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La Religión En La Actualidad


Enviado por   •  19 de Febrero de 2013  •  9.975 Palabras (40 Páginas)  •  1.044 Visitas

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LAS RELIGIONES EN LA ACTUALIDAD

El tema de la religión es ya en si mismo un tema sumamente rico y complejo. Por eso, hablar de las religiones en la actualidad es sin duda una tarea bastante ardua, sobre todo teniendo que hacerlo en tres cuartos de hora. Pero el tema es también muy interesante e incluso fascinante, si hemos de creer a Ch. Baudelaire, que decía que “nada hay tan interesante en la tierra como las religiones”.

1. ¿Resurgir de lo religioso?

¿Sigue siendo nuestra sociedad religiosa? ¿Tiene actualidad el tema de religión cuando hasta en la escuela cuesta reconocerle un puesto legítimo?. Se ha escrito que el hombre es “un animal religioso”, que no puede vivir sin dioses ni ritos religiosos: “el hombre no vive de otra cosa que de la religión o de ilusiones” (G. Leopardi).

El sociólogo de la religión E. Durkheim habla de la “pervivencia de la religión” a través de todas las transformaciones históricas y vaivenes socio-culturales: “Hay algo eterno en la religión que está destinado a sobrevivir a todos los símbolos particulares con los que sucesivamente se ha recubierto el pensamiento religioso” (1). Y el gran especialista en la historia de las religiones, M. Elíade, cree que “el hombre arreligioso en estado puro es más bien raro, incluso en la más desacralizada de las sociedades modernas; la mayoría de los hombres ‘sin religión’ se sigue comportando religiosamente, sin saberlo” (2).

Podemos decir por lo tanto que a pesar de la proclamación del fin de los estadios religioso y metafísico y el inicio de la “era científica” de la humanidad por parte de A. Comte y el positivismo filosófico, lo religioso sigue estando universalmente presente y las religiones siguen estando vivas. Es más, desde los años 70 se habla una y otra vez en los medios de comunicación de un “retorno de lo religioso” (3); quizá nunca como ahora han pululado tanto las sectas religiosas y todo tipo de fenómenos para-religiosos; el tema de los conflictos bélicos por motivos religiosos, así como los fundamentalismos religiosos con connotaciones políticas sigue siendo también, por desgracia, una noticia de las primeras páginas de los periódicos. Las importantes personalidades religiosas y los grandes profetas de la humanidad (Juan Pablo II, M. Teresa de Calcuta, Mons. Romero, el Dalai Lama, el Pastor Billy Graham) siguen suscitando gran interés e interpelando la conciencia de la humanidad; Jerusalén, Roma, La Meca o Benarés continúan siendo el centro de atracción de millones de hombres que expresan sus sentimientos religiosos en un mundo aparentemente desacralizado.

Muchos se han preguntado y se siguen preguntando por las causas de esta especie de “resurgir religioso” de la humanidad en una sociedad que se ha llegado a calificar de post-religiosa. Se han apuntado sobre todo a cuatro causas, que pueden explicar de alguna manera este interesante fenómeno:

1) La situación de crisis que vive la sociedad actual, manifestada en todos los aspectos: económicos (desempleo, endeudamiento, desigualdades...), sociales (hambre, enfermedades, droga...), políticos (conflictos étnicos, territoriales, nacionalismos...), medio-ambientales (sequías prolongadas, calentamiento de la tierra, desequilibrio climatológico, destrucción de la naturaleza...). Toda crisis produce inseguridad y propicia lógicamente la búsqueda de la salvación y seguridad en la experiencia religiosa. Toda crisis profunda ha hecho florecer los mesianismos, pero también la experiencia religiosa.

2) El fracaso de las ideologías: El marxismo ha mostrado su estrepitoso fracaso en los países del este europeo; el socialismo ortodoxo tampoco ha logrado imponerse ni terminar con las desigualdades; pero tampoco el liberalismo ha logrado reducir las desigualdades entre países ricos y países pobres, ni mantener el crecimiento económico, ni la garantía del trabajo. El fracaso de las ideologías ha podido hacer también que muchos vuelvan sus aspiraciones hacia la religión como único punto de apoyo válido para sus esperanzas.

3) El exceso de racionalidad; El antroponcentrismo y el racionalismo de la época moderna ha dado como fruto una sociedad aprisionada por los postulados de la ciencia y la técnica, caracterizada por el “funcionalismo” y la eficacia, pero también por la falta de relaciones, de comunicación y calor humano; en esta sociedad científico-racional se intenta dar solución a muchos problemas concretos, pero no se pregunta por el sentido de la vida; se plantea el “porqué”, pero no el “para qué” de las cosas y de la vida. El exceso de racionalidad ha podido producir un resurgir de lo irracional, pero también de lo mistérico y religioso; la deshumanización de las relaciones ha hecho que el hombre busque el calor de la fraternidad en los grupos humanos y religiosos, donde se pueda respirar y expresar los sentimientos.

4) La falta de certeza y unidad: El hombre moderno vive en un mundo pluralista y fragmentado; el saber se va especializando cada vez más, de forma que se sabe más sobre cosas concretas y menos sobre la totalidad; el saber especializado ha llevado a “un mundo de cosmovisiones fragmentadas” (4); por otra parte, el dinamismo progresivo de las ciencias y la fragmentación del saber es también un motivo de inseguridad y relativización del conocimiento y la verdad. El hombre de nuestro tiempo se siente impotente ante un mundo técnico cada vez más sofisticado, en el que la verdad escapa en una multitud de saberes dispersos. Es pues en cierto modo lógico que ante la falta de certeza y unidad, la persona busque en la experiencia religiosa una síntesis que le haga el mundo inteligible, le dé las certezas que no le puede dar el saber científico y le ayude a encontrar la propia identidad.

En la consideración de estas causas, se puede intuir el significado de la religión para el hombre que se cuestiona permanentemente sobre el sentido de todo, pero también aparece la ambigüedad y los límites de este supuesto “retorno religioso”... ¿No será este retorno algo puramente coyuntural, suscitado por los problemas del momento? ¿Será la religión algo más que una pura ilusión que ayuda a afrontar ciertos problemas del presente?. Por otra parte, ¿cómo se manifiesta esa vuelta a lo religioso y esa “pervivencia de lo sagrado”?.

2. Algunas precisiones necesarias

Conviene hacer algunas distinciones previas, que nos ayuden a entender mejor la experiencia religiosa y las mediaciones de las diferentes religiones.

a. Sentimiento religioso y experiencia religiosa: El sentimiento religioso es como la necesidad afectiva de estar ligado a algo distinto de uno mismo; es como una cierta inclinación al misterio; es como la prolongación de una afectividad

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