIMOS
JOSÉ PALACIOS RAMÍREZ
Universidad Católica de San Antonio Murcia
INTRODUCCIÓN (CAMBIO SOCIAL Y DESCENTRAMIENTO
DE LO RELIGIOSO)
En su poderoso y bastante estudiado programa teórico, Durkheim
sentó las bases de buena parte de los desarrollos que tiempo después,
sociología y antropología han generado alrededor de los fenómenos
religiosos. Su conocida definición de religión1
, nociones como el par
sagrado/profano o la llamada teoría de la continuidad, han hecho de
sus teorías uno de los caminos más transitados y fértiles en los
replanteamientos teóricos que centran el tema de este simposio. Sin
duda un aspecto que muestra la talla del aporte del maestro francés es
su potencialidad heurística, su vigencia, el desarrollo teórico que sus
ideas dejan intuir incluso más allá de sus enunciaciones más
formalizadas, tal vez “lastradas” por su contexto de producción. El
programa durkheimniano (y aquí coincido en líneas generales con el
ejemplar estudio de Ramón Ramos, 1999), tiene como problema
central la moral, y como objetivo aportar un diagnostico sobre los
procesos de descomposición y nuclearización de las sociedades
modernas2
. En dicho esquema teórico, Durkheim recoge la idea de F.
de Coulanges de la religión como origen de la sociedad, viendo una
1
“(…) una religión es un sistema solidario de creencias y practicas referidas a cosas
sagradas, es decir, separadas, interdictas, creencias y practicas que unen en una misma
comunidad moral, llamada iglesia, a todos los que se adhieren a ellas” (Durkheim, 2000:
65).
2
En gran medida ese énfasis en dar cuenta del “malestar” de la cultura moderna, esta
también en el origen de las otras aportaciones pioneras de la sociología de la religión, en
este caso las originadas en la esfera del pensamiento alemán, Simmel con su idea trágica de
la cultura, Weber con su jaula de hierro, o Toennies con la oposición comunidad/sociedad,
dan cuenta del triunfo de la subjetividad objetivizada moderna, y de la importancia de lo
religioso como sustrato simbólico/practico de la sociabilidad, de la posibilidad misma de la
sociedad (puede verse Mitzman, 1976).190 JOSÉ PALACIOS RAMÍREZ
relación univoca y lógica (Ramos, 1999: 50-51; y también Lukes,
1984) entre ésta y la moral, lo cual le sirve para centrar la
problemática de la moral en las sociedades modernas en torno a la
desacralización, a la transformación en los vínculos solidarios y los
marcos normativos de las mismas (contextos anómicos).
Como decía, la paradoja del programa durkheimniano se sitúa, podría
decirse, en la fertilidad de sus fallas a la hora de intentar operar
conceptos e hipótesis con una solidez “científica”, unido esto a
algunas ideas que desliza, apunta o se le escapan en forma de
comentarios ambivalentes en los que parece desdecirse, dudar sobre
las consecuencias de la formalización teórica para las ideas que
propone. Sobre todo, esta riqueza heurística, que es sobre la que este
trabajo busca apuntar reflexiones de cara a los dilemas que las
manifestaciones religiosas ofrecen a la antropología en la actualidad,
puede encontrarse en el espacio intermedio, intersticial que se sitúa
entre los pares de dos dicotomías que son fundamentales en la
formalización, exitosa a medias, del programa durkheimniano: el par
creencias/practicas y el par sagrado/profano. Seguramente la segunda
de estas dicotomías es la que muestra de forma más ostensible su
ambigüedad, incluso en palabras del propio Durkheim3
, al mismo
tiempo que es la que mayor numero de nuevos acercamientos a lo
religioso ha producido, confirmando la previsión del mismo autor
francés, que pronosticaba al final de Las formas elementales, la
emergencia de una nueva religiosidad difusa, que podría separar lo
sagrado de la religión4
.
3
“La cosa sagrada es, por excelencia, aquello que lo profano no debe, no puede tocar
impunemente. Sin duda, esta prohibición no puede llegar hasta el punto de hacer imposible
toda comunicación entre los dos mundos; pues si lo profano no pudiera entrar de ningún
modo en relación con lo sagrado, éste no serviría para nada. Pero, además de que esta
puesta en contacto es siempre una operación en si misma delicada, que reclama
precauciones y una iniciación más o menos complicada, no puede llegar a ser posible sin
que lo profano pierda sus caracteres específicos, sin que se vuelva a su vez sagrado en
alguna medida y cierto grado. Los dos genios no pueden aproximarse conservando, al
mismo tiempo, su propia naturaleza” (Durkheim, 2000: 87-88).
4
En esa línea, con distintos puntos de partida y desarrollos teóricos, podemos encontrar la
religión invisible de Luckmann (1973) entre otras muchas nociones por el estilo, en las que
la subjetividad moderna emerge por encima de la totalización socializante del programa
durkheimniano.Redefinir lo religioso. Un ensayo de reflexión 191
El ejemplo de excepción que el mismo Durkheim propone para
flexibilizar dicha dicotomía, los ritos de paso, ha sido a su vez uno de
los campos más productivos de la antropología simbólica, de la
religión y del ritual (principalmente V. Gennep, 1980; y Turner,
1999), pero resulta además ser la vía principal para llegar al punto
débil de la otra dicotomía en cuestión, es decir, como articulaba el
autor francés la preeminencia de las creencias sobre las practicas a
través de una fallida sociología del conocimiento, que sin embrago
abre el espacio justo para que tome sentido uno de los bloques teóricos
que más criticó, el pragmatismo, y que tiempo después comienza a
mostrarse como la mejor pareja potencial5
para su programa. A la vez
que como la mejor forma para articular de manera optima dicha
dicotomía, y así redimensionalizar nuestra visión de la religiosidad, de
lo trascendente, y de su relación con la constitución de las categorías,
de las identidades sociales, y de los marcos normativos, morales y
comunicativos.
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