Etnocentrismo
Enviado por aleksjas • 14 de Febrero de 2013 • Tesis • 3.325 Palabras (14 Páginas) • 874 Visitas
Etnocentrismo
Un fenómeno generalizado en todas las épocas y partes del mundo. Alguna reflexión se podrá hacer en este breve espacio. El título lo sugirió el amigo Juan Barrilero.
Se trata de una tendencia natural a sobrevalorar la propia cultura despreciando las demás. Los valores, creencias y costumbres propias se consideran superiores y mejores que las de los demás que aparecen de esta forma como inferiores, menos humanos o salvajes. (1)
En situaciones de conflicto entre culturas, las creencias etnocéntricas de superioridad suelen vincularse a sentimientos de desconfianza y temor y se acompañan de acciones diseñadas para limitar el contacto con miembros del otro grupo y para ejercer discriminación. Todo ello muy relacionado con los prejuicios, la intolerancia y la xenofobia.
Una modalidad es el Eurocentrismo: la mirada del mundo a partir de la experiencia europea occidental, donde las ventajas o beneficios para los europeos y sus descendientes, se buscan a expensas de otras culturas, justificando esta acción con paradigmas o normas éticas que proclaman beneficios universales para todos. “Todo el mundo progresará, si nosotros nos adueñamos de los recursos naturales del Tercer Mundo”.
En definitiva, hegemonías culturales consideradas de rango superior que se imponen a otras, distorsionando la realidad cultural y social mundial e ignorando o suprimiendo la existencia de una pluralidad de culturas.
El etnocentrismo:
sostiene que la cultura propia es la más valiosa, pero no puede fundamentarlo, porque no existen criterios válidos universalmente
y mantiene que las demás culturas son inferiores, lo que da origen a la filosofía de la colonización que posibilita conquistar para civilizar a las demás culturas (y a la vez explotar sus recursos).
El descubrimiento y conquista de América, junto al genocidio de indígenas, se justificó con la necesidad de civilizar y cristianizar a los indios salvajes; la colonización, tráfico y explotación de esclavos africanos iba a aportar progreso y modernización a África y al mundo entero; con la invasión y masacres de Irak se le llevaría la liberación y la democracia; para defender el monopolio de la verdad, el Vaticano impone al resto de cristianos del mundo una religión occidentalizada y romanizada;… Se puede formar una larga lista de ejemplos del pasado y del presente.
Eurocentrismo:
La activista iraní Shirin Ebadi recibió el premio Nobel de la Paz 2003.
En su comunicado de concesión, el Comité Nobel subrayó su esperanza en que "el pueblo de Irán se sienta feliz de que por primera vez en la historia uno de sus ciudadanos haya sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz"...
¿A qué viene esa frase de “referencia histórica” del premio precisamente para una cultura tres veces milenaria?
Hace unos años, cuando una asociación libia entregó un premio internacional por su contribución a la paz a Roger Garaudy, nadie del gobierno salió diciendo que “esperaba que el pueblo francés se sintiese feliz por ser la primera vez en la historia que uno de sus ciudadanos hubiese sido galardonado con el premio x”. De haberlo hecho, los franceses se lo hubiesen tomado como una broma de mal gusto. Pero no lo hubiera sido.
En el caso de Irán no hubo el menor recato al hacerlo, siendo tal vez el país con una historia cultural más rica del planeta (junto a China), con una tradición filosófica y literaria de primer orden a lo largo de tres milenios.
Destacaron durante la entrega que se trataba de una mujer luchadora por los derechos humanos en Irán, situando así en primer plano la violación de los mismos en aquel país. ¿Es que en el “Primer Mundo” todo va bien, como si los derechos humanos de los musulmanes y de los inmigrantes no estuviesen siendo constantemente vulnerados en Francia, en España o en Estados Unidos?.
La premio Nobel insistió en su discurso en que los derechos humanos y el Islam son compatibles. El Islam concede muchos más derechos a los individuos que los planteados por la “declaración universal de los derechos del hombre”. Más bien deberíamos meditar si los derechos humanos son suficientes hoy en día, si no esconden una visión tendenciosa de la humanidad y sus derechos y deberes. No es que los derechos humanos no están bien: es que son insuficientes. ¿Por qué? Porque son administrados por unas instituciones poco humanas, porque los derechos humanos son solo para los ciudadanos reconocidos por algún estado, lo cual equivale a decir que los marginados o sin papeles no son humanos. Y así se los trata.
Etnocentrismo y derechos humanos:
¿Quién nos ha nombrado a los países occidentales e industrializados como los BUENOS de la película?
¿Con qué derecho juzgamos y manifestamos una absoluta intolerancia ante los islamistas u otras culturas “por no respetar los derechos humanos”?
¿Por qué, antes de juzgar y condenar a los otros, los democráticos occidentales no leemos la lista completa de los derechos humanos y comprobamos hasta qué punto la estamos cumpliendo con nosotros mismos, con los marginados de nuestros países y con los inmigrantes que llegan?.
Sí, sí, repasemos uno por uno esos derechos de la lista…
Por cierto, unos derechos que se formularon en Occidente y se impusieron para toda la humanidad. En el campo de los derechos humanos, uno de los principales problemas ha sido el etnocentrismo cultural e ideológico: Las raíces legales y políticas de la primera generación de derechos humanos (derechos civiles y políticos) fueron formuladas por Occidente (Inglaterra, Francia y Estados Unidos) como respuesta a los reclamos que motivaron los principales movimientos revolucionarios de finales del s. XVIII. La segunda generación (derechos económicos, sociales y culturales) fue abordada en Naciones Unidas e incorporada en 1948, cuando la mayoría de los países del Tercer Mundo estaban bajo control colonial.
Se trata de universalizar un sistema particular de valores y un modelo de civilización occidental liberal, “basado en el derecho natural”, sin un consenso universal. Otras concepciones alternativas de derechos humanos y dignidad humana, que aún estaban en evolución (por ejemplo, el derecho al desarrollo), encontraban una feroz oposición en los enfoques tradicionales occidentales.
Y el problema se agudizó cuando se abordaron los derechos de tercera generación (basados en el proceso de descolonización, para incentivar el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los pueblos) y el surgimiento de la lucha por un Nuevo Orden Económico Internacional. Se promovieron
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