Hagan Todo Lo Que El Les Diga

LA OBEDIENCIA

J. 2,5 Hagan todo lo que Él les diga.

Gn 41,55 Toda la tierra de Egipto sintió también hambre, y el pueblo clamó a Faraón pidiendo pan. Y dijo Faraón a todo Egipto: «Id a José: haced lo que él os diga.»

María dice esto para el nuevo pueblo que va a nacer de Canaán de Galilea que ya no está necesitado de pan sino del vino nuevo del Reino de Dios.

María es la primera discípula que sigue a su maestro. Él nos invita a seguir a Jesús escuchando su palabra y haciendo lo que Él nos diga. El rol importante de María en el discipulado.

María se comporta a amorosamente cuando le dice a Jesús que los esposos que ya no tienen vino y luego amorosamente les dice a los servidores que hagan todo lo que El les diga. María está convencida de que su Hijo va a hacer algo aún no haya llegado su hora, la hora de la Cruz.

María nos está invitando a abrir el corazón y ponernos al servicio de Jesús. María actúa como que nos esa preparando el camino para el nuevo nacimiento del pueblo de Dios. María es toda una evangelizadora que prepara el camino de la salvación. Ella se parece a Juan el Bautista. María está preparando esa hora de su Hijo, el portento salvífico glorioso de la Cruz, donde Jesús se va a entregar. Ella es la primera servidora. María es la primera diaconisa que presta obediencia a Jesús e invita a los diáconos a que obedezcan a Jesús. Ella es la sirva de Jesús, y al estar al pie de la Cruz, es la diaconisa primera que está a la cabeza de todos los servidores de todos los diáconos que sirven a Jesús pidiendo que todos hagan lo que Él les diga.

Jesús, el siervo entregado a muerte de Cruz. Ella empieza a preparar el camino a la salvación por medio de la muerte de Jesús. Ahí la comparación con San Juan el Bautista.

San Juan (El amigo del novio) que el mismo anuncia: “Este es el Cordero de Dios”. San Juan nos muestra que en la Boda de Caná es Jesús quien celebra su boda. Él es el esposo del nuevo pueblo que nace en Cana de Galilea.

Cuando el novio está presente no hay que ayunar porque Él está presente.

San Juan: conviene que yo disminuya para que El crezca, eso hace María, y no es la madre que impone a su hijo a que haga lo que ella quiere. Ella desaparece como Madre y da espacio a la mujer, a la compañera del esposo, y como Juan invita a seguir y servirle a Jesús para que Él pueda cumplir su plan de salvación.

Lucas 1,38 Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.

María en la anunciación se pone al servicio de Dios y en Cana de Galilea se está poniendo al servicio de su Hijo para que ellos hagan lo que Él les pida para cumplir su proyecto de salvación e es el nuevo pueblo de Dios.

María prepara los corazones y el espacio para que Jesús actúe. María es precursora inmediata de la salvación. En el Magnificat, por ejemplo, (Lc. 1, 46-55) María anuncia el gran banquete, el banquete final de la restauración e invita a todos a que se dispongan a hacer lo que El les mande. (Is 25,6) 6 Hará Yahveh Sebaot a todos los pueblos en este monte un convite de manjares frescos, convite de buenos vinos: manjares de tuétanos, vinos depurados;

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