La Iglesia relevante.

La Iglesia relevante

Relevante es conectarse con la realidad de alguien, identificarse con esa persona y ofrecer una solución que se pueda aplicar.

• Jesús entendía los problemas de su cultura. (esta verdad me impactó).

Si bien nos muestra que en su tiempo Robert pertenecía a una cultura hippie, esto podría aplicar de varias maneras en nuestra vida, pues hoy en día no sólo existen culturas o tribus urbanas que se sienten distintas al lenguaje de la iglesia, también está la otra parte, la parte intelectual que es más clasista, más elitista, que no se conforma con versiones baratas de las cosas, incluidas las de la iglesia, es decir, esa iglesia que sólo vende fabulas o sueños motivacionales, sino que busca ver gente en la que ellos se puedan inspirar a ser mejores pero por medio de ejemplos reales en la congregación, por medio de gente que sepa hablar (así como Robert entendía el lenguaje de los hippies), así también ellos necesitan a líderes que puedan interactuar con ellos, que sepan de la problemática real de la vida profesional, del ámbito político, del medio en dónde más que deseos o sueños frustrados el problema es por ascensos, es por la corrupción en la que de uno u otro modo pueden ser incluidos, en donde la realidad es muy distinta al sueño de terminar la universidad y tener el trabajo de tus sueños, en donde el conflicto moral es grande, entre el portarse correcto o hacer lo necesario para llegar a sus objetivos.

 Si bien es cierto que la iglesia a través de los años ha tenido problemas por el legalismo y el mal ver a personas con tatuajes, vestidas de manera extravagante o con ciertos accesorios que sean “escandalosos”, actualmente la iglesia no debe olvidar que el mundo se actualiza no sólo en lo técnico de un escenario o en lo grande de un espectáculo, sino que también cada día hay más jóvenes interesados en  superarse de manera intelectual y financiera y donde la idea que el mundo vende es el materialismo, la búsqueda de grandes negocios, en donde la filosofía enseña “no está bien ni está mal, sólo es”. Esa parte es en donde cierto sector de la iglesia (lideres) debe identificarse con esas personas y ofrecer una solución, pues si no, estaremos toda la vida animando adolecentes ¡y claro! Instruyéndolos, pero no sabremos qué hacer cuando se llega el momento de decidir su vida profesional, no sabremos integrarlos a la iglesia cuando tengan dichos conflictos, pues será un bonito show, una excelente alabanza y hasta una excelente predicación, pero no habrá un ejemplo de vida dentro de la iglesia en el que se sientan identificados ya que no ven como un ideal a alguien que vive del diezmo o las ofrendas por decir cosas de la Biblia (ya que un problema actual de la sociedad, es el hartazgo de políticos que viven acosta de los impuestos) por lo que la juventud preparada más que palabras desea acciones de cambio, ver a ese líder hacer algo con sus manos por mejorar la vida personal así como influenciar a otros. Y no caigamos en el error de decir “Jesús es el máximo ejemplo”, ¡pues lo es!, pero es una excusa mediocre para justificar nuestras deficiencias, lo importante es que la iglesia sea relevante y sepa llegar a ese sector que en muchas ocasiones produce temor, pero el reto es ese, tener líderes como Pablo, que bien podía hablar ante reyes así como con presidiarios pues estaba instruido y era un ejemplo a seguir en los diferentes ámbitos de su vida (vida espiritual y trabajo). El reto es ser una iglesia relevante e incluyente, no cambiando la palabra sino saberla dar a con inteligencia a todos, combinar lo técnico y motivacional  con lo intelectual, para aquellos que  más que deseando hacerse un tatuaje  o un peinado moderno, están trabajando día a día por alcanzar metas en la vida profesional y ser parte de ese sector que el mundo actualmente llama “exitoso”.

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