La Caida Del Hombre
Enviado por JuanRicardoTato • 15 de Agosto de 2012 • 867 Palabras (4 Páginas) • 1.280 Visitas
. La caída del hombre y la imagen de Dios
Indiscutiblemente la caída del hombre distorsionó la imagen de Dios en él, pero algo que también es muy cierto es que no la canceló en su totalidad.
El hombre sigue siendo el mayordomo de la creación y representante de Dios en la creación, sigue siendo un “ser en relación”, un “ser moral” capaz de elegir entre lo malo y lo bueno, un “ser pensante” capaz de forjar los procesos de la historia.
La misma Biblia habla de la imagen de Dios después del pecado (Gen 9:6, 1Cor 11:7, St 3:9).
a. El deterioro de la imagen de Dios en el hombre
Cuando hablamos del deterioro de la imagen de Dios en el hombre nos referimos a los efectos del pecado ocasionados específicamente en la dimensión de la persona.
Espiritualmente: Eva fue llevada a dudar de la verdad y la bondad de Dios corrompiendo así la anterior relación de confianza y obediencia.
La tentación no es tanto un asunto de conocimiento sino de obediencia, de confianza en lo que Dios ha dicho.
Nosotros hoy desconfiamos de Dios, no creemos su verdad, somos hostiles a su amor y temerosos de su presencia. Estamos dispuestos a escuchar otra voz que tenga respuestas inmediatas. Separados eternamente de él.
Mentalmente: Eva contempla el fruto y hace una reflexión pragmática (es bueno para comer), también estética (es agradable a la vista), también intelectual (da sabiduría) Todas estas capacidades del intelecto humano son buenas en si mismas, elogiadas como dones muy valorados por Dios. No había nada de malo en que Eva usara su mente, el problema estaba en que usara sus capacidades en una dirección prohibida por Dios El problema de Eva no radicó en la reflexión racional sino en la desobediencia que de ese modo se racionaliza.
Nosotros hoy, igual que la primera pareja, usamos nuestra mente para racionalizar el pecado, buscar una justificación para proceder y no sentirnos culpables. Buscamos culpables y nos convencemos a nosotros mismos que hemos hecho lo correcto y entenebrecemos nuestros pensamientos.
Moralmente: Eva y Adán entraron en conflicto con su vergüenza al comer. El comer abrió el sentido de lo moral en lo vergonzoso. Cuando estaban sin pecar solo experimentaban el gozo de lo santo e integro. Cuando comieron descubrieron el otro campo de la moral.
Nosotros hoy tenemos nuestras luchas internas siempre con el deseo de lo mejor, pero sierre optantes por lo peor.
Como lo deja ver el apóstol Pablo en Romanos 7: 14-21.
Socialmente: Eva compartió el fruto con Adán quien estaba con ella y quien al comer consintió en la dirección que estaba tomando la conversación, la reflexión y la acción. De manera que el pecado, que ya era espiritual físico y moral, también se hizo compartido y entró en el centro de la relación humana corrompiéndola. Generando vergüenza, desconfianza y rechazo del
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