LA IDEA DE SACRAMENTOS MAYORES O PRINCIPALES

LA IDEA DE SACRAMENTOS MAYORES O PRINCIPALES

                                                                                      Y. CONGAR

 la tradición teológica se encuentran buenos apoyos para la idea de que hay unos sacramentos más importantes que los otros: el bautismo y la eucaristía. Ignacio de Antioquía, Justino, Irineo testigos de la época de los mártires, los designan que son fe y caridad. San Agustín nos dice que los púnicos lo llamaban “salvación” al bautismo y “vida” a la eucaristía.

Poco antes de1140 la Summa Sententiarum llamaba los sacramentos principales al bautismo y al sacramento del altar. Hugo de San Víctor daba tratamiento de favor a los tres sacramentos de la iniciación cristiana. Además, el mismo nos habla de ciertos sacramentos en los que consiste principalmente se recibe la salvación, y prosigue como el agua del bautismo y la recepción del cuerpo y la sangre de Cristo.

Santo Tomas de Aquino se aplicaría después a recoger este dato tradicional en una visión equilibrada que daría su debida importancia a los diferentes aspectos de esta verdad; se aceptaba comúnmente que los sacramentos por los que la Iglesia se constituye habían sido figurados por el agua y la sangre que brotaron del costado abierto de Cristo en la cruz y que estos son el bautismo y la eucaristía, “sacramentos más importantes”.

Los teólogos modernos han acogido en gran numero la idea de sacramentos principales: sea al referirse a la explicación tradicional del agua y de la sangre brotadas del costado de Cristo en la cruz, sea la referirse al concilio de Trento.

Existen dos razones a favor de la jerarquía de los sacramentos, estos son con relación a la fuente de los sacramentos y la otra con relación al efecto de los sacramentos, la primera consiste en que el bautismo y la eucaristía evidentemente sacramentos privilegiados desde el punto de vista desde un mandato de Cristo y esto se encuentra atestiguado en las escrituras. El mismo Señor ha determinado su materia y forma y hasta el rito y el uso en sus líneas generales. Y con relación al efecto de los sacramentos, es por ello que muchas de las frases que hemos citado evocan el símbolo jónico del agua y la sangre brotada del costado herido de Cristo. Casi siempre este tema viene ligado con el de Cristo Nuevo Adán que se da y une consigo la iglesia, Nueva Eva que brota del costado de Cristo dormido. Esto nos lleva a considerar la relación privilegiada que con la Iglesia tienen el Bautismo y la Eucaristía, mayor que los sacramentos restantes.

Existe un interés ecuménico de estas consideraciones, es sabido que la teología oriental es esencialmente una teología de la divinización del hombre. Los sacramentos son los medios de esta divinización. A este respecto los Padres griegos siempre han considerado en lugar privilegiado al bautismo y a la eucaristía. Los teólogos ortodoxos griegos modernos hacen notar que solo nos han sido transmitidas expresamente la institución por el Señor del bautismo y de la eucaristía, los califican de sacramentos principales y han declarado que es aceptable la posición anglicana acerca de este punto.

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