FELICIDAD
Enviado por cvalenzo • 2 de Septiembre de 2011 • 2.621 Palabras (11 Páginas) • 630 Visitas
Introducción
Como muchos de los temas más profundos de nuestras vidas, todos tenemos una noción interna sobre qué es la felicidad, pero nos parece muy difícil explicarla. Ocurre lo mismo al pensar en conceptos como "Justicia" o "Solidaridad".
Generalmente cuando pensamos en felicidad vernos sus efectos, pero pocas veces analizamos con cuidado sus causas: ¿Qué nos hace felices? ¿Es posible que esta felicidad sea un estado permanente?
La felicidad es un concepto mucho más profunda de estabilidad, seguridad, esperanza. La felicidad no es la falta de problemas o la ausencia de dificultades. ¿Se puede ser feliz en medio de una tormenta? Sí, porque la felicidad no es algo que esté necesariamente fuera de nosotros. El primer sitio donde debemos encontrarla es en nuestro interior. Es muy difícil ser feliz con una actitud de resentimiento o de enojo hacia la vida. Tampoco se puede ser feliz si depositamos nuestro corazón en cosas materiales o en las personas equivocadas. El vivir de manera continua un conjunto de valores nos brinda la estabilidad necesaria para sentirnos completos. La felicidad tiene mucho que ver con el vacío o plenitud de nuestras vidas en su sentido más profunda
En el presente trabajo, buscaremos indicios de la voluntad de Dios con respecto a la felicidad del hombre a través de las enseñanzas de su Hijo. Para esto, analizaremos algunos pasajes bíblicos del evangelio de San Lucas que hablen sobre la felicidad, los expondremos y además plasmaremos nuestra opinión personal al respecto.
El objetivo es entender un poco más lo que Dios quiere que hagamos para alcanzar la felicidad plena, y así acercamos un poco más al Padre.
¿Qué es la felicidad?
Según definiciones encontradas en Internet, la felicidad es:
• Estado psicológico que trasciende la noción del estado anímico. Dota, a quienes lo disfrutan, de la sensación de autorrealización y plenitud para con uno mismo y los elementos del entorno circundante, ya sea éste físico o imaginado.
• Agradable sensación que surge de la observación de la desgracia ajena.
• Estado de satisfacción, plenitud o regocijo íntimo y personal, que se caracteriza por sus efectos favorables en todos los órdenes de la vida.
Hoy en día vivimos en un mundo muy acelerado en el cual es muy difícil hacerse esta pregunta, no tenemos tiempo para estar tranquilos y ponernos a pensar en cosas que van más allá de lo cotidiano. El estudio, el trabajo, las visitas al médico, las angustias, las depresiones y todo tipo de responsabilidades nos impide hacer reflexiones personales sobre nuestra vida y sobre temas tan relevante como la felicidad.
Desde siempre se ha hablado sobre el tema de la felicidad. Se menciona como el gran anhelo humano, pero se acepta que pocos llegan a conocerla. ¿Que es la felicidad? ¿Es posible realmente alcanzarla? ¿Hay una o varias felicidades posibles?
A partir de las definiciones anteriores y de la literatura relacionada, pueden vislumbrarse varios niveles de felicidad. Estos son:
-Felicidad sensorial: Es el nivel básico y se relaciona con el comportamiento infantil. Consiste en obtener a través de los cinco sentidos típicamente conocidos. Es casi siempre fugaz
-Felicidad emocional: Se relac--~J=:: :o y relaciones interpersonales que compartimos.
-Felicidad material: Se basa en los logros y en el significado cultural que ellos tienen.
-Felicidad mental: Es un nivel mucho más complejo, que surge como resultado de la madurez y la experiencia. Se basa en la capacidad de disfrutar de lo que se tiene. En este nivel se aprecian cada vez menos los logros y el "aplauso social", y se aprecian más el silencio, la armonía y la paz.
-Felicidad espiritual: Es el nivel más desarrollado. Es la expresión máxima de la autorrealización. Es lograr contactarse con lo más profundo de la propia naturaleza, tener plena conciencia de los pensamientos, palabras y actos propios. Es desechar de la vida todo vestigio de egoísmo y violencia, y volcarse por entero al servicio y la compasión.
Desde el punto de vista católico, la felicidad espiritual es lo que Dios quiere para nosotros, es lo que deberíamos buscar constantemente, y que alcanzamos solamente mediante la Fe y la plena comunión con el Padre odas los demás niveles de felicidad son temporales, en cambio la felicidad espiritual dura para siempre ya que se extiende a la vida eterna con el Padre.
¿Cómo encontrar la felicidad?
Lo primero que se debe entender es que la felicidad está al alcance de todos, no es un bien para privilegiados sino que todos podemos acceder a ella. Muchas veces tendemos a pensar que sólo la gente que tiene dinero, salud, éxito, familia, amor, fama, etc., es la que puede ser feliz pero estamos equivocados ya que no depende de lo terrenal ni material sino que va más allá. La felicidad es un estado de ánimo, por lo tanto depende de nosotros mismos, depende de que sea lo que nos preocupa y de qué aspiramos para nuestras vidas. Mientras logremos lo que buscamos seremos felices.
El ser feliz no es un estado de ánimo, es una actitud constante; para lograr esto podemos considerar como fundamental:
- Aprender a disfrutar de las pequeñas y cotidianas cosas de nuestra vida: la conversación, el descanso, el trabajo, la naturaleza, la amistad, etc. Debemos ser conscientes que el afán desordenado por encontrar satisfacciones conduce a una falsa felicidad, es decir, simplemente un placer.
- Ver en nuestras ocupaciones cotidianas un motivo de Felicidad. Cualquiera que sea nuestro trabajo, es la expresión de lo que podemos y sabemos hacer. Realizarlo con entusiasmo, bien hecho y completo se con-vierte en una satisfacción y nuestra carta de presentación en la sociedad en que vivimos.
- Aceptar nuestras cualidades y limitaciones sin renunciar a mejorar. Con frecuencia podemos centrar nuestra atención en las cosas que nos faltan (bienes, mejor puesto en el trabajo, capacidad de relación social). Debemos aprovechar el tiempo en encontrar todo aquello que nos ayuda a superarnos: estudiar más, preparamos para trabajar en la labor que mejor desempeñamos o acercamos a las personas que nos puedan enseñar y sugerir mejores alternativas.
- Tener una actitud positiva ante las personas y las circunstancias. Esto implica la comprensión que tengamos hacia los errores y actitudes de los demás, evitando provocar problemas y conflictos. Siempre será mejor enseñar como se pueden hacer mejor , las cosas, valorando el esfuerzo
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