La Libertad
Enviado por cheeko168 • 12 de Junio de 2013 • Ensayo • 524 Palabras (3 Páginas) • 276 Visitas
Libertad, ¿En realidad una simple palabra de 8 letras puede definir un sentimiento tan grande?, ¿Es esto un sueño inalcanzable?; Una simple palabra como esta puede ser sujeta a muchas interpretaciones, tales como que puede significar una alusión a una persona cuyo anhelo de procreación se encuentra activo, o la podemos encontrar como una facultad inherente del ser humano para obrar según su propia voluntad. Personalmente, en el presente escrito, que el autor no pretende sea extenso, nos basaremos en la premisa de “Non est libertas” (No existe la libertad) para expresar y quizás aclarar una no muy grande discusión en términos de filosofía sobre el concepto de esta fascinante palabra.
Entendamos pues, que la libertad ha sido punto de reflexión en múltiples sentidos desde la mera existencia de la raza humana por innumerables filósofos; las diversas reflexiones encontradas pueden derivarse del momento en que el ser intenta llevar su deseo por “el camino equivocado”, obrando según la propia voluntad, y, según otras corrientes filosóficas, la libertad llega a tener una relación directa con la autonomía, que no es más que la dimensión de la razón que permite a un ser, pensar dándose normas a sí mismo sin que medie autoridad alguna. Es en este momento donde entramos en una de las contradicciones de las definiciones de libertad, puesto que, la libertad guarda una relación con la necesidad de normar la vida en el mundo.
Siendo este concepto algo abstracto, y conllevando infinidad de paradojas inevitablemente aplicadas en nuestro universo, a modo explícitamente personal, el autor llamará en este escrito a la libertad, como todo lo contrario, una “prisión”, clasificando pues, a estas prisiones en cinco apartados:
Prisión Física: Relacionando a nuestras limitaciones otorgadas por la naturaleza en un cuerpo limitado a existir sólo con la presencia de el oxígeno, con la ingestión de calorías, y el procesamiento de las mismas; incluyendo en esta categoría, a las limitaciones motrices con las que cuenta nuestro tan “subestimado” cuerpo humano.
Prisión espiritual: Creyendo o no en la existencia de un Dios, estamos intrínsecamente ligados a una corriente espiritual, que nos lleva a la creencia de algo que rige nuestra vida, llamémosle Destino, karma, pecados, etc.. Y las normas que tenemos que seguir para llevar una vida plena.
Prisión social: Basándonos en que el hombre es un animal que tiene la necesidad de comunicación, nos encontramos con la obligación de respetar las normas establecidas por una población de animales sociales, que llamaremos humanos, para así llevar una coexistencia pacífica.
Prisión influenciada: ¿Podemos decir que nuestro pensamiento es auténticamente nuestro? En la opinión personal del autor, estos pensamientos o ideas, provienen siempre por las influencias de entes ajenas a nosotros,
...