Frutos del Espiritu Santo
Enviado por almenachile • 23 de Octubre de 2017 • Apuntes • 3.045 Palabras (13 Páginas) • 337 Visitas
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Nombre: Daniel Espinoza Ramírez
Introducción:
Al leer el Libro de Gálatas puedo comprender sobre los frutos del Espíritu Santo y las obras de la Carne, también puedo ver las características enumeradas de ellos y como he ido aprendiendo en Extensión puedo ver que uno tiene relación con otro y que tiene una unidad en sí.
Ahora veamos que nos dice el Diccionario Vine en Español sobre lo que significa “Fruto”:
FRUTO
A. Nombre
peri (6529 , פ רְ יִ ), «fruto; recompensa; precio; ganancias; productos; resultados». Este vocablo está en
ugarítico y egipcio. Peri aparece unas 120 veces en el hebreo bíblico durante todos los períodos.
Primero, peri se refiere al producto comestible maduro de una planta o su «fruto». Este significado
amplio es evidente en Dt 7.13: «También bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano y
tu vino nuevo y tu aceite, la cría de tus vacas y el incremento de tus ovejas». La primera vez que aparece,
el término se usa para significar tanto «árboles» como sus «frutos»: «Produzca la tierra hierba, plantas que
den semilla y árboles frutales que den fruto, según su especie» (Gn 1.11 RVA). En Sal 107.34, el vocablo se
usa como calificativo de «tierra»; una «tierra fructífera» es una «tierra de frutos».
Segundo, peri significa «progenitura» o el «fruto del vientre». En Dt 7.13, el término significa
«descendencia humana», pero también puede decirse de animales (Gn 1.21–22).
Tercero, el «producto» o «resultado» de una acción a veces se denomina, poéticamente, «fruto»:
«Entonces dirá el hombre: Ciertamente el justo tiene frutos; ciertamente hay un Dios que juzga la tierra»
(Sal 58.11 RVA; «hay recompensa para el justo» LBA). Isaías 27.9 (LBA) habla del «fruto del perdón de su
pecado» («todo el fruto capaz de apartar su pecado» BJ), o sea, el resultado de la acción divina de purificar
a Israel. La mujer sabia compra un terreno y siembra con sus ganancias o «fruto de sus manos» (Pr
31.16). En otras palabras, su recompensa es recibir el «producto» de sus labores (Pr 31.31). Los justos
serán recompensados «según su camino y según el fruto de sus obras» (Jer 17.10; cf. 21.14). En la
mayoría de pasajes como este, la RV y sus revisiones traducen peri como «fruto» (cf. Pr 18.21).
B. Verbo
parah (6504 , פ רָ הָ ), «fructificar, llevar fruto». Este verbo se encuentra 29 veces en el Antiguo
Testamento. La primera vez que se usa es en Gn 1.22: «Y Dios los bendijo diciendo: Fructificad y
multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra» (RVR).
Ahora veamos que es lo que dice el mismo Diccionario sobre “El Espíritu”:
ESPÍRITU, HÁLITO
ruaj (7307 ,ַ רוח ), «aliento; hálito, aire; viento; brisa; espíritu; coraje; temperamento; Espíritu». Este
nombre tiene cognados en ugarítico, arameo y arábigo. El término se encuentra unas 378 veces en todos
los períodos del hebreo bíblico.
Primero, el vocablo significa «hálito» o «aliento», el «aire» que se respira. Esta acepción se destaca en
Jer 14.6: «Los asnos monteses se ponen sobre los cerros y aspiran el viento como los chacales» (RVA).
«Recobrar el aliento» es revivirse: «Cuando [Sansón] bebió [agua], recobró sus fuerzas [aliento] y se
reanimó» (Jue 15.19 LBA). «Quedar sin aliento» es sentir asombro: «Y cuando la reina de Sabá vió toda la
sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, asimismo la comida de su mesa … se quedó
asombrada» (1 R 10.4–5 RVR; «sin aliento» RVA, LBA). Ruaj también puede referirse a hablar o al «hálito»
de la boca: «Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de
su boca» (Sal 33.6; «soplo» RVA; «espíritu» RV; cf. Éx 15.8; Job 4.9; 19.17).
Segundo, el término se usa con un énfasis particular en la calidad invisible, intangible y fugaz del
«aire»: «Acuérdate de que mi vida es un soplo; mis ojos no volverán a ver el bien» (Job 7.7). A veces
ruaj puede sugeir falta de propósito o inutilidad, aun vanidad (vacuidad): «Los profetas serán convertidos
en viento, puesto que la palabra no está en ellos» (Jer 15.13). Las «palabras ventosas» (Job 16.3 RV) son
«palabras vacías» (RVR); de la misma manera en que el «conocimiento ventoso» es «conocimiento vacío»
(Job 15.2; cf. Ec 1.14, 17) «correr tras el viento» (LBA); «aflicción de espíritu» (RVA, RV-95). En Pr 11.29
ruaj significa «nada»: «El que turba su casa heredará viento». Este matiz se percibe muy claramente en
Ec 5.15–16: «Como salió del vientre de su madre, desnudo, así volverá; tal como vino, se irá. Nada de su
duro trabajo llevará en su mano cuando se vaya. Este también es un grave mal: que de la misma manera
que vino, así vuelva. ¿Y de qué le aprovecha afanarse para el viento?» (RVA).
Tercero, ruaj significa «viento». En Gn 3.8 el término parece referirse a la brisa suave y refrescante
del atardecer que es muy propia del Oriente Medio: «Oyeron la voz de Jehovah Dios que se paseaba en el
jardín en el fresco [literalmente, «aire» RVR] del día» (RVA). Puede significar un viento fuerte y constante:
«Y el Señor hizo soplar un viento del oriente sobre la tierra todo aquel día y toda aquella noche» (Éx
10.13 LBA). También puede referirse a un viento sumamente fuerte: «Jehovah hizo soplar un fortísimo
viento del occidente» (Éx 10.19 RVA). En Jer 4.11 el término parece referirse a un vendaval o tornado (cf.
Os 8.7). Dios es el Creador (Am 4.13) y soberano Controlador de los vientos (Gn 8.1; Nm 11.31; Jer
10.13).
Cuarto, el viento representa orientación. En Jer 49.36 los cuatro vientos son los cuatro confines de la
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