Evangelio

"La vida humana es sagrada porque desde su inicio comporta "la acción creadora de Dios" y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término: nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente"

El ser humano es libre ¿Pero hasta qué punto esta esa libertad en nuestras manos?

Estamos en un mundo donde la libertad está implícita en la vida humana, simplemente por el hecho de nacer. Pero esa libertad tiene algunas excepciones que están fuera del alcance de nuestras manos, dependiendo del punto de vista. Morir no es decisión de nadie, simplemente nacemos para morir, así mismo quitarle la vida a un ser humano es algo que no es éticamente aceptable, inclusive, no es moralmente aceptable pero si somos libres ¿Por qué no podemos decidir si matar a alguien o no?

"El concepto de libertad que exalta de modo absoluto al individuo, y no lo dispone a la solidaridad, a la plena acogida y al servicio del otro. Si es cierto que, a veces, la eliminación de la vida naciente o terminal se enmascara también bajo una forma malentendida de altruismo y piedad humana, no se puede negar que semejante cultura de muerte, en su conjunto, manifiesta una visión de la libertad de los 'más fuertes' contra los débiles destinados a sucumbir"

Esta libertad de la que habla el papa Juan Pablo II en el Evangelio de la vida se tiene que ver personalmente, esa libertad es libertad de elegir sobre uno mismo, sobre lo que uno quiere para uno, sobre lo que uno mismo quiere hacer pero nunca sobrepasar esa libertad con la que nacemos y aplicarla contra una persona que tiene la misma libertad que uno de elegir qué hacer con su propia vida pero no con la de los demás.

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