La Biblia Y La Reforma
Enviado por dogluis • 19 de Noviembre de 2012 • 1.367 Palabras (6 Páginas) • 410 Visitas
LA BIBLIA Y LA REFORMA:
Es muy complejo tratar el tema de la reforma y mucho más escribir y dar tu opinión de cómo surgió y ayudó en la expansión del mensaje del evangelio; muchos pueden tener muchas explicaciones de lo que incitó a Lutero a reformar y desarrollar sus famosas 95 tesis. A veces he pensado en el peso que tendría éste hombre de saber la verdad y no poder callarla. Se cuenta que un día, cuando Martín Lutero era estudiante, estaba en la biblioteca de su universidad buscando algunos libros; cuando de repente tropezó con un extraño volumen que le llamó mucho la atención. Era un ejemplar de la Biblia en Latín; su asombro fue evidente, porque siempre había creído que los fragmentos de la Biblia que se leían en los cultos de la iglesia a la cual él pertenecía, eran la Palabra de Dios completa. Su interés por este libro fue tan grande, que dijo que deseaba por sobre todas las riquezas, una Biblia. Poco después entró en un monasterio de frailes agustinos y el Vicario General le regaló una Biblia que estudió con gran cuidado. Este estudio le facilitó el camino para su propia iluminación espiritual y para el gran trabajo de reformación que él emprendió.
Lo cierto es que Lutero comenzó a indagar y estudiar la Biblia con mayor fuerza, de allí que el peso por abrir los ojos al resto del mundo era cada vez mayor y más evidente, por ende, esto demuestra el efecto que produce la lectura de la palabra de Dios en el corazón de los hombres. Siempre vamos a encontrar que la Biblia es la que comienza por inquietar a alguien que luego cambiará muchas personas. Por eso no puedo evitar de hablar del peso de la Palabra de Dios en todo el proceso de la Reforma; no doy demasiada importancia al reformador sino a quién lo reformó (Dios a través de su Palabra viva). Pero es evidente que el reformador Lutero si merece nuestra admiración. Dispuesto a enfrentarse a todo un sistema podrido que podía fácilmente acabar con su reputación e incluso con su vida misma, siguió con su proyecto de abrir las Escrituras a todos por igual, sin distinción de razas ni credos.
El cambio drástico que daría “la iglesia de Cristo” no tardaría mucho en expandirse. La situación político-religiosa venía en decadencia, más que todo en Europa. Precisamente por el acuerdo de indulgencias y otra cantidad de barbaridades que comenzó a practicar la iglesia católica, Lutero redactó sus 95 tesis como sustento para un debate teológico, que se practicaba comúnmente en la época. El éxito que lograron las 95 tesis fue tan avasallador que sorprendió al mismo Lutero. Tras ser impresas en gran cantidad y ampliamente difundidas, las tesis tuvieron gran repercusión, pero las autoridades religiosas titubearon en condenar a Lutero.
Esto provocó, sin embargo, un desarme total de corrupción y embriaguez social que desataba cada vez más el morbo de la sociedad de bajos recursos, puesto que tenían cierto “cartel” para reprochar actitudes de la iglesia católica que hasta el día de hoy causaron más daño que bienestar en la sociedad. La venta de las indulgencias, el no derecho a conocer las Santas Escrituras, las colecciones individuales de reliquias más grandes de Europa, las riquezas exorbitantes que caracterizaban a los papas y otras prácticas terminaron por difuminar y desprestigiar el clérigo católico y la iglesia en general. Todo estaba dado para que las 95 tesis de Lutero fueran un éxito, y así lo fue. Por un lado salió Lutero con sus 95 tesis, mientras que por otro lado comenzaron Juan Calvino y Huldrych Zwinglio a revolucionar Suiza. Casi toda Europa comenzaba a ser parte de una iglesia de “Dios para el pueblo”, la gran mayoría de Europa comenzaba a disfrutar de los manjares de la Palabra de Dios.
De cierto modo, la rudeza y convicciones morales de Calvino, lo llevaron a ser rechazado aun por el mismo pueblo de Ginebra, pero luego viendo que sus convicciones hicieron más bienestar que mal, permitieron
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