LA Autoridad del Creyente

RESUMEN DEL LIBRO: “LA AUTORIDAD DEL CREYENTE”

Autor. Kenneth E. Hagin

Este libro está basado en las epístolas de San Pablo, cuando él oró por la iglesia de Efeso, para que el Señor nos diera revelación en la palabra, sabiduría y entendimiento de ella para ser salvos.

Dios a través de la palabra nos dice que tenemos autoridad sobre todo mal, a través de su hijo Jesucristo, por medio de él nos bendijo nos otorgó a todos ese regalo de “autoridad”

Éste regalo no debe ser ignorado por nosotros, necesitamos saber lo que nos pertenece, pero solo saberlo no basta, es importante estar conscientes que la autoridad es un regalo de todos los hijos de Dios, cuando somos nuevas criaturas en Cristo y declaramos su nombre. Al enemigo no le gusta que sepamos de ésta bendición, por que a través de ésta verdad seremos libres y podremos dominar al diablo.

La autoridad es un poder delegado, con ésta bendición podemos pelear la gran batalla, permaneciendo firmes en la autoridad que Dios nos ha dado, por que Dios respalda ese poder y esa autoridad. El creyente que está consciente del poder divino que lo respalda y su propia autoridad como hijos de Dios puede hacerle frente al enemigo sin miedo ni temor porque el enemigo reconoce la autoridad que proviene de Dios.

Debemos ejercer ésa autoridad que Dios nos ha dado a través de su hijo Cristo Jesús, que tiene autoridad en el cielo y en la tierra, ya que él es la cabeza de la iglesia y nosotros su cuerpo por lo tanto podemos ejercer nuestra autoridad en la tierra. Jesús está a la diestra del Padre en el lugar de autoridad, él es cabeza y nosotros cuerpo de la iglesia y por tanto también estamos junto a él, por que morimos con él y fuimos levantados con él.

Para los que creemos en la grandeza de Dios, sabemos que toda autoridad se estableció con la resurrección de Jesús que fue hecha por Dios sobre todo poder, principado y señorío.

Dios nos dio vida junto con Jesucristo cuando resucitó, por que en la cruz quedaron nuestros pecados, y al resucitar Jesús nos dio autoridad, y cuando experimentamos esa autoridad como cuerpo de Cristo experimentamos un cambio radical.

Al ser el pueblo de Dios somos participes de su autoridad, gracias a él podemos usar nuestra autoridad de acuerdo con nuestro entendimiento espiritual, por esto Dios quiere que tengamos autoridad sobre los poderes que puedan influir en la mente del hombre.

Jesús quiere que empecemos por hacer lo que el hizo con autoridad, como cuando el frenó la tempestad.

Debemos recordar que físicamente estamos en el mundo pero no somos del mundo, Satanás no nos maneja por que tenemos autoridad sobre él ya que Jesús quitó del trono a todos los malos espíritus rebeldes y por eso podemos reinar sobre ellos.

La autoridad que tenemos como cuerpo de Cristo nos fue dada en la tierra y por eso debemos aplicarla destruyendo los planes del enemigo sin turbarnos para no dejarnos vencer. La autoridad que es respaldada por Dios a sus hijos obra de manera sobrenatural contra los espíritus, los enmudece, les quita poder.

En Efesios la palabra de Dios dice que debemos vencer al diablo por que estamos sentados con Jesús a la diestra del Padre por tanto tenemos autoridad para hacerlo. Jesús demanda nuestra autoridad sobre todo espíritu de maldad mas no pedir que Dios los reprenda, por que como creyentes tenemos la autoridad para hacerlo y echar fuera demonios en nombre de Jesús y quebrantamos todo poder del diablo sobre nosotros y nuestra familia.

Es indispensable que sepamos enfrentar toda

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